Hoy es la elección del Comité Ejecutivo del Sindicato del Personal Académico de la UAZ y no hay certeza de que se alcance el quórum. La situación de trabajo por vía remota dificultó la campaña y los incentivos para la votación. Generalmente los profesores se estimulan con los compromisos asumidos por los candidatos en cuestión durante la campaña, pero con la suspensión de las actividades presenciales fue difícil que se reunieran las delegaciones y generaran acuerdos al respecto. Sin embargo, se hizo lo posible por los medios a la mano por parte de las planillas contendientes. Los debates fueron flojos y grises: poco se pudo saber qué estrategias tienen los pugilistas para enfrentar los problemas estratégicos del gremio de docentes universitarios: los adeudos históricos de la seguridad social, la violación de las promociones y la seguridad en el empleo. Pronunciamientos tan genéricos que poco decían al respecto. Eso, claro está, no estimula la votación. Se necesita rebasar la afluencia de mil 450 votantes para que el proceso sea válido. De lo contrario, será nulo y devastador para el futuro del Spauaz.
Aun cuando en algunos sondeos demoscópicos estaban con posibilidades electivas la maestra Regina y el profesor Samuel, todo parece indicar que se posiciona como favorito el maestro de Ingeniería José Juan, por aquello del apoyo y el uso del aparato oficial (patronal). Especialmente Samuel subió de preferencias, pero la falta de estructura electoral le ofrece pocas posibilidades de triunfo efectivo. Pedro López es, al parecer, el perfil más independiente, pero también el más aislado. Así, aunque José Juan es el de mayores posibilidades reales, la moneda está en el aire y la decisión estará en la cantidad y el tipo de profesores que acudan a las urnas.
En los procesos de revisión de los últimos años han votado 600 profesores con actitud crítica a la patronal; sin embargo, como la oposición a la postura oficial fue incapaz de unificarse, esos votos se repartirán en 3 opciones distintas. Si se hubiera logrado una candidatura opositora de unidad tendría oportunidad, porque esos 600 votos se sumarian a 300 flotantes de actitud crítica, para competir con los 800 votos constantes de las posturas oficiales. Pero la oposición en el Spauaz también es de baja calidad.
La participación en la gestión del Comité Ejecutivo que termina fue ausente y omisa. Se trató de un Comité pasivo y comodino. El Secretario General fue dócil y obediente con el Rector, y los opositores renegaban, pero no hacían nada para provocar procesos participativos. En ese sentido, tenemos un proceso de elección bajo antecedentes de nula participación de las bases en toda la presente gestión del sindicato. Por ello, se espera alcanzar con las uñas el quorum. Y si esto ocurre, la planilla oficial ganará. La única manera de que triunfe una planilla distinta es con un inusitado crecimiento de la participación. Insistimos: la moneda está en el aire, pero con esas reflexiones de contexto. En esta elección se estrena la paridad de género, de tal manera que hay dos propuestos por cada cartera (hombre y mujer) para prever la repartición proporcional de las carteras respecto al porcentaje de la votación y con escalonamiento de género. Por esto último, felicitamos a los universitarios. Por lo pronto, los invitamos a ir a votar y cumplir con su obligación gremial. Deseamos que el sindicalismo universitario se fortalezca con esta nueva gestión que mañana se estrena y supere las inercias que el Spauaz arrastra de los últimos años.
