Los altos costos en la renta de locales comerciales en el Centro Histórico de la capital, ha orillado a vendedores a optar por el ambulantaje, así lo reflejaron mediante un sondeo realizado por La Jornada Zacatecas, para explorar las dinámicas entre el comercio informal frente al establecido. Y aunque algunos admitieron que les gustaría disfrutar de las comodidades de un local establecido, señalaron que las altas rentas en la región y la falta de disponibilidad de espacios hacen que esta opción sea prácticamente inaccesible.
Luego de recorrer las principales calles de la capital Zacatecana, el comercio informal ha demostrado la intención de muchas personas de obtener ingresos de cualquier forma para el sustento de sus familias, sin embargo, muchos de ellos buscan mejores espacios, pero, como lo describió don Roberto, vendedor ambulante de plantas instalado en la Plaza Bicentenario “no nos alcanza para pagar un local bonito y meter la mercancía ahí, si las rentas fueran más accesibles, se podría considerar”.
Algunos llevan tantos años en el comercio informal que prefieren mantenerse en esta modalidad, pues dicen, “es más probable que la gente vaya pasando y de repente se le antoje comprar algo cuando nos ve”. Aunque algunos otros, admitieron que les gustaría disfrutar de las comodidades de un local establecido, sin embargo, señalaron que las altas rentas en la región y la falta de disponibilidad de espacios hacen que esta opción sea prácticamente inaccesible, como o es el caso de José, quien se instala todos los días en el puente peatonal de la Plaza Bicentenario con productos de limpieza del hogar, trastes y hasta cosméticos, dijo que «aquí en Zacatecas las rentas son demasiado altas y nosotros trabajamos bajo el concepto de no enriquecer al rico, si te das cuenta ahora con este clima nosotros tenemos que estar forzosamente aquí por nuestra necesidad».
Los entrevistados compartieron sus desafíos principales, destacando que las ganancias, aunque suficientes para subsistir, difícilmente se comparan con las de los negocios formales. Además, la competencia con locales establecidos y la falta de ingresos adicionales, fueron citados como obstáculos comunes. La mayoría enfatizó que, dadas las circunstancias, se aferran al comercio informal como una fuente esencial de ingresos.
«Si tuviera la posibilidad de rentar un local lo haría, pero como está la economía, está muy mal, tengo 20 años trabajando en la calle y prefiero seguir trabajando en la calle” dijo Ramón, vendedor de frutas de temporada.
«Los locales de aquí están llenos, es muy difícil que encuentres uno y de querer, yo creo que cualquiera de los que están aquí afuera en las mismas condiciones que yo quisiera tener la comodidad de un espacio, de un local, de luz, de todos los detalles que pueden tener» finalizó Luisiana, comerciante ambulante.
