Un grupo de treinta “intelectuales” de la derecha mexicana suscribió una carta en la que sostienen diversas posturas, como la idea de conformarse como un frente contra el autoritarismo, así como por la defensa de la democracia, la que para ellos es aquella en la que ellos ostenten una mayoría en el Congreso para rechazar y confrontarse contra toda propuesta del Presidente y del Grupo Parlamentario que representa al proyecto de la cuarta transformación.
El objetivo es claro, atacar todo principio democrático por el que los Ciudadanos deciden por quién emitir su voto, a quien respaldar en las urnas y a quiénes elegir como representantes populares independientemente de la cantidad de estos que pudieran ser arrojados.
Morena obtuvo un triunfo aplastante en el año 2018, mismo que se vio reflejado en una gran cantidad de legisladores federales, que según las reglas legislativas obtienen una gran mayoría dentro del Senado y de la Cámara de Diputados, sin que ello quiera decir que no exista legislador alguno de la oposición en la máxima tribuna del país o que esta (la oposición) no se encuentre representada dentro de dicho poder.
Para estos intelectuales, la Democracia no es un sistema con reglas establecidas que tiene el objetivo de que la voluntad del pueblo se vea reflejada en la toma de decisiones basado en un proyecto que represente ideas y objetivos que beneficien a todos los mexicanos, mucho menos tienen el interés de reconstruir la credibilidad que durante años fueron perdiendo gracias a la corrupción, impunidad, pobreza e injusticia alcanzada por sus representantes, sino que el interés de dicho grupo es el de invitar a los mexicanos a votar el próximo año por los candidatos que no sean de morena o de aquellos afines al proyecto de la cuarta transformación para lograr romper con esa mayoría en el Congreso que si representa la voluntad popular.
La idealización de la Democracia de estos supuestos intelectuales, es basada en un sistema en el que se pueda evitar una representación basada en la voluntad del pueblo, es decir, que la soberanía no recaiga en el pueblo, si no en un sistema en el que la Democracia sea creada a gusto y según los intereses de unos cuantos, en este caso de treinta personajes entre políticos, escritores, columnistas, entre otros.
Los últimos dos sexenios, ni Felipe Calderón, ni Peña Nieto contaron con el número de Legisladores suficientes para poder implementar reformas trascendentales, de ahí surgió la necesidad de conformar frentes como el que conformaron las fracciones del PRD, PRI y PAN para llevar a cabo las reformas estructurales del pasado sexenio, aún así tuvieron la necesidad de comprar el voto legislativo de algunos de ellos para las últimas reformas estructurales, sin embargo, en una Democracia como en la de nuestro país, la oposición se veía reflejada por unos cuantos legisladores de la izquierda.
Ahora que ellos se ven reducidos en un gran porcentaje de legisladores como consecuencia de sus malos gobiernos y de la voluntad del pueblo, proponen un bloque con el objetivo de proteger un modelo democrático que solamente existe en su idear, como si los mexicanos fueran seres sin conciencia social ( incapaces de comprender la realidad política en el país) buscar engañarlos señalando que vivimos una tiranía por el hecho de existir una mayoría de representantes populares de la cuarta transformación en el Congreso no rendirá frutos, pues el enorme respaldo y aceptación hacia el gobierno de la cuarta transformación traerá nuevamente un gran arrastre de representantes populares.
Los que perdieron grandes beneficios se encuentran desesperados, en esta última ocasión recurren a un supuesto grupo de intelectuales para buscar el respaldo social basándose en una falsa democracia, proponiendo convertirse en una oposición sin ideal o proyecto colectivo alguno, centran su esfuerzo en el objetivo de frenar a como de lugar, los cambios que se buscarán implementar en la segunda parte del sexenio de López Obrador, la oposición hoy carece de ideales, principios o proyecto alguno, su existencia se basa en atacar sin argumentos todo lo que tenga por objetivo enterrar el viejo sistema al que se aferran.
Los intelectuales de la derecha y su falsa idealización de la Democracia tiene su respuesta en el gran respaldo que se vive a diario en los debates en la vida pública, en las personas que defienden por toda vía el proyecto del Presidente, que divulgan información para contrarrestar la desinformación y los ataques sin sustento. Los falsos intelectuales de la derecha pronto toparán con su realidad, la desaparición de su sistema gracias a la voluntad del pueblo mexicano. ■
