México, DF. La «baja expansión» registrada en las economías de México y Brasil provocó que la Comisión para América Latina y el Caribe (Cepal) reduzca de 3.5 a 3 por ciento su pronóstico de crecimiento de la región para este año.
México crecerá apenas 2.8 por ciento y Brasil 2.5 por ciento. Menos de la cuarta parte del alza de 12.5 por ciento que se prevé registrará Paraguay en su producto interno bruto (PIB) y con lo cual será líder del crecimiento económico de la región.
Enseguida se ubicaría Panamá (7.5%), Perú (5.9%), Bolivia (5.5%), Nicaragua (5.0%), Chile (4.6%) y Argentina (3.5%).
Por subregiones, el istmo centroamericano anotaría una expansión de 4.0%, América del Sur crecería 3.1% y El Caribe llegaría a 2.0%.
La tasa es similar a la registrada el año pasado, de acuerdo con un nuevo informe dado a conocer este día por el organismo en el que insiste que debe diversificarse la estructura productiva de las economías latinoamericanas y aumentar la productividad mediante una mayor inversión.
Apenas en abril pasado, la Cepal pronosticó que la región crecería 3.5 por ciento en conjunto, pero ajustó la cifra «en parte a la baja expansión de Brasil y de México» y también porque varios países que venían creciendo a tasas elevadas, como Chile, Panamá y Perú, muestran una desaceleración de su actividad económica en los últimos meses.
La Cepal advirtió que la región muestra algunas debilidades que podrían afectarla en el corto y largo plazo frente al actual escenario externo negativo: alta dependencia de las exportaciones hacia Europa y China, creciente aumento en el déficit en la cuenta corriente – que llegaría a 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2013, el mayor desde 2001-, así como serias restricciones fiscales en el Caribe, América Central y México, y vulnerabilidad en América del Sur por su dependencia de los recursos naturales.
El crecimiento económico, abundó, sigue siendo muy dependiente del consumo, que en 2013 ha crecido menos que el año anterior, mientras que el aporte de la inversión al PIB será modesto.
En cuanto a las exportaciones, indicó que tendrán una contribución negativa ya que fueron menores frente a las importaciones aunque también éstas cayeron en el primer semestre del 2013 y «enfrentan el probable término del período de auge en los precios de los productos básicos».
Minerales y metales, el petróleo y algunos alimentos se abarataron por la recesión en la eurozona y la desaceleración del crecimiento de China.
La Cepal sentenció que «el actual escenario pone de manifiesto problemas de sostenibilidad del crecimiento en la mayor parte de economías de la región y justifica plantear la necesidad de ampliar y diversificar sus fuentes de expansión. Necesitamos un pacto social para aumentar la inversión y la productividad, y cambiar los patrones de producción para crecer con igualdad”.
El desempeño económico moderado de la región está vinculado con un crecimiento estimado de la economía mundial de 2.3 por ciento, similar al de 2012.
Por la recesión en la zona euro en 2013, se espera que los países en desarrollo sigan siendo los impulsores del crecimiento económico global, aunque se contempla que las políticas adoptadas por Estados Unidos y Japón contribuyan a que estas economías repunten y también favorezcan un mayor crecimiento económico a nivel mundial durante el próximo año.
Para 2013 se espera una expansión de alrededor de 4 por ciento en las exportaciones, alza mayor al 1.5 por ciento registrado en 2012, pero todavía muy por debajo de las tasas superiores a 20 por ciento de 2011 y 2010.
Las importaciones crecerían 6 por ciento contra el alza de 4.3 por ciento de 2012.
Como consecuencia del moderado crecimiento económico en la región, no se espera un aumento significativo de la demanda de mano de obra durante 2013.
El desempleo cayó modestamente, de 6.9 a 6.7 por ciento durante el primer trimestre de 2013, mientras que la inflación regional acumulada en doce meses a mayo de 2013 se situó en 6 por ciento comparada con 5.5 por ciento diciembre de 2012.
La Cepal sostuvo que si bien hubo transformaciones económicas profundas en América Latina y el Caribe en las últimas tres décadas, persisten elevados grados de desigualdad y pobreza en varios países.
Asimismo, y a pesar de la favorable evolución de los términos de intercambio, la acumulación de capital ha sido insuficiente y la productividad laboral ha tenido un progreso limitado.
