Una de las cosas que podemos rescatar del calvario que nos dejan las campañas políticas en México es un serio análisis de la situación que vive nuestro país.
Al parecer cada uno de los días que pasan y transcurren, nos permiten conocer hechos y situaciones que en muchos casos dan pena ajena.
La calidad del quehacer político así como de los mismos candidatos, gobernantes, servidores públicos y demás actores es, en su gran mayoría, deplorable.
Tan solo esta semana, hemos podido escuchar las conversaciones telefónicas de muchos actores de la vida pública en México y todas estas conversaciones generalmente hablan de sobornos, de “ayudas” para campañas y más.
Una de estas llamadas es la del consejero presidente del recién creado Instituto Nacional Electoral (INE), el señor Lorenzo Córdova, se mofa de la forma de hablar de uno de los líderes o representantes de los pueblos indígenas con los que tuvo una reunión.
Las reacciones no se han hecho esperar, la mayoría de la gente reprueba y con justa razón el comportamiento de un representante ciudadano que se supone es el encargado de vigilar, transparentar y garantizar los procesos electorales en México con lineamientos incluyentes, democráticos y justos.
Ayer revisé en redes sociales un tweet publicado por el Monero Hernández que decía lo siguiente: “¿No habrá por ahí una grabación de una conversación entre líderes indígenas burlándose de cómo hablan los mirreyes?”.
Y es que de verdad, es de resaltar la forma de hablar de estos nuevos “mirreyes”, concepto que ya es utilizado por muchas personas para describir a un grupo de individuos que disfrutan el exhibir riquezas ante una sociedad cansada de la pobreza.
En el caso del consejero presidente, es lamentable el actuar de un funcionario cuya investidura define respeto a las diferentes creencias y posturas.
Y aquí el análisis de esta columna: no basta con pedir una disculpa por que se exhibió su lamentable forma de pensar; la petición de una disculpa debe ir acompañada con la presentación de la renuncia. México debe exigir la renuncia de este tipo de personas que incurren en este tipo de hechos.
La salvación de México debe centrarse en un cambio de ideología, en la educación de una sociedad que, como bien dicen los comerciales de un partido político, estamos acostumbrados a que los políticos roben aunque sea poquito y hagan como que trabajan; estamos acostumbrados a permitir que los servidores públicos salgan a desayunar y comer en su horario laboral; estamos acostumbrados a tirar “poquita” basura en la calle; y, estamos más que acostumbrados en fomentar la corrupción en todos los niveles del gobierno.
La salvación de México está en un cambio de actitud que permita evitar la compra de votos, que evitemos convencer a una persona en votar por algún partido político con el simple hecho de recibir una despensa, una tarjeta para el cine o por el simple hecho de recibir dinero en efectivo.
Debemos decir basta a un Partido Verde Ecologista de México que ha insistido en violentar todas y cada una de las leyes de gastos de campaña, publicidad y tiempos electorales y que la autoridad no hace nada al respecto. Esto al llegar al extremo de solicitar, ahora, un crédito bancario que les permita sustituir las aportaciones públicas a su presupuesto.
México necesita cambiar; México debe exigir el cumplimiento de sus leyes; y, los ciudadanos, debemos señalar a los políticos corruptos, a los servidores públicos que sólo cobran un cheque sin trabajar y a los policías corruptos; debemos decir no al despilfarro pero, sobre todo, debemos decir ya basta a la forma en la que seguimos hundiendo a nuestro país porque en algunos años será muy tarde ya para reacciones.
La salvación de México está en ti, piensa, exige, participa, critica, pero sobre todo busca construir un mejor México.
Nos leemos el próximo jueves. No olviden enviar sus comentarios al correo [email protected] o seguirnos a través de Twitter como @JoshJasso. ■