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viernes, 29 marzo, 2024
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Obra que se realiza en la Alameda de Jerez “atenta contra su identidad”

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Exigen al INAH y a la Junta de Monumentos detenerla

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La asociación Amigos del Patrimonio de Zacatecas (Apazac) exigió la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas de Zacatecas para detener una obra que el municipio de Jerez realiza en la Alameda, ya que atenta contra la naturaleza, la historia y la identidad.

Carmelo Ramos Medina, presidente de la Apazac, señaló que “la historia de las culturas nos ha enseñado la conjunción que tienen el ser humano y su entorno ambiental como una simbiosis natural que, en rompimiento de esta relación, se genera un desequilibrio sistemático que tardará tiempo en recuperarse”.

En ese sentido, “la sola intención del gobierno municipal de Jerez de querer generar un espacio sombreado por un medio artificial, sacrificando un dosel arbóreo natural, bueno y sano que se ha generado a través de varias generaciones de ciudadanos que visualizaron una Alameda como tal, es un atentado contra la naturaleza, la historia, su identidad y principalmente a la sociedad en su conjunto”.

La obra que está realizando el municipio consiste en una megavelaria que pretende cubrir una cancha de baloncesto, pero la obra no tiene relación con el paisaje urbanístico ni la arquitectura de la Alameda y su entorno.

Refirió que hace tres meses la Junta de Monumentos del Gobierno del Estado colocó sellos de clausura a las obras que se estaban realizando, pero recientemente las quitaron sin que se dieran a conocer las causas por las cuales se validó esa construcción.

Aunado a ello, Ramos Medina indicó que esa construcción implicó el derribo de decenas de árboles del que tampoco hubo intervención de parte de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente (SAMA) o de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa).

“El tema sobre el respeto o cuidado que debemos tener para el medio ambiente, no debería ser solo un mandato regulado por normas o imposiciones de cualquier tipo de gobierno de nuestro planeta, debe ser de forma pensante, natural, moral e intuitiva, de sentido común entre los seres humanos porque lo que le hagas de modificación, alteración o abuso a los recursos que tienes para lograr un status con calidad de vida digna, se puede revertir en un periodo de tiempo no muy lejano. Por eso es necesario el consenso ciudadano para ser todos responsables de cualquier intervención. La ley lo obliga”.

Señaló que hay gran cantidad de ejemplos sobre el esplendor y decadencia de varias culturas que inclusive desaparecieron sus pueblos enteros y dejaron solo el legado histórico de su patrimonio tangible y poco se puede recuperar de lo intangible.

Sobre el tema arquitectónico, comentó que la Arquitectura Clásica nació de la observación de los antepasados sobre la naturaleza y, por ejemplo, la sección Aurea, tan famosa entre los griegos, era la proporción que guardan varios elementos vivos entre sí, dicha sección se toma de la forma del caracol.

Los elementos más importantes en la edificación son las columnas de soporte de sus grandes templos y en las cuatro grandes civilizaciones se trasladan los modelos vegetales de hojas y árboles que se identifican con cada una de las manifestaciones culturales, las hojas de acanto y caulículos en los capiteles griegos y romanos, la flor de loto en la egipcia y la zoomorfa en la mesopotámica. “Y desde entonces las edificaciones guardan una relación de integración entre el medio edificado y el medio natural”.

De esta manera, Ramos Medina explicó que la jardinería se manifiesta de acuerdo al sitio por sus cualidades físico-geográficas y las sociedades tratan de mantener un equilibrio de bienestar para lucimiento de sus poblaciones, lo cual ha sido hereditario de varias generaciones, “aunque hay ocasiones de personajes que teniendo un poder gubernamental, hacen destrozos en sus comunidades”.

“La razón de defender un sitio emblemático como la Alameda de Jerez obedece a un sencillo cuestionamiento: ¿nos podríamos imaginar nuestras tradicionales Alamedas mexicanas con este tipo de cubiertas aberrantes sobre un espacio dominado por una cubierta natural y de paisaje? No, no puede ser propio ni adecuado, es una invasión transcultural, logrado por 1as generaciones que forjaron un sueño en ese espacio; luego, ¿vendrá otra ocurrencia similar o peor de la administración pública en turno, a continuar con más pérdida de identidad local?”, cuestionó.

Ante esa situación, manifestó que la sociedad en su conjunto, en alianza con asociaciones civiles, académicas, profesionistas, arquitectos, urbanistas, paisajistas, historiadores, ambientalistas, “no permitiremos el derribo y talamiento de más árboles de la Alameda de Jerez. Un árbol talado jamás será recuperado, así como tampoco hay que permitir la colocación de ese elemento artificial que nada tiene que ver con la esencia de una Alameda típica como la de Jerez”.

Recordó que “Jerez es un oasis en un valle, que tiene la bendición del agua, de su tierra y de su gente, que le han permitido tras varias generaciones crear una población pintoresca, por todas sus cualidades culturales y ambientales”.

Ramo Medina concluyó que Jerez “es un centro de desarrollo económico-comercial en toda la comarca y su propia arquitectura es un legado de una influencia colonial original, con grandes patios claustrales, que envidiaría cualquier ciudad del mundo, con gran cantidad de plazas y jardines; ríos que la atraviesan en varias direcciones, sin olvidar sus hermosos templos y panteones, su legado artístico y artesanal, su gastronomía y sus tradicionales verbenas populares, desde las fiestas patronales hasta sus ferias de inicio el sábado de Gloria”, por lo que ese tipo de obras atentan contra su identidad.

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