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miércoles, 24 abril, 2024
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Las grandes tareas de la 4T

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Por: BENJAMÍN MOCTEZUMA LONGORIA •

En el 2018, un arrollador triunfo electoral, a favor del candidato Andrés Manuel López Obrador, ha permitido sentar bases de un México diferente. El movimiento emergió de las cenizas de una izquierda que se derechizó y fue absorbida por el método de la corrupción que utiliza el neoliberalismo para ganar peones a su insaciable sed de apropiarse de la riqueza de las naciones.

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No es desconocido que el Movimiento Regeneración Nacional (no me refiero al partido MORENA) no nació como resultado de un proyecto sistemática y generalizadamente colectivo. Fue la respuesta casi espontánea, aunque masiva, a una convocatoria por el cambio hecha por el actual presidente. Se ganó un liderazgo por su incansable y consecuente lucha contra un estado de cosas que ya habían cansado.

Eso permitió que sedientos y ambiciosos se sumaran al proceso electoral, pero no comparten rumbo ni están de acuerdo en ceder espacios a otros ciudadanos en cargos de elección popular, pretenden pasar de sus actuales cargos a otros y, no conforme con ello, imponer a compinches.

Ante el recrudecimiento del oportunismo político, que no duda en hacer alianzas con los enemigos de la 4T, adelantemos que la actual transformación tiene como una gran tarea histórica resolver un sendero de independencia, crecimiento, desarrollo y bienestar social.

Nuestras naciones, en particular México, enfrentan dos relaciones sociales capitalistas muy adversas:

a).- En principio, las relaciones sociales capitalistas del colonialismo que explican la constante transferencia de valor (por la vía de la apropiación, o saqueo, directa de las riquezas nacionales) de nuestro país al proceso de acumulación y concentración de la riqueza en otras naciones. Originalmente la conquista y, con ello, la colonización, aceleraron el desarrollo del capitalismo en Europa. Para esa época los cimientos precapitalistas eran más sólidos en el imperio Otomano y en la antigua China, pero al no participar del coloniaje la velocidad de su desarrollo fue lento.

 

b).- En segundo, las relaciones sociales capitalistas de la dependencia, propia de las naciones subdesarrolladas, explican otro tipo de transferencia de valor (por la vía de la ganancia que se produce en el subdesarrollo y se centraliza en naciones imperiales). La independencia de México, la primera gran transformación, no erradicó (transformó) el colonialismo, solo resolvió porciones políticas. En cambio, construyó estructuras de subdesarrollo y dependencia.

El patrón de crecimiento económico neoliberal ha encajado perfectamente para acelerar el procedimiento de transferencia de la riqueza nacional de las naciones subdesarrolladas y dependientes hacia las pocas naciones imperiales. Se trata de un patrón de crecimiento diseñado por las oligarquías económicas y políticas de las naciones desarrolladas para fortalecer su economía y resolver sus problemas, pero no los de las naciones en subdesarrollo.

Ese patrón neoliberal fue implantado en México con la venia de los gobiernos y oligarcas económicos proimperialistas, concretamente en los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. Cuando menos 36 años de neoliberalismo en los que florecieron diversas variantes económicas, administrativas-políticas, el capital “pirata” y de actividades ilícitas (como el narcotráfico), todas dirigidas a succionar la riqueza de México hacia el extranjero.

Como he expuesto (en otros artículos) el colonialismo, en general, se desdobló también en un colonialismo criminal (del que un fenómeno es el crimen organizado), que encontró tierra fértil en la política neoliberal. Entonces la implementación de un proyecto social, basado en el fortalecimiento del mercado interno, y la plena independencia nacional, es al propio tiempo, parte relevante de su combate.

Y es que, el colonialismo económico, político e ideológico, en su versión neoliberal, ha agudizado las contradicciones internas de México y también en otras naciones. Dado que se trata de la explotación de unas naciones por otras, también ha puesto en crisis la relación entre ellas (esa situación representa una doble explotación del Trabajo por el Capital). Es el justo momento de tensión que vive el mundo, como América, en la que emergen gobiernos nacionalistas con nuevo rumbo.

Se verá que habemos mexicanos coincidentes con la 4T, nos identificamos en los propósitos de fondo. Y somos críticos desde el análisis, al visualizar logros, insuficiencias y definir rumbo porque aspiramos a ir más lejos. Nuestras preocupaciones no están centradas en la defensa de grupos, clanes, dinastías o cacicazgos, sino en la búsqueda de un camino por el cual transitar.

Romper lazos intelectuales, políticos, ideológicos y, sobre todo, económicos, que nos sumergen en el nuevo colonialismo, subdesarrollo y dependencia nos anuncia tareas más allá de conquista electoreras. En esa perspectiva resulta relevante el rescate de la teoría social como instrumento de análisis estratégico y forjar nuevos políticos que enarbolen un proyecto claramente definido de transformación nacional, de vínculo y solidaridad con naciones que sufren de la misma condición.

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