El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su cuarto aniversario de su gobierno, está convocando para este domingo 27 de noviembre a una marcha ciudadana que partirá del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad de México; será una marcha en defensa de la Cuarta Transformación, donde escucharemos, de viva voz del presidente de México, un informe de los principales logros alcanzados en estos cuatro años de su administración. Será un informe dirigido al pueblo, sin ceremonias pomposas y costosas, sin parafernalia ni besamanos de políticos y de la aristocracia como se acostumbraba en sexenios pasados.
La oposición, conformada por los partidos políticos del PAN, PRI, PRD y MC, liderados por su “gurú” espiritual Claudio X. González; los expresidentes, Fox y Calderón, y representantes de las cámaras empresariales, y todos aquellos resentidos con la 4T porque con AMLO se les terminaron sus privilegios y grandes negocios que hacían con los gobiernos de sexenios pasados, entre ellos, los medios masivos de comunicación, columnistas y “seudoinformadores”, intelectuales orgánicos amigos del poder y potentados empresarios, a los cuales se les condonaban miles de millones de pesos de impuestos. Todos ellos, al unísono, desataron una campaña mediática en contra de la marcha convocada por el presidente López Obrador.
Lo anterior no sorprende a nadie, la derecha y sus aliados se han caracterizado por “estar en contra de todo y a favor de nada” de lo que proponga o haga el presidente López Obrador, sin presentar fundamentos válidos ni propuestas alternativas; pareciera ser que quisieran que le fuera mal a México, para así tener la oportunidad de arribar de nuevo al poder; lo anterior se puede constatar con su rechazo a las reformas constitucionales de la energía eléctrica, revocación de mandato, reforma al artículo quinto transitorio del decreto de la Ley de Guardia Nacional para mantener a las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública hasta el 2028 y actualmente su negativa a la reforma electoral.
La oposición a la marcha la centran en que el presidente va tener amplia movilización porque va recurrir al “acarreo”, al condicionamiento de los programas sociales y a la asistencia obligada de empleados del gobierno federal y de los estados y municipios donde gobierna Morena y sus aliados, con el propósito de minimizar la marcha por la “supuesta” defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) que organizaron el pasado 13 de noviembre, digo, supuesta defensa, porque la reforma electoral que propone López Obrador no pretende desaparecer al INE, sino todo lo contrario, busca fortalecerlo para que la elección de los consejeros y magistrados electorales dejen de ser un reparto burdo de los partidos políticos y que sea el pueblo quien participe en este tipo de nombramientos que son claves para la vida pública del país.
Los partidos de oposición, los medios de comunicación, y los grupos económicos de poder, convocaron a la marcha en defensa del INE mediante una campaña mediática engañosa, diciendo que el gobierno quiere tener el control del padrón electoral, de los nombramientos de los consejeros del INE y de los magistrados del TEPJF, que se quiere regresar al pasado, entregando la organización de las elecciones a la Secretaría de Gobernación, lo cual resulta falso y perverso.
Lo que nunca dijeron es que la reforma electoral de AMLO es amplia, va más allá del INE, plantea terminar con los privilegios y el derroche de recursos públicos de las cúpulas partidistas, de los consejeros electorales y de la alta burocracia del INE; lo que no dijeron es que con la reforma se eliminaría el presupuesto público multimillonario que se destina a los partidos políticos para gasto ordinario; lo que no dijeron es que se reduciría, de manera significativa, el número tan alto de diputados federales y locales y de senadores; que se terminarían los legisladores plurinominales, que han pasado a ser espacios ocupados por los dirigentes de los partidos políticos, familiares e incondicionales, que sin participar en una elección directa en las urnas, brincan de la cámara de diputados a la de senadores y viceversa; lo que no dice la oposición es que se quiere terminar con la duplicidad tan costosa que representan los institutos electorales y tribunales locales de los estados. Todo eso no lo dice la oposición porque quiere seguir en los espacios de poder, porque quiere conservar sus privilegios y seguir enriqueciéndose a costillas del pueblo.
En la marcha que convoca el presidente López Obrador no habrá el “acarreo” que arguye la oposición, entendido éste cuando se obliga, se condiciona o se realiza algún pago; como en toda marcha habrá movilizaciones sin usar recursos públicos; tampoco tiene como propósito minimizar la marcha por el INE, tiene como objetivo la defensa de la Cuarta Transformación y el proyecto de Nación, escuchar de viva voz del presidente los principales logros y avances alcanzados en estos cuatro años de la 4T, entre ellos: el combate a la corrupción e impunidad; la separación de los intereses económicos privados de los intereses públicos; el alto a las privatizaciones de bienes públicos; la defensa de la soberanía nacional; la terminación de las condonaciones de impuestos a los grandes empresarios; los avances en autosuficiencia energética; la estabilidad macroeconómica; la recuperación de empleos perdidos por la pandemia; el fortalecimiento de nuestra moneda; la reiniciación del crecimiento económico; el éxito de los programas sociales; las magnas obras dirigidas al desarrollo del país, como son el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería Dos Bocas, el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, el Tren Maya, entre otras.
Tiene como propósito la revolución de las conciencias, que el pueblo esté informado y sepa discernir ante las campañas difamatorias, calumniosas, engañosas y perversas de la oposición que quiere regresar al poder, a los privilegios y a los regímenes de corrupción que tanto dañaron al país. Dejar claro que el 70% de las y los mexicanos quieren que siga y se profundice la Cuarta Transformación de la vida pública en el país. ¡Vamos a la marcha!