Al parecer, la dirigente del Sindicato del Personal académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), Dra. Jenny González Arenas, declaró, ante la Asamblea Delegacional de jubilados del SPAUAZ, que quinientos millones de pesos del patrimonio de los docentes está invertido en bonos de la tesorería de la federación (CETES. ¿Desde cuándo? No se sabe, ¿por decisión de quién? De la secretaria general. ¿Es cierto? No se sabe, no hay documentación al respecto. La mal llamada “Fundación”, creada por el ex rector y ex líder sindical Dr. Antonio Guzmán Fernández, enajenó los ahorros de los agremiados al SPAUAZ sin consulta alguna. Supuestamente para generar certeza en el manejo de los ahorros. Sin embargo, tal certeza se desvanece cuando resulta que el presidente de la mal llamada Fundación tiene plenos poderes para disponer del dinero y prestarlo al interés que le plazca. De la misma manera, el secretario general goza de amplias facultades para endeudar al sindicato sin consultarlo con la Asamblea General o siquiera informar a la Coordinadora de Delegaciones. En otras palabras, los ahorros no están seguros. ¿Por qué? porque quienes los manejan pueden disponer de manera discrecional de los mismos sin informar a nadie. En esta ocasión se logró tener la información acerca de la compra del inmueble, y aunque la secretaria general lo negó, no pudo ocultarlo tras las declaraciones del delegado del ISSSTE en Zacatecas. Fue la presión del grupo denominado “Delegaciones sindicales democráticas” lo que permitió que saliera a la luz lo que, al parecer, la dirigencia del sindicato quería mantener en secreto. ¿De verdad hubieran hecho pública la compra de no haber sido descubiertos? No se sabe. ¿Han hecho este tipo de “especulación inmobiliaria” en otras ocasiones? ¿han invertido los ahorros sin informar a nadie? Si así fue ¿dónde quedó la ganancia? Pese a lo que quieren defender los acólitos de la “candidata a la rectoría” Dra. Jenny González Arenas, no hay la más mínima información verídica relativa a la compra del inmueble, pues ya quedó demostrado (véase “El SPAUAZ en su laberinto. El hundimiento” La Jornada Zacatecas, 9/oct/24) que los documentos exhibidos hasta el momento son contradictorios, por tanto, constituyen desinformación. Tampoco es claro cómo se lleva a cabo la administración de los ahorros de los sindicalizados. Esto significa, para ponerlo en un contexto más amplio, que el SPAUAZ entró, de la mano de la planilla que ganó la secretaria general del sindicato en 2023, en el páramo de la “posverdad”. Por tanto, la manipulación intencionada de la información y las emociones para controlar las creencias de una población e influir en las actitudes sociales es la decisión política ya tomada por el grupo que dirige al SPAUAZ. Está más que clara la intencionada distorsión de los hechos en el caso de la compra de lo que fue el Súper ISSSTE, y también en las interpretaciones mal hechas de los estatutos para excluir agremiados no afines a un proyecto político, así como la derogación de la democracia cuando se instala por decisión unipersonal la representación sindical en la comisión mixta de admisión adscripción y promoción. De la misma manera se extralimitan los representantes sindicales cuando imponen criterios no académicos en los exámenes de evaluación de las personas que aspiran a ingresar al servicio docente en la universidad y se tiende una “cortina de humo” para distraer la atención cuando desde el SPAUAZ se cuestiona la integración del presupuesto de la universidad. ¿Cómo pretenden manipular las emociones? De la manera más vil: explotan la condición de mujer de la secretaria general para aducir que cualquier crítica a sus acciones se hace por razones de género. No es así, la crítica hacia un dirigente es lo más natural, como también lo es exigir información fehaciente y no aceptar bodrios. También resulta claro por qué la secretaria de finanzas y patrimonio del SPAUAZ omite sus informes mensuales: oculta los movimientos de efectivo que mes a mes se realizan. Si se analiza con detenimiento, la mal llamada Fundación debería desaparecer, pues no sólo no garantiza los dineros de los agremiados, sino que bien podría ser el medio por el que el grupo que hoy dirige el SPAUAZ financia su obsesión de sentirse millonarios, con socialización del riesgo, pues si pierden todos pierden y concentración de la ganancia, pues si se gana algo es para ellos. Un momento de reflexión basta para convencerse que, si el dinero se invierte en CETES, ¿para que se quiere a la Fundación? ¿para que cobre por invertir el dinero en un instrumento financiero? Eso puede hacerlo la secretaria de Finanzas y Patrimonio. La última confusión que pretendió propalar la dirigencia sindical fue afirmar que el edificio de lo que fue el Super ISSSTE permanecía tomado el día 12 de octubre y que aún continuaba en posesión del ISSSTE (“Inmueble adquirido por el SPAUAZ sigue en posesión del ISSSTE debido a toma de docentes” La Jornada Zacatecas, 12 /oct/ 24). Ambas evidentes confusiones, pues el paro fue levantado, ya que la lucha continuará por otros medios, el viernes 4 de octubre de 2024, y el edificio está en posesión del sindicato desde que pagó, en julio de este año. El principal factor de polarización es la dirigencia sindical, por el bien de todos, debería considerar renunciar.
El SPAUAZ en su laberinto. La posverdad
