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Durante los primeros días de mayo del año que transcurre, un Peña Nieto envalentonado despidió a más de cuatro mil maestros de la CNTE que se encontraban en paro. También, inexplicablemente presentó una iniciativa para llevar a cabo una modificación a la Ley Suprema, y legalizar los matrimonios homosexuales en todo el país. A estos sucesos habrá que agregar otros como: la Casa Blanca; Ayotzinapa; Calera; Tanhuato; Nochixtlán; tortura: desapariciones: fosas clandestinas con decenas de cuerpos; inseguridad; crimen organizado; fugas de reos peligroso; desempleo; falta de oportunidad para jóvenes: alza de precios de la canasta básica. Otros dos, que permiten la existencia de muchos de éstos: la corrupción y la impunidad que son recíprocos en los tres niveles de gobierno y común denominador en los poderes tanto federales como estatales.
Con todo, el día 23 del mismo mes, concedió una amplia entrevista para La Jornada nacional, de la cual destacan tres aspectos: primero, lamenta mucho el lodo y basura con que los partidos han respondido entre sí. Ha estado a favor de campañas limpias y propositivas. Segundo, en referencia al problema de Ayotzinapa, asegura que no ha logrado entender, cuándo pasó el Gobierno Federal a ser señalado implicado, responsable, pues el único interés, ha sido esclarecer lo ocurrido en septiembre de 2014. Tercero, que no encuentra los motivos para el mal humor social. A todos les está yendo muy bien. Identifica en las redes sociales, que ha estado en eventos en los que, los líderes de organizaciones empresariales han dicho que pareciera haber malestar, mal humor. Sin embargo, que cuando se les pregunta: oye ¿te está yendo mal en tu pequeño negocio, en tu negocio grande? ¿Estás teniendo problemas? A todos, en términos generales, les está yendo bien. Menciona que los datos acreditan que hay más empleos que nunca. Los indicadores hablan de que estamos avanzando. Además en un entorno mundial muy difícil. En Latinoamérica nos estamos convirtiendo en el principal motor de crecimiento. México está creciendo no a las tasas que quisiéramos, pero sí de manera relevante.
El cinismo de la actitud del Presidente no tiene límites, y como tal representa una grave ofensa para el pueblo mexicano.
Aquí algunos puntos de vista:
¿Ya entendería el jefe del Ejecutivo federal que se encuentra inmerso en graves actos de corrupción que tanto han lastimado a los habitantes del territorio nacional? O bien, ¿Será otra más de sus ocurrencias para exhibirse ante las cámaras y los demás medios de comunicación? Puedo pensar que ocurre esto último.
Hace 4 días, el lunes 18 en un acto celebrado en Palacio Nacional acompañado por los miembros de su gabinete y de los representantes de los poderes legislativo y judicial, realizó el lanzamiento del Sistema Nacional Anticorrupción y para implementarlo, promulgó las siguientes leyes: Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción; Ley General de Responsabilidades Administrativas así como la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación. También, modificó mediante reformas las siguientes: Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa; Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República; El Código Penal y la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.
No sólo eso, definió a la corrupción como “cáncer social”. Ordenó ser autocríticos y verse en un espejo. Recordó el problema de la Casa Blanca y ahora, reconoció que sintió en carne propia la irritación de los mexicanos, manifestó entenderlo perfectamente y por eso, con toda humildad les pidió perdón.
¿Qué fue esto?
Todo acto de contrición o de arrepentimiento no existe para la norma jurídica., porque a ésta solo le interesa la conducta externa del sujeto, pues dependiendo de si es o no acatada se procederá a su aplicación.
Oportunamente, en el mes de noviembre de 2014, cuando la prestigiada periodista Carmen Arístegui y su gran equipo dieron a conocer la información sobre la Casa Blanca, se aceleró su salida de MVS y, el Presidente Peña se apresuró a demostrar su pulcritud y que por tanto en ese asunto no existía ningún conflicto de intereses. Inclusive, el 3 de febrero de 2015 nombró a su amigo Virgilio Andrade titular de la Secretaría de la Función Pública para que llevara a cabo la investigación, de la cual, el 21 de agosto del mismo año se dio a conocer el dictamen, en el que no se demostró que el Presidente tuviera conflicto de intereses en el inmueble.
Sin embargo, justo 11 meses después de aquel dictamen Peña pide perdón por los hechos de los que fue exonerado por Virgilio Andrade, y al pedirlo está reconociendo implícitamente su participación en los mismos.
Lo manifestado por Peña, es grave. Hay actos de corrupción. Y como tales, debe investigarse seriamente a quienes resulten responsables y ser castigados. No era necesaria la reforma con tanta palabrería y más burocracia. Ya tenemos en la CPEUM el TITULO CUARTO: DE LAS RESPONSABILIDADES DE LOS SERVIDORES PUBLICOS, PARTICULARES VINCULADOS CON FALTAS ADMINISTRATIVAS GRAVES O HECHOS DE CORRUPCION Y PATRIMONIAL DEL ESTADO (Art. 108-114). Además, la Auditoría Superior de la Federación (Art. 79).
¿Para qué el circo SISTEMA NACIONAL ANTICORRUPCIÓN? ■
