En su protesta de ayer en el Congreso del Estado, frijoleros de distintos municipios denunciaron que el centro de acopio de Fresnillo está controlado por al menos cinco “coyotes” protegidos por autoridades, quienes compran el frijol a 15 pesos por kilo y lo revenden con márgenes que les dejan hasta 240 mil pesos de ganancia por cada 20 toneladas.
Productores de Sombrerete, Río Grande, Cañitas, Pánuco y Fresnillo arrojaron cebollas al piso del vestíbulo del Congreso y acusaron una red de corrupción que favorece a intermediarios, conocidos como “coyotes”, en perjuicio directo de los productores.
Señalaron a Jesús Esparza Ortega, Lety Márquez, Víctor Márquez y Mario Hurtado como algunos de los operadores de esta red, y responsabilizaron a María Luisa Albores, directora de Alimentos para el Bienestar (antes Segalmex), por permitir estas prácticas.
Exigieron también la destitución del director de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), a quien acusaron de otorgar financiamiento a estos mismos intermediarios. “FIRA es el coyote mayor”, denunciaron.
Detallaron que en algunos centros de acopio se han recibido camiones provenientes de Pachuca que se presentan como productores locales mediante contratos de arrendamiento falsos.
Informaron que estos hechos están documentos con evidencia fotográfica y precisaron que esposas de los acaparadores aparecen como titulares de los folios, desplazando a los campesinos. “A nosotros no nos dejan pasar ni con la cosecha ya lista”, señalaron.
Uno de los reclamos más urgentes fue el retraso en los pagos. Según los inconformes, hay más de mil toneladas entregadas que no han sido liquidadas desde hace más de mes y medio.
Esta falta de recursos, advirtieron, ha paralizado la preparación de la nueva temporada de siembra, justo cuando se anuncian lluvias propicias para cultivar maíz. Por ello, exigieron a las autoridades estatales y federales la entrega inmediata del diésel y las semillas que se prometieron desde abril, y cuya distribución consideran amañada.
Señalaron que no se les han entregado los costales necesarios para acopiar su frijol, lo que agrava aún más la imposibilidad de comercializar sus cosechas.
“Aquí el problema es que no tenemos costales, y yo le calculo que son mil toneladas las que traemos”, afirmó Fernando Galván, líder de productores de frijol en el norte del estado.
“El campo no puede sembrar promesas vacías, necesitamos hechos y no promesas” enfatizaron, mientras advertían que seguirán organizando contralorías sociales y acciones legales, incluso a nivel nacional, para denunciar la corrupción en el sector agrícola.
Además, se sumaron a las protestas de los maestros, quienes paralizaron la circulación por el Centro de la ciudad la tarde de ayer.
Por medio de cartulinas también acusaron a funcionarias como Yanet López, administradora en Juan Aldama, de haberse robado el dinero destinado a la compra de costales, y a Gabriela Castruita, encargada del centro de acopio en Espíritu Santo, de maltratar a los campesinos.