La Gualdra 450 / Río de palabras
Recordé que nuestra historia nunca se escribió entre rosas y días de sol. Nos conocimos en el bar que solía frecuentar los viernes ante mis salidas del taller de mecánica. Descubrí que detestaba los días de invierno, las comidas chatarra, y la música arrabalera que le recordaba los golpes de su padrastro. No anhelaba una relación estable, lo que vio en su casa era suficiente para creer que nuestra relación se reducía a conversaciones del mundo, relaciones sexuales y aguardientes, que me alegraban pero nos alejaban de la posibilidad de un nosotros. Cuando le confesé que la amaba su frente se ciñó y permaneció largo rato en silencio, prometiendo que hablaríamos después del tema…
Han pasado seis meses y no regresó al bar. Sigo recorriendo sus pasos entre las orquídeas que tanto amaba, y sus fotografías se aniquilan entre mis lágrimas del ayer.
* Escritora colombiana.