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viernes, 29 marzo, 2024
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El desafío del historiador es que la gente comprenda el momento histórico que vive: Jacobo Bernal

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

“La pandemia está marcando un punto inflexivo en la historia tan grande que las cosas nunca van a volver a ser iguales”

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Propone dejar de pensar la historia como una ciencia que sólo se enfoca en el pasado

 

La pandemia ocasionada por el Covid-19 está generando una crisis tan grande y a pesar de que aún no se observa cuándo culmine, va a terminar y el mundo se transformará y habrá un gran impacto, por lo que el gran desafío de los historiadores será comprender y descifrar ese cambio para hacerlo inteligible y ayudar a la sociedad a que comprenda la verdadera dimensión del momento histórico que está viviendo.

Así lo consideró el historiador zacatecano, José Eduardo Jacobo Bernal, en su conferencia virtual titulada “Escribir la historia en tiempos del Covid-19: responsabilidades y desafíos”, que se celebró en el marco del 11 Café Historiográfico que organiza la población estudiantil de la Unidad Académica de Historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).

En su conferencia, Jacobo Bernal propuso dejar de pensar la historia como una ciencia que sólo está enfocada en el pasado, pues esta, siguiendo los postulados del gran historiador francés Marc Bloch, estudia la humanidad a través del tiempo y esto implica que se voltea al pasado, al presente y al futuro, puesto que este último se construye con base en la visión del pasado.

De ahí pues, y partiendo también de la propuesta del historiador español Julio Aróstegui, quien plantea que el investigador del pasado estudia tres momentos: el coyuntural, y los estados sociales previos y posteriores a ese momento, Jacobo Bernal propuso que la actual contingencia sanitaria pudiera entenderse como un momento coyuntural, un tiempo “bisagra” en el ahora no es necesario que pasen 50 años para identificarlo, puesto que la sociedad actual está si está consciente de que está viviendo un momento histórico que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad.

“Algunos sueñan con regresar a la normalidad, a lo que se vivía en el 2019. Déjenme decirles tristemente que eso no va a pasar, nunca en la historia vamos a regresar al estado de cosas previo, la pandemia está marcando un punto inflexivo en la historia tan grande que las cosas nunca van a volver a ser iguales. Por eso cuando se habla de la nueva normalidad, en algún momento le vamos a quitar el adjetivo y sólo será la normalidad: va a existir un mundo pre covid y un mundo post covid”.

“Quienes nos dedicamos a la historia tenemos la responsabilidad de ser conscientes de este hecho coyuntural, de las implicaciones que genera estar viviendo un momento histórico, porque además viene el asunto ético, porque el historiador o la historiadora nos tenemos que hacer responsables de la carga ética cultural que tenemos hacía con la sociedad, porque los que estudiamos historia somos los traductores de un mundo que ya pasó y estamos viendo la sociedad del pasado desde el presente para proyectar un futuro. Tenemos por tanto las bases para poder explicare eso a quienes no estudian historia. Tenemos que ser capaces de explicarles por qué los cambios que están pasando, cómo se adaptan las sociabilidades, por qué el momento es coyuntural, por qué es importante reconocerlo”.

La labor del historiador, precisó el docente investigador de la BUAZ, no es sólo decir que ya habían sucedido pandemias, que por supuesto sirven como precedentes, pero esa urgencia por revisar las pandemias pasadas nace de una preocupación del presente, y al estar conscientes de este momento, obliga a buscar respuestas en acontecimientos que ya ocurrieron para saber cómo reaccionaron esas sociedades del pasado.

“Estoy convencido que la historia es sumamente importante para conocernos como sociedad, no como conocimiento anticuario, porque muchos piensan que la historia es una onda nostálgica y sólo recordar que el pasado fue mejor, pero no, la historia debe ser preformativa, es decir, debe transformar el presente y los historiadores debemos demostrar esa pertinencia”.

Para Jacobo Bernal, la pandemia también ha demostrado la necesidad de que los historiadores vuelvan a conectarse con la sociedad, y ese, considera, es uno de los grandes desafíos, hacerle entender a la sociedad que no solamente el historiados se dedica al estudio del pasado y aprovechar las herramientas para llegar a más públicos para difundir los contenidos históricos, que el resultado de las investigaciones se reflejen en Instagram, Tik Tok, Blogs, Podcast y a su vez beneficien a alguien. Se tiene que salir del consumo endogámico, aseveró el historiador, porque se produce mucho, pero sólo acuden los profesionales de la historia.

En este sentido, consideró también que la pandemia ha obligado a repensar el oficio dentro de todas las situaciones complejas que está generando y el cansancio que está provocando. De ahí que señale que la crisis no es negativa, sino que tiene un aspecto de transformación y está rompiendo muchas cosas que no se rompían hace mucho tiempo, por eso, aseveró, la historia puede servir para construir nuevos mundos posibles.

De ahí que finalmente hiciera un llamado a trabajar en comunidad, en equipos de apoyo, ya que la distancia ahora no es una excusa gracias a la tecnología. “Nos debemos a la sociedad como humanistas y receptores del subsidio federal. Tenemos una doble obligación de pagarle a la sociedad y hacerle comprender esa situación que estamos viviendo. No podemos escondernos detrás de nuestro escritorio y esperar a que vengan a preguntarnos. Tenemos que salir a la calle. Necesitamos romper la burbuja”, enfatizó.

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