■ En caso de que haya un regreso a actividades presenciales, los infantes necesitan ver el lado humano de sus padres y que vean que ellos tienen miedo de que les pase algo
En el contexto de la pandemia por Covid-19, el niño debe ser considerado como “un sujeto que piensa, que siente y que es capaz de resolver, por lo que lo deben dotar de responsabilidad. Los niños responden y lo saben bien”, afirmó Rosario Martínez Flores, coordinadora de Investigación y Posgrado de la Unidad Académica de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
Refirió que los adultos pierden la confianza y la autoconfianza fácilmente y eso impide que los niños muestren autoconfianza, entonces, los padres deben pasar a los niños su parte de responsabilidad para que sean precavidos y se cuiden.
En caso de que haya un regreso a actividades presenciales, dijo que el niño necesita ver el lado humano de sus padres y que vea que ellos tienen miedo de que le pase algo. De esa manera será más fácil que entienda la dinámica y que se responsabilice.
“Ahí va el asunto de la responsabilidad al niño. Yo mamá o papá, tengo miedo de que esto te pueda pasar porque estos son los riesgos o los peligros. Hay que integrarnos de cualquier forma y que el niño sea precavido. Así le paso su parte de responsabilidad, además de que la escuela y la maestra ayudarán en varios aspectos”, indicó.
Añadió que “el temor que tenemos los adultos es porque creemos que el niño no lo va a lograr, que no sabe, pero en el fondo el asunto está en nosotros mismos, que los adultos no hagamos las cosas correctamente”.
Es decir, Martínez Flores manifestó que el temor que tienen los padres de familia es porque creen que el niño no sabe y no va a lograr asumir una conducta responsable, pero el fondo es que los adultos sean quienes no hagan las cosas correctamente.
Señaló, entonces, que las familias deben replantear muchas cosas con los niños y voltearlos a ver como sujetos que son capaces de resolver situaciones y para ello será necesario de devolverles su espacio y su lugar, y así desarrollar su confianza para desarrollar su capacidad de resolución.
“Es importante dejar de ver al niño en una situación únicamente de problema, es decir, problematizar todo lo que le pasa en la infancia y empezar a ver en él otro tipo de sujeto, ya que se ha objetivizado y lo enfermamos y medicamos sin entender que él mismo tiene la posibilidad de resolver cosas por sí mismo”.
Por potra parte, expuso que el impacto del confinamiento en lo niños es muy variable y depende de las dinámicas familiares; por ejemplo, hubo casos en donde se generaron conflictos disciplinarios con los niños y ello pudo haber generado estrés y conductas violentas de los propios padres, en perjuicio del rendimiento académico, autoestima y confianza del niño.
Sin embargo, Martínez Flores dijo que también hay casos en donde antes de la pandemia ya había disciplina en el niño, de manera que en estos casos no hubo efectos negativos en padres e hijos.
