■ Federación ha marcado 4 meses para capacitar a 568 mil agentes estatales y municipales
■ En México hay un grave problema porque no existe un modelo policial: Gabriel Barrón
Si no hay una capacitación adecuada de los policías estatales y municipales, el nuevo sistema de justicia penal está destinado al fracaso, aseveró Martín Gabriel Barrón Cruz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), durante la ponencia que dio en el marco del quinto Congreso Internacional de Ciencias Forenses organizado por la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
El profesor señaló que es indispensable que los elementos sepan cómo actuar en el lugar donde se ha cometido presuntamente un delito, debido a que son los primeros en llegar y deben resguardar la escena, evitando alteraciones en ella.
No obstante, recordó que la Federación ha marcado un periodo de cuatro meses para capacitar a más de 568 mil policías tanto estatales como municipales en todo el país. Consideró que si no se amplía este plazo, no será posible transmitir de manera correcta todos los conocimientos que se requieren y por tanto prácticamente fracasará el nuevo sistema de justicia oral.
En siete años, desde que en 2008 se aprobó la reforma al sistema judicial, se han capacitado 114 mil elementos policiales y, ahora, Gobierno Federal planea que una cifra muy superior acuda a los cursos de preparación de 40 horas semanales en tan sólo cuatro meses, puntualizó.
Ni siquiera los costos se ajustan a la realidad, comentó el académico, pues se tiene calculada una inversión de 832 millones para capacitar a más de 500 mil personas, cuando solamente en los 5 mil agentes de la nueva Gendarmería se invirtieron mil 500 millones de pesos.
En su conferencia denominada “La policía en el sistema acusatorio”, expuso que en México hay un grave problema porque no existe un modelo policial. Expuso que operan diferentes tipos de policías, como la comunitaria, de proximidad, de “resolución de problemas”, de inteligencia, autoritaria, civil y militarizada.
No obstante, no hay una definición clara además de que no se acata el mandato constitucional de que establece que la policía en México debe ser civil. Si esto se cumpliera, precisó, no debería haber militares al frente de las secretarías de seguridad pública ni en las calles.
Barrón Cruz apuntó que en el país impera el sistema vertical autoritario en el que las órdenes llegan desde los niveles más altos de poder y quienes tienen que obedecer “no piensan”, sólo actúan.
Además, precisó igualmente que son “policías políticas que cumplen los designios del presidente municipal, del gobernador y del presidente, no de la sociedad”.
Esta ausencia de modelo policial establecido es uno de los problemas que enfrenta México en materia de seguridad. Aparte, enumeró otras problemáticas como el marco jurídico deficiente en el que no hay una base constitucional para el actuar de las policías estatal ni federal, además de que hay numerosas exigencias para los agentes, pero no se les reconocen derechos.
También hay falta de trabajo de investigación por parte de la policía y de las autoridades encargadas de estas labores.
Asimismo, indicó que no ayuda a mejorar el nivel de capacitación de los elementos de seguridad pública el distanciamiento que existe entre agentes y académicos, lo cual se traduce en un “desprecio” mutuo que no abona a mejorar la preparación de las corporaciones.