La segunda etapa de restauración de la torre norte de la Catedral Basílica ya tiene un presupuesto asegurado de 5 millones de pesos, y en la próxima sesión de Cabildo se daría luz verde a la licitación, informó el encargado de Obras Públicas del Ayuntamiento capitalino, Luis Fernando Maldonado Moreno, quien próximamente recibirá el nombramiento oficial.
Explicó que la obra se realizaría en tres meses a partir de que se defina la licitación, teniendo como fecha límite el 31 de marzo del próximo año para ejercer el presupuesto y terminar la restauración.
Indicó que el recurso se recibió poco antes de que terminara la pasada administración a cargo de Jorge Miranda, y consta de 3.5 millones de pesos por parte de la Secretaría de Cultura, a través del concurso de la Asociación de Ciudades Patrimonio, y 1.5 millones de pesos provenientes del Ayuntamiento.
Afirmó que la obra sigue su cauce burocrático necesario. Estando ya conformados los comités de participación y con la aprobación de las comisiones, solo faltaría la aprobación definitiva del Cabildo para iniciar la licitación a nivel nacional.
Una licitación de este tipo puede tardar de 25 a 30 días en completarse, y podría involucrar a unas cinco o seis empresas, ya que se trata de un trabajo muy especializado, explicó Maldonado Moreno.
De esta forma, el recurso quedaría comprometido para antes del 31 de diciembre, evitando que sea devuelto.
Inmediatamente al definirse la licitación comenzaría la obra que abarcaría al segundo cuerpo de la torre, a partir de la base y hasta la cornisa de desplante.
Esta segunda fase consistiría en el reemplazo de piezas porosas, dañadas o agrietadas debido al paso del tiempo y a las condiciones ambientales (presencia de fauna o flora nociva), y en algunos casos reposición de las juntas. También se realizarán inyecciones de material en las grietas de la estructura para consolidar y reforzar las áreas afectadas, así como una limpieza total de la cantera, incluyendo los intrados.
Detalló que existe la posibilidad de que el recurso alcance también para restaurar debajo de la base, sin embargo, al tratarse de cuerpos con grandes volúmenes y al ser desconocida la profundidad de las grietas que se observan, es posible que se consuman varios metros cúbicos de inyecciones, superando lo presupuestado, o, por el contrario, que se requiera menos material de refuerzo.
Como ingeniero estructuralista con experiencia en restauración, Maldonado Moreno ha tenido oportunidad de revisar el trabajo ya realizado en la torre de Catedral y lo considera de muy buena calidad.
Celebró que se haya tenido la suerte y la aptitud para lograr los recursos provenientes de una bolsa concursable entre las 13 ciudades patrimonio, durante la primera etapa; y consideró que en Zacatecas hay mucha capacidad para continuar este trabajo de restauración.
Una particularidad del proyecto es que los andamios utilizados en la primera fase no han sido retirados. Se previó ahorrar dos meses en desarmar y volver a montar la estructura, permitiendo que, si la misma empresa gana la licitación, se pueda utilizar el andamiaje existente de inmediato. En caso de que otra empresa gane el contrato, se pagaría la renta de estos andamios para evitar demoras adicionales en el inicio de la obra.