13.3 C
Zacatecas
sábado, 19 abril, 2025
spot_img

■ Aseguró que se necesitan presentar apoyos a los medios de producción

Reflexiona historiador sobre desigualdades persistentes tras Revolución Mexicana a 114 años

■ Algunas son las demandas de tierra, libertad y justicia

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALEJANDRA CABRAL •

Repensar la Revolución Mexicana, a más de un siglo de su inicio, lleva inevitablemente a reflexionar sobre las desigualdades persistentes en el México actual, particularmente en el campo. Así lo señala José Eduardo Jacobo Bernal, historiador de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), quien subraya la falta de soberanía alimentaria como uno de los grandes pendientes que mantienen vigente la lucha revolucionaria.  

- Publicidad -

“Hoy México no tiene soberanía alimentaria, importa granos para subsistir porque no hay un verdadero respaldo al campo”, lamenta. El académico destaca que, aunque la Revolución impulsó la dotación de ejidos, estos “nunca lograron convertirse en una unidad económica productiva”. El problema radicaba no solo en repartir tierras, sino en ofrecer apoyos sustanciales a las formas de producción, rediseñar los cultivos y garantizar precios justos para los productores. 

El investigador conecta estos fallos con el abandono de los ideales revolucionarios, atribuido en gran medida al modelo neoliberal impulsado por el PRI, el partido que, en sus palabras, “puso los clavos en el ataúd de la Revolución”. 

Vislumbra esperanza en las políticas públicas actuales, en contraparte, al mostrar un regreso a los valores que motivaron el movimiento revolucionario: “Hoy estamos regresando a un pensamiento que recupera la justicia social, que lucha contra el neoliberalismo y busca apoyar a las clases populares”.

Más allá del campo, Jacobo Bernal destaca la Revolución como el momento fundacional del México moderno, con implicaciones en lo político, económico, social y cultural. Recuerda cómo en 2023, al declararse el “Año de Villa”, surgió el libro Villa y los Villismos, resultado de un coloquio en el que varios investigadores revisaron con nuevas perspectivas el papel de Francisco Villa y la corriente política que representa el villismo. 

“Villa no solo encarna la lucha armada o la famosa División del Norte, también simboliza políticas agrarias, una marca cultural en el cine y la arqueología de la revolución, especialmente tras la toma de Zacatecas, el momento de armas más importante para el estado”, explica. Además, señala que este análisis incluyó la construcción del mito en torno a Villa, quien no es solo un personaje histórico, sino una figura que aún genera controversia y debate. 

El académico insiste en que la Revolución sigue siendo un tema clave para entender el presente de México. “Es ahí, justo en el proyecto posrevolucionario, donde se crea el México moderno”, afirma, destacando la necesidad de mantener vivos sus ideales. Por ello, invita a recordar el 20 de noviembre no solo con desfiles deportivos ni en el contexto consumista del “Buen Fin”, sino como un momento crucial de reflexión sobre la justicia social y la construcción de un país más equitativo.

Repensar la Revolución, concluye, no es solo un ejercicio histórico, sino un recordatorio de que las demandas de tierra, libertad y justicia siguen siendo vigentes en el México contemporáneo.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -