Ciudad de México. Desde locales comerciales, bodegas, cocheras y terrazas habilitadas como chelerías y áreas para fiestas clandestinas, hasta bares formalmente establecidos, abren en las alcaldías de la Ciudad de México, como se constató en recorridos; en esos lugares hay venta de alcohol a menores, cupo y horarios de servicio excedidos y sin condiciones de protección civil que garanticen la seguridad de clientes ante una emergencia.
En Corregidora, entre San Ciprián y avenida Circunvalación, en la Cuauhtémoc, es común la instalación de puestos con venta de cerveza al aire libre y en establecimientos que ocupan calles y aceras.
Desde el mediodía se colocan en las calles Limón, Santa Escuela y Rosario, entre San Ciprián y avenida Circunvalación, a las que acuden grupos de amigos, parejas heterosexuales y del mismo sexo.
Hombres y mujeres de todas las edades, así como jóvenes, entre ellos menores de edad que llevan su mochila en la espalda, se camuflan entre los asistentes que bailan al ritmo de salsa y reguetón, no importa que sea de día, las luces neón de los negocios son uno de los atractivos, sin importar que al lado estén puestos de ropa, accesorios y calzado, entre otros artículos, con los gritos de los comerciantes ¡le damos precio!
”¡qué talla buscaba!”.
Como en la calles del primer cuadro, los comerciantes se comunican con radios y hasta en grupos de WhatsApp para burlar algún operativo, aunque en el recorrido no se observó a ningún policía ni a personal del gobierno capitalino.
Vecinos dijeron que han presentado quejas a la alcaldía sin que hasta el momento tengan una respuesta para que retirar esos negocios.
Los asistentes generan, además, altercados con vecinos, como es el caso de un negocio en la calle Bilbao 106, colonia San Juan Xalpa, en Iztapalapa, que pese a su reducido tamaño convoca a decenas de personas que estacionan autos y motocicletas sobre la calle, donde ingieren sus bebidas y bloquean los accesos vehiculares a tres unidades habitacionales.
Vecinos señalaron que no exhibe rótulo pero es conocida como Las Refrescantes, había sido clausurado y hace unas semanas abrió nuevamente, vende alcohol a menores de edad y si bien cierra a las 11 de la noche, suben y bajan la cortina para atender hasta la madrugada.
La principal queja en torno a esos lugares es el ruido. De 2019 a lo que va de este año estos negocios tuvieron 5 mil 710 querellas ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT); las demarcaciones con más denuncias son: Cuauhtémoc, con mil 744; Benito Juárez, 787; en Miguel Hidalgo, 589; Iztapalapa, 456, y Coyoacán, 453.
En Copilco, Coyoacán, dentro de una plaza comercial en Cerro del Agua 235, funciona un bar clandestino donde un chico que monta guardia afuera dijo que el ingreso es por invitación
; residentes de la colonia comentaron que hay una terraza en Cerro de las Palomas y Tres Zapotes, donde los jóvenes llegan con sus propias bebidas y sólo pagan la estancia, aunque este fin de semana, por el periodo vacacional, estuvo cerrada.
Lo mismo ocurre en bares de Coapa, en Tlalpan, donde convergen Acoxpa y División del Norte, que entre sus parroquianos tienen a estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria 5, que se ubica a poco más de un kilómetro, a quienes atraen con promociones como 50 por ciento de descuento en la carta de bebidas de lunes a miércoles en el bar Bunny.
Autoridades de la alcaldía señalaron que negocios de la zona, además de vender a menores, sobrepasan su capacidad y con sus accesos por pasillos y escaleras estrechas son un riesgo.
