Entre el gobierno que hace el mal
y el pueblo que lo consiente hacia
cierta solidaridad vergonzosa.
Victor Marie Hugo
Poeta y novelista francés
Ante el estado cosas que padece el sistema educativo mexicano, se requiere de la participación de todos los actores del hecho educativo así como de verdaderas organizaciones no gubernamentales para que se dé un nuevo rumbo a la educación; ello con la intención de frenar la imposición de políticas educativas arbitrarias y sin sentido ni utilidad social. De esta manera, se requiere inactivar la participación de organizaciones sociales que a la fecha solo han actuado de manera coludida con el gobierno, en perjuicio del sistema educativo. Es fácil identificar los discursos políticos con olor a naftalina, su interpretación debe hacerse entre líneas para desenmascarar la demagogia con la que pretenden engañar al pueblo, es urgente pues, la implementación de una política educativa donde tengan cabida todas las expresiones y se promueva así un movimiento nacional en defensa de la educación.
Indispensable es el generar nuevas expectativas para el ámbito educativo, estas podrían ser de alto impacto si y solo si, dejan de tomarse decisiones arbitrarias y unilaterales, si dejan de coludirse gobierno y clase política que solo imponen y no dan pie a propuestas. A la fecha, lo único que existe es el diseño de modelos curriculares alienantes y de sometimiento, orientados a formar capital humano para empresarios voraces e insensibles; existe tanta anuencia para ello de parte de la organización sindical “oficial” y “representativa” de los trabajadores de la educación que, el secretario general del sindicato nacional de trabajadores de la educación, de manera irracional e irreflexiva asevera que ante esta crisis de salud que se vive, los centros educativos no se han cerrado puesto que la modalidad virtual ha fortalecido el proceso educativo….. ¿Será?
Creo, se debe considerar a la modalidad “educativa” virtual como imposible para que cumpla cabalmente con el plan de estudios vigente, hace falta rediseñar el modelo educativo dado que el actual se pensó para trabajarlo de manera presencial; si siguiera vigente esta modalidad virtual, se necesitaría cambiar el rol de los educadores –a facilitadores del aprendizaje-, así, los alumnos se empoderarán de forma tal que, serían los dueños de su propio aprendizaje. Esto sería coyuntural puesto que el docente se convertiría en facilitador para dejar de enseñarles a los alumnos y dejar que estos aprendan por sí solos –la enseñanza del maestro, mata el aprendizaje de los alumnos-. Esto será posible si se empata la formación profesional del docente con la formación socioemocional del mismo así como la de los educandos.
Es preciso sacar provecho de todo este estado de cosas que estamos viviendo a consecuencia de la pandemia, para ello, es preciso también pensar en que no estamos ante una crisis, sino ante el colapso de las instituciones y, la educativa es una de ellas; esto, nos obliga a generar nuevas condiciones para estructurar una institución renovada, alejada de vicios y corruptelas y, pensada para servir al pueblo y no servirse de él. Volviendo a la virtualidad en educación, formar comunidades con estas características se dificulta debido a dos razones: 1) se requiere que los primeros años de educación deben ser escolarizados dado que la socialización entre educandos es fundamental y, 2) una comunidad virtual de estudios superiores muestra dificultad dado que no fortalece la actividad crítica de los estudiantes.
Se espera pues, que a raíz de esta crisis sanitaria, se tomen las mejores decisiones en cuanto al cambio obligado en la administración educativa y el fortalecimiento de los procesos se hagan realidad; se necesita una transformación total en todos y cada uno de los espacios del sistema educativo. En caso de que las políticas en educación no cambien sustancialmente, es probable que caigamos en una agonía institucional, se condenará a los educandos a sufrir los peores males dado que se les coartará su capacidad reflexiva y crítica, necesaria para atenuar sus propios males y generar alternativas para fortalecer a la sociedad. En caso de no hacer lo correcto en este proceso de transformación, el sistema educativo seguirá en manos de gente sin escrúpulos, que solo desearían el bien personal y no de una comunidad, se seguirá domesticando mentalidades de quienes tendrían la misión de darle un mejor rumbo al sistema educativo.
Sobre este respecto, es preciso tener en mente que la humanidad debe transformarse de manera urgente, para ello, se le debe dar al sistema educativo el voto de confianza para que esto suceda, incluso, se podría retomar la propuesta que en 1999 planteo el filósofo y científico Edgar Morín, misma que plasmó en su obra “Los siete saberes de la educación del futuro”. Puntualizaré estos:
Ceguera del conocimiento: el error y la ilusión
Los principios del conocimiento pertinente
Conocer la condición humana
Adquirir la identidad terrenal. Más allá de la nacionalidad
Aprender a enfrentar la incertidumbre
Desarrollar empatía
Construir la ética del género humano ■
