■ Las restricciones tuvieron como consecuencia cambios de conducta y comportamiento
■ La falta de visitas de voluntarios y las salidas ocasionales fue lo que mayor impacto tuvo en el ánimo de los ancianos: David Pérez, procurador de Protección de Niños, Niñas, Adolescentes
“Claro que se vio un gran impacto en la salud mental de nuestros abuelitos”, declaró Manuel David Pérez, procurador de Protección de Niños, Niñas, Adolescentes y Familias del estado de Zacatecas, en cuanto a los habitantes de la Casa de la Tercera Edad manejada por el Sistema Estatal de Desarrollo Integral de las Familias (SEDIF).
Aunque de cierta forma estaban preparados para una contingencia de esta naturaleza, es común que los habitantes del asilo sean resguardados, la falta de visitas de voluntarios y las salidas ocasionales fue lo que mayor impacto tuvo en el ánimo de los ancianos; “las restricciones han tenido como consecuencia cambios de conducta y comportamiento”, aseveró.
Por este motivo “el trabajo de los psicólogos es fundamental”, precisó Pérez, agregando que se incorporaron psicólogos que pudieran atender las necesidades emocionales de los adultos mayores; “les gustó mucho el poder desahogar de todas estas necesidades que ellos presentan”, dijo, como la necesidad de salir o ser visitados, precisó.
“Nuestros psicólogos han estado trabajando muy fuerte en el sentido de dar contención”, agregó, pues recordó que los albergados son personas de la tercera edad que han sido abandonadas por sus familias.
Aunado a esto, se han promovido actividades dentro del asilo para compensar lo que se ha limitado, como ejemplo, Pérez detalló que, “si antes se presentaba una pastorela, ahora ellos hacen su pastorela, si antes iban de primarias a presentar “El Grito”, ahora ellos hacen su “Grito” y tienen noche mexicana”; también, si antes se invitaban grupos o músicos para amenizar los días de los adultos mayores, ahora se les prestan bocinas y micrófonos, “y los abuelitos cantan, tenemos abuelitos que componen”.
Es decir, todas las actividades que en la normalidad se consideraban externas, se mantienen, pero entre los habitantes de la casa asistencial; incluso, el pasado agosto, mes del adulto mayor, se celebró la elección de reina de la tercera edad, hizo memoria del funcionario.
Asimismo, comentó que por lo general “tienen que hacer gran esfuerzo” para actividades exteriores porque en las casas asistenciales “están como en pandemia”, de ahí la transición relativamente tranquila.
Del mismo modo, “los eventos siempre se han hecho al interior de las casas”, dijo el procurador, por lo que no resultó difícil el cambio, al contrario; al tratarse de “una familia grandotota”, el confinamiento los fortaleció.
Pérez dio a conocer que no han tenido contagios de Coronavirus (Covid-19) ni en habitantes, ni en el personal, aunque estos últimos se han aislado de presentar síntomas sospechosos para evitar riesgos. En el mismo tenor, la casa asistencial se sanitiza semanalmente.
De forma adicional, 31 de los 36 albergados recibieron su primera vacuna en contra de la Covid-19, esto dentro de las mismas instalaciones “para no tener que sacarlos y arriesgarlos”; con esta oportunidad se sienten del otro lado, aunque no hay que cantar victoria. Quienes no se han vacunado es porque “aún no cumple con la edad”.
También en favor de la población mayor, se gestionó la vacuna para el asilo Casa de la Divina Providencia y el resto de asilos del estado, que se espera sean distribuidas conforme lleguen las vacunas a los municipios. De igual manera se promovió la solicitud para que se vacune a médicos, cuidadores y personal.
