«La desobediencia civil es la Piedra de toque del Estado democrático de Derecho» «todo Estado democrático de derecho que está seguro de sí mismo, considera que la desobediencia civil es una parte componente normal de su cultura política, precisamente porque es necesaria» Jürgen Habermas.
El estatuto de morena tiene un claro y ÚNICO procedimiento para elección de sus dirigentes, que consiste en Asambleas de militantes activos, con derechos partidistas plenos y vigentes, que en etapas municipales, distritales, estatales y nacional, nombran a los consejeros y estos, a los presidentes y secretarios ejecutivos.
Sin embargo con una interpretación muy retorcida del estatuto, el 26 de febrero el tribunal electoral mandató al partido morena elegir al presidente y secretario general del comité ejecutivo nacional, por medio del método de encuesta. El estatuto permite varios métodos para elegir a los CANDIDATOS que postula para la elecciones constitucionales, pero repito, para elegir a los DIRIGENTES internos del partido plantea un ÚNICO método, y es el de las asambleas de militantes. Con ello el tribunal está violentando la normativa constitucional ya que está interviniendo en las decisiones internas de un partido.
El 1 de julio el tribunal dio un paso más adelante y especificó que la encuesta debería ser «abierta».
Morena emitió una convocatoria en donde se realizarían las asambleas de militantes, paso por paso, a partir del 16 de agosto hasta nombrar a los consejeros nacionales.
Conforme a los requisitos de elegibilidad que marca el estatuto, de entre los consejeros nacionales se pueden proponer y auto proponer a los candidatos a presidente y secretario general del comité nacional.
Pero, Al igual que le está pasando al INE en la elecciones de Hidalgo y Coahuila, por instrucciones de la Secretaría de Salud, el pasado 13 de agosto se suspendió el proceso estatutario hasta que la pandemia del covid lo permita.
Esta suspensión prácticamente hace que los actuales presidentes nacional y estatal, sean los que van a conducir el proceso de selección de candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados, lo que cayó como balde de agua fría tanto a los equipos de Monreal cómo a los de Mario Delgado (Ebrard) los que con estas dirigencias, las actuales, tendrán muy difícil poder mangonear en las designaciones de los candidatos.
Ante esta suspensión, a las horas siguientes, ambos equipos interpusieron recursos jurídicos ante el tribunal, lo que hizo sonar aún más fuerte los tambores de guerra. Inmediatamente el presidente del CEN conminó al tribunal a no entrometerse en las decisiones internas del partido, advirtiendo que «no se permitirá que se violen los derechos de los militantes de elegir a sus dirigentes.»
Las advertencias de Ramírez Cuéllar no son lanzadas a un tribunal imparcial y justo, como se pudiera pensar, se lo dice a un tribunal que fue designado en el poder legislativo por un corrupto proceso de cuotas de partido, cuando Monreal y sus amigos priístas como Beltrones se pusieron de acuerdo para repartirse esos espacios
Esa conformación del tribunal y su comportamiento no es sorpresivo porque no es nuevo, lo que si es nuevo y gratamente sorprendente, es el discurso del ahora dirigente nacional de morena, que semana a semana sube de intensidad y que preconiza la desobediencia, «no vamos a permitir que se violen los estatutos, no podrá ser candidato a presidente del comité quienes no cumplan con el requisito de ser consejero».
No son sólo palabras, puesto que se ha venido desarrollando el proceso de concientización y organización de la militancia que permitiría que esta se involucre de forma extensiva e influyente en un determinado proceso de desobediencia civil a alguna resolución del tribunal que violentara el estatuto y la constitución.
Momento a momento el dirigente nacional ha mostrado su determinación de defender el estatuto y a la militancia, cada vez es más notoria también su capacidad y experiencia en organizar y «gestionar» el estira y afloja de este tipo de jugadas políticas.
Se percibe también, que la militancia está preparada para acompañar activamente las acciones de defensa del partido, que ante un eventual «ortegazo» como dice Ramírez Cuéllar, ante una eventual intromisión del tribunal electoral, se tendrá que movilizar.
Un liderazgo de este tipo y una militancia determinada, son la criptonita para las élites caciquiles que avasallan a las militancias, a partir de tener apergollados a los tribunales electorales.
Veamos cómo resuelve el tribunal electoral federal los recursos pendientes… y estemos listos y resueltos para el activismo que nos corresponda a cada uno hacer. ■
Nos leemos en la próxima.
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