■ Primordial, analizar las tasas del ISR, que castigan en mayor medida a los ingresos bajos de personas físicas, y son más condescendientes con quienes tienen ingresos mayores
Un panel de expertos, entre ellos el diputado federal, Alfonso Ramírez Cuéllar y el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías, coincidieron en que es necesaria una reforma fiscal más justa y equitativa, que logre disminuir las diferencias socioeconómicas y una mayor recaudación.
Para lograrlo, puntualizaron, es esencial analizar las tasas del Impuesto Sobre la Renta (ISR), que “castigan en mayor medida” a los ingresos bajos (entre los 50 y 120 mil pesos anuales) de personas físicas, y son más condescendientes con quienes tienen ingresos mayores (desde los 3 millones de pesos).
Los especialistas explicaron que, actualmente, la contribución de las personas morales es equivalente a la que se registra en otros países, sin embargo, las personas físicas no suelen pagar sus impuestos debido a las altas tasas que esto representa; esto, señalaron, impulsa la desigualdad social.
En este tenor, se afirmó que es importante una reforma, sobre todo considerando las necesidades de la población, que tras la pandemia se centran en la salud y la educación; si lo recabado por medio de ISR se destina al pago de pensiones, el presupuesto para lo demás es escaso, precisaron.
Ramírez Cuéllar puntualizó que se ha logrado llegar a este consenso de que es posible desagregar el último tramo del que se aplica la tasa máxima de recaudación de ISR, y el deseo de establecer tasas diferenciadas para hacer más justo el impuesto, aunque se propuso también considerar en la discusión los otros tramos, para fortalecer comunicación con el pueblo y mejorar la recaudación.
De este modo, aseguró, se da paso a un mejoramiento de las condiciones económicas del pueblo mexicano; actualmente se deja en el olvido a mucha gente, dijo, particularmente los sectores de salud y educativo, de ahí el requerimiento de la reforma también en otros rubros.
Por su parte, Urzúa Macías, quien actualmente se desempeña en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, aseveró que la reforma es “necesaria y requerida”, porque en los gobiernos pasados y el actual “se ha cometido falla tras falla, y en lugar de resolverlo, se sigue agudizando la problemática”, afirmó.
La reforma, entonces, daría seguridad al ser una base inamovible; en este tenor recordó que, de los ingresos tributarios, menos del 14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), se debe disponer de la mitad de ellos sólo para pagar pensiones contributivas y no contributivas, lo que pone en riesgo el presupuesto para las demás necesidades.
Sin embargo, el académico comentó que, desde su perspectiva, el ISR es uno de tres pilares fundamentales para la reforma tributaria, en conjunto con una reevaluación del IVA y de los impuestos indirectos.
Los demás ponentes coincidieron con estos puntos, y agregaron que para un buen desarrollo nacional, lo ideal sería invertir el 25 por ciento del PIB, por lo menos, meta que nunca se alcanzará sin la reforma tributaria pertinente.
Aunado a esto, insistieron en la necesidad de que la reforma tome en cuenta el punto de vista de los expertos en la materia, para que tenga los resultados esperados.
La discusión se dio a propósito de la publicación del libro Posibilidades para una reforma al Impuesto Sobre la Renta de las personas, en el cual todos los ponentes colaboran como autores.
