Juan José Macias, el Mesías en Italia

No le basta ser uno de los poetas más deslumbrantes del habla castellana, de los novelistas más dinámicos de la escena nacional y continental, no soporta los silencios y es por ello que se hace sonar, como el cascabel que anuncia en los áridos campos zacatecanos que hay un salto, una vía alterna, una comprensión más allá del entendimiento humano, es decir, la obra maestra del alma humana, provenir de un pueblo como el de Fresnillo y sus tragedias.
Es el artista plástico Juan José, seleccionado para acudir a Sicilia, Italia, años atrás, ya en varias ocasiones los diestros artistas plásticos zacatecanos -únicos en el mundo por su sagacidad y audacia y buen tino-fueron invitados a esa isla extraña donde la devoción por la pintura y creación zacatecana rompe los hitos, se inmiscuye en los gustos europeos, se aprecia como nunca en las profundidades de la estética del euro, del dibujo más extravagante, de lo predominancia en los colores que se imparten como la quintaesencia profunda de la pintura universal.
Eso le da poder al clan de los amigos y amigas de este singular artista que vive a diario el prodigio de estar entre ciudades que literalmente están en guerra y ningún temor se extravía, más bien se coloca en la sabia creación de un poema bien hecho, de un libro supra editado con el estilo de las mejores editoriales nacionales, cubre el cielo zacatecano con cuadros que son la vulva de la experimentación, el profeta en ropa interior dándole emoción al pensamiento y nada es pueril, simplemente se es un gesto nuevo, una sorpresa cotidiana, un hallazgo que a todos deslumbra y sorprende, como está acostumbrado.
El movimiento de los pintores zacatecanos tiene mucho por dar, ya hemos mencionado a toda una gran cartelera de audaces pintores y pintoras que desde el día de ayer comprendieron que unidos en talleres y exposiciones colectivas lograban más que nunca encontrando públicos como ninguno: eso tiene el de Zacatecas, se manifiesta, acude a la felicidad del bocadillo, la copa regalada, el convivio exuberante y Macías el Mesías también abre galerías, no solo la casa del arte y la palabra, los restaurantes de escritores, sino galerías para aventar para todos lados, percibir que se puede comunicar con entidades de otros mundos y a un precio razonable: quererse como nunca y como nadie.
Torre de Cammarata es el escenario, Sicilia la sede, Italia el impulso.
Seleccionado junto con otros pintores nacionales y mundiales, Juan José coincide con lo mejor de la plástica universal y eso es otro logro que se festeja, se comparte, se hace recordatorio que sigue siendo la vanguardia útil y organizado y no la autocomplacencia rudimentaria de la queja y el miedo ante las balaceras, sino la creación, el júbilo, el temperamento de este artista genuino que es orgullo de todos y para todos.