Fue durante el sexenio de Felipe Calderón que se aprobaron diversas reformas que golpearon en los bolsillos de los mexicanos, una reforma fiscal que terminó por aumentar diversos impuestos como el IVA de varios productos, incluyendo el alimento para mascotas como perros y gatos; de igual forma, casi al concluir su sexenio, el congreso, conformado por diputados del Acción Nacional y del Revolucionario Institucional dieron luz verde a la reforma laboral que terminaría por marcar el sexenio de Calderón como el que entregó en bandeja de plata la mano de obra mexicana a las empresas, quitándoles derechos laborales y permitiendo abusos por parte del empresariado: el outsourcing, el aumento en la edad para jubilaciones, entre otras.
Aunado a dichas reformas, el segundo presidente panista en la historia democrática de nuestro país, marcó su administración por una guerra fallida y mal planteada contra el narcotráfico, miedo, inseguridad y muerte fue el legado que nos dejó a los mexicanos. El sexenio de Peña Nieto no logró frenar la delincuencia que su antecesor le heredó, incluso rebasó los porcentajes de homicidios, secuestros e inseguridad, de igual forma superó a los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón en cuanto a corrupción se refiere, el gobierno que prometió ser un nuevo y renovado PRI, terminó por ser peor que el viejo.
Durante seis años, los mexicanos fuimos testigos de asunto tras asunto de escándalo en el que se vio involucrado el ex presidente Peña, su gabinete y los demás representes populares emanados de su partido, cómo no iba a ser el gobierno más corrupto en la historia de México, las reformas estructurales más importantes para el sector privado y empresas transnacionales fueron aplicadas valientemente por Enrique Peña Nieto y avaladas por un congreso conformado por diputados del PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y otros partidos que también han servido de banco al partido que llevó al país a una crisis económica, política y social.
La reforma educativa creó un conflicto entre el Estado y el magisterio; la reforma energética entre el Estado y la ciudadanía que cada día alcanza menos y le cobran más; mientras la población se veía atropellada desde todos los frentes por el gobierno, sus representantes construían casas con un valor de miles de millones de pesos, celebraban contratos con empresas fantasmas a las que “pagaban” millones y que nunca se veían reflejados en beneficios para la sociedad, usaban instituciones públicas para hacerse del dinero público y simulaban combatir a la corrupción sin realmente lograr juzgar a uno solo, la información que los detenidos tenían ponían en riesgo a más de una cabeza grande.
El país que recibió Andrés Manuel López Obrador el pasado primero de diciembre, se encuentra endeudado como nunca en la historia del país, los estados atraviesan crisis financieras para concluir los años, las Universidades públicas tampoco se salvaron de la corrupción y de los vicios del Sistema Mexicano, también fueron partícipes de las estafas maestras y de los saqueos al erario.
Ahora en plena discusión del paquete económico para el 2019, legisladores del Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y otros, acusan cínicamente a los legisladores de morena y al Presidente de no querer bajar la gasolina que ellos aumentaron durante años y que además hace no más de cuatro años aprobaron sus bancadas la venta de nuestro sistema energético; señalan descaradamente la disminución de presupuestos para algunas dependencias cuando fueron ellos quienes durante años saquearon las finanzas del país destinado millones de pesos a dependencias que no cumplían su función, son sus partidarios quienes han sido investigados y acusados por malversación de recursos, son sus partidarios quienes han sido señalados en otros países por escándalos de corrupción multimillonarios como es el caso de Odebretch; defienden a los burócratas que son retirados de sus empleos cuando han sido ellos quienes han reprimido a la clase obrera mexicana, quienes les han retirado sus derechos laborales a través de figuras que permiten al patrón abusar de sus empleados y callan cuando sus partidarios reprimen a los que exigen sus derechos laborales; señalan perdidas millonarias por obras que se cancelan cuando han creado cientos de obras que terminan siendo elefantes blancos donde la corrupción ha costado miles de millones a los mexicanos; exigen cuidado al medio ambiente pero callaron durante años cuando las mineras destruyeron con enfermedades pueblos enteros, cuando mineras acabaron con ecosistemas y reservas naturales completas.
Le toca a los ahora partidos de oposición señalar las incongruencias y errores del partido que ahora gobierna pero señalar una cuestión y callar ante otra es incongruencia, o exigimos a todos por igual o será la doble moral la que continúe caracterizándolos. ■