La oligarquía absorbe buena parte del ingreso y sobre todo del excedente, y controla, por lo tanto, los principales medios de producción y la mayor parte de la riqueza social. Ejerce una gran influencia, que en ciertos campos suele ser decisiva, sobre la burguesía en su conjunto, (y el Estado) y aún en la ideología dominante y amplios sectores del pueblo… (Es) parte de una burguesía y de una economía estructuralmente subordinada al imperialismo.
Alonso Aguilar. La burguesía, la oligarquía y el Estado. 1972.
En efecto, la oligarquía y sus prominentes integrantes jamás dan la cara a la sociedad; los dueños de la mayor riqueza del país usan voceros de todo tipo para expresar sus poderosos intereses y enorme fuerza. Se reservan al extremo su aparición en público y si lo hacen será con una imagen o comentario amable ante la opinión pública. Jamás truenan o exclaman su coraje o sus reales intereses públicamente.
La oligarquía de hoy es diferente a la que analizó Alonso Aguilar en 1972, ahora es internacional y la oligarquía extranjera tiene hoy mayor penetración en México, ambas han cambiado, esperan los mejores analistas que nos actualicen su papel de enemigo principal del pueblo.
Su participación en el giro que dio el país a la derecha de 1982 a 2018 fue decisivo, a la vez fue el principal beneficiado del neoliberalismo, por eso mismo es un enemigo no confeso de la 4T, pero se expresa a través de sus voceros en las cámaras patronales, industriales, bancarias, comerciales; de los medios de comunicación masiva, partidos, sindicatos, de voceros de gobierno y poderes legislativo y judicial, etc. Su fuerza y presión directa es a través de la inversión, de la salida de capitales, los bancos y el empleo, etc.
Este fin de año ejerce su influencia y fuerza en el tema del outsourcing, y en el aumento salarial al mínimo, del primero quedaron complacidos al lograr posponer la reforma laboral de la subcontratación a febrero, pero tronaron en furia por el aumento del 15% al salario mínimo. Es decir, estamos en plena lucha de clases entre la patronal y los asalariados, aunque sea todavía una lucha sorda. Un “round de sombra”. En la que AMLO ha tomado partido por la justicia social. No así, Morena.
La oligarquía cuida como nadie su “limpia” imagen pública, por eso la mayor parte del tiempo prefiere la oscuridad, no aparecer haciendo declaraciones de ningún tipo, salvo como buenas personas o apoyando las mejores obras de gobierno. De plano, prefieren la sombra. Ya que cuentan con un ejército de voceros para hacer valer todo el tiempo sus intereses, privilegios y fuerza. ¿Por qué? Porque son conscientes de que sus intereses y privilegios son de unos cuantos millonarios, que no deben ser conocidos por la opinión pública. Se saben así mismos: los que promueven la riqueza de la minoría y la miseria de los trabajadores, la creciente desigualdad del país, los bajos salarios y empleo precario, se saben: enemigos del pueblo.
Los servidores incondicionales de la oligarquía sobran, las primeras páginas de Letras libres de septiembre de 2020, están dedicadas al pensamiento ejemplar del oligarca Don Eugenio Garza Sada; la medalla Belisario Domínguez de 2015, fue entregada por el gobierno de Peña Nieto al oligarca Alberto Bailleres, etc.
Los voceros de la oligarquía redoblaron sus ataques a AMLO por apoyar éste a los trabajadores ante el outsourcing y por otorgar el 15% salarial a los mínimos, por estar con la justicia social. Dieron alaridos y alarmas como pocas veces lo hacen, como si peligrara la patria, afirmando que reglamentar la subcontratación era provocar desempleo en la pandemia e igual se escandalizaron con el 15%, “se acordó sin consenso”, sin el visto bueno patronal y sin reconocer que la política patronal de 1982 a 2018 llevó al sótano el salario nacional, aún debajo de Guatemala y Honduras.
Casualmente la CTM no ha declarado su posición frente a la patronal, la CROC al menos se pronunció por AMLO ante el alza salarial del 15%, la CTM prudente ante la patronal, con la que acordó la venta de los contratos colectivos de protección patronal (CCPP) prefiere no manchar la imagen empresarial, sobre todo la de los jefes de ellos: la oligarquía.
En el gobierno de AMLO y en Morena, hay varios representantes populares o funcionarios de gobierno, que coinciden o prefieren estar del lado de los grandes e importantes empresarios, o de los líderes de las cámaras patronales. Y, desde luego, menos interesados en los trabajadores y la justicia social, como Ricardo Monreal y tantos más.
Juan Rulfo, el autor de la obra escrita más bella de la lengua española del siglo XX, según Borges y García Márquez, preocupado por su siniestro personaje Pedro Páramo, escribió:
“Las fuerzas del poder, no obstante que operan en todas las direcciones, permanecen en la oscuridad. Uno debe saber dónde se oculta aquello que causa tanto daño (…) quisiera saber qué es lo que hace tan miserable nuestra vida. Usted dirá que ese planteamiento no aparece en Pedro Páramo, pero yo le digo que sí, que allí está desde el principio y que toda la novela se reduce a esa sola y única pregunta: ¿dónde está la fuerza que causa tanta miseria?
Entrevista a JR no publicada. Los cuadernos de Juan Rulfo. Era. 1997.
