■ Su obra se distingue por lo meticuloso del proceso de investigación: Enciso Contreras
■ Escribió Zacatecas, Suelo Metálico bajo las Nopaleras con 39 mil impresiones por tiraje
Por su trayectoria académica y de investigación, Cuauhtémoc Esparza Sánchez logró convertirse en un referente obligado de los estudiosos de la Historia en Zacatecas; una figura importante de la que no hay un solo profesor de posgrado que no conozca su obra, coincidieron José Enciso Contreras y Margarita Esparza Valdivia.
Ambos historiadores zacatecanos que en el programa Synergia producido por La Jornada Zacatecas TV recordaron la vida y obra del insigne autor fallecido hace apenas unas semanas. Moderados por el titular del programa, Marco Torres Inguanzo, abordaron la obra, el pensamiento histórico y el contexto de la producción de sus textos.
Cinco cartas para un viajero, Cuentos leyendas y costumbres del antiguo Zacatecas, El corrido zacatecano, Historia de la ganadería en Zacatecas, Zacatecas monografía estatal, fueron algunos de sus legados, siendo el libro de texto gratuito el más conocido y de mayor tiraje con 39 mil ejemplares en cada tiraje.
Obra de Cuauhtémoc EsparzaMargarita Esparza (hija del fallecido autor) recordó como el ex Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Jesús Manuel Díaz Casas fue el mecenas de su padre, pues incluso antes de la muerte del autor le ofreció la reimpresión de un compendio histórico de su obra, la cual se considera temáticamente cardinal.
Es decir, en textos sobre los corridos, la evangelización, costumbres, leyendas, la ganadería y otros, cuenta la historia del estado, a quien le da una descripción valorativa del estado, teniendo incluso la intención de sacar nuevos trabajos que ya no alcanzó y dejó inconclusos.
Por su parte, José Enciso destacó como Esparza fue el primer historiador zacatecano que estudio para ello, pues actualmente, la mayor parte de los historiadores activos aquí en el estado no han estudiado para tal, sino que tienen otra profesión.
“El profesor es un historiador hecho y derecho, no tiene precedente ya que fue el primero en tener contacto al pensamiento historiográfico de su época”. Destacó como su obra no es explosiva y tampoco fue un productor de libros en masa, sino por contrario, lo distingue lo meticuloso de sus procesos de investigación.
De modo que a diferencia de quienes tienen el deseo de crear una historia total de Zacatecas, Espinoza rompe con ese esquema y no tuvo la intención de concentrar la historia en lo general, por contrario se preocupó por el periodo colonial, la expansión de la cultura zacatecana, hasta el norte, la historia de la ganadería en Zacatecas, la cultural y el corrido.
Temas que estudió desde todos los enfoques sin ser amigo de los largos periodos, además a diferencia de los historiadores muy imaginativos, él se dedicó a respetar el mensaje de los documentos y hacerlos hablar para no inventar, sin casarse con una metodología específica, agregó Enciso.
Contexto de la producción de la obraLa gran mayoría de la obra de Esparza la realizó entre los años 60 y 70 del siglo pasado, convirtiéndose en el único de su época en realizar materia local, pues el resto de historiadores que escribieron de Zacatecas sólo eran visitantes.
El también académico de la UAZ, José Enciso recordó como el decano de la Universidad regresó después de estudiar a su tierra a finales de los 60, se encontró con un rector amigo de su infancia que lo apoyó para la elaboración de sus investigaciones netamente regionales.
De modo que se convirtió en un historiador de Zacatecas, que no tiene obra de fuera sino que finca un compromiso moral a su tierra. Esto lo hizo durante un ambiente donde no hay investigación en la universidad, y él se convierte en ser el primer investigador profesional, actividad por la que le paga la universidad.
El Centro de Investigaciones Históricas que existe actualmente en la Máxima Casa de Estudios fue una de las creaciones de Esparza. Ahí, relató Margarita su hija, durante más de 10 años, únicamente trabajó él, como un profesor solitario.
Pensamiento HistóricoPara la década de los 80 y principios de los 90 comienza, relató Enciso, el silencio historiográfico del “profesor”, aunque para esa fecha también se le encarga la redacción del libro de texto de primaria, Zacatecas, Suelo Metálico bajo las Nopaleras, el cual estuvo vigente durante muchos años en las escuelas del estado, de modo que se llegaron a imprimir hasta 39 mil por tiraje.
De ahí que Esparza en términos de números sea de los historiadores que más ha publicado. Al no haber estado ajeno a los cambios históricos, el investigador ya fallecido, se mantuvo siempre en una misma línea. No obstante buscaba innovaciones y fue quien inauguró la primera revista de historia anual, lo cual dejó ver el nivel de relaciones académicas que tenía con estadunidenses, algunos de ellos trabajaron en Zacatecas.
Margarita Esparza también detalló que su padre participó en la fundación de la
Escuela de Humanidades en la UAZ, fue maestro de la secundaria Técnica y en su juventud fue periodista, con intereses por escribir de deportes.
Debido a que Esparza dejó un amplio archivo y fondo privado, su hija también historiadora desconoció aún qué pasará con él. Dijo que primero deberán organizarlo y saber qué hay porque tienen mucho desorden, quizás quepa la posibilidad de un día dejarlo abierto a consulta o hacerlo parte del archivo general de la universidad. En tanto el departamento de investigaciones históricas está adscrito la Unidad Académica de Historia y ahí será la propia universidad quien decida.
José Enciso finalmente comentó que historiadores actuales hacen juicios muy severos a sus homólogos antiguos, y emiten críticas “frívolas”, a Elías Amador por mencionar alguno, pero la gran diferencia radica en que ahora la computadora es al cerebro lo que el martillo a la mano y ante la enorme diferencia de la tecnología, se debe ver la obra de sus antecesores con respeto.
