El 3 de noviembre de este año se celebrarán elecciones presidenciales en Estados Unidos. Es muy probable que Donald Trump sea reelecto para otros cuatro años en el cargo, aunque no es tan pequeña la probabilidad de que el Partido Demócrata emerja de su elección interna con un candidato capaz de entusiasmar a los cada vez más norteamericanos que dudan sobre la idoneidad de Trump. Los mexicanos con derecho a votar se han convertido en un factor de poder importante, pues las encuestas reportan que la mayor parte de ellos están convencidos de que votar por cualquier otro es mejor que hacerlo por Trump. Reelegir a ese personaje equivaldría a un suicidio.
El día de mañana martes 3 de marzo, conocido en los medios políticos de Estados Unidos como súper martes, se llevarán a cabo elecciones internas en 14 estados y un territorio, entre ellos dos de los más poblados e importantes: California y Texas. Se espera que este día sea el punto de inflexión para el ritmo de la campaña en las primaria demócratas ya que varios candidatos podrían pegar el salto y colocarse a la cabeza de la carrera o perder las esperanzas presidenciales por completo como lo acaba de hacer Pete Buttigieg. En cuanto al Partido Republicano hay que decir que aunque existen otros aspirantes, Trump va en caballo de hacienda por la nominación.
El súper martes es la fecha más importante del periodo de primarias porque se calcula que en los 14 estados -y un territorio, la Samoa Americana- que votan simultaneamente, reside cerca del 40% de la población del país y hay mil 357 delegados en disputa. Para obtener la nominación presidencial demócrata un candidato tiene que conseguir mil 991 de un total de 3 mil 979 delegados que se seleccionarán en las primarias y concurrirán a la convención nacional demócrata. Un candidato debe ganar más de la mitad para asegurar la nominación en ese partido. Además, esta elección incluye a una enorme diversidad de electorado no sólo geográfico sino étnico. Por ello, el esfuerzo de las campañas para este día es muy grande ya que deben enviar su mensaje a electorados diversos que van desde el extremo oeste del país en California, pasando por Texas hasta el extremo este, en estados como Carolina del Norte.
¿Qué estados votan y cuántos delegados escogerán? En total son 14 estados y un territorio: Alabama: 52 delegados. Arkansas: 31 delegados. California: 415 delegados. Colorado: 67 delegados. Maine: 24 delegados. Massachusetts: 91 delegados.Minnesota: 75 delegados. Carolina del Norte: 110 delegados. Oklahoma: 37 delegados. Samoa Americana: 6 delegados. Tennessee: 64 delegados. Texas: 228 delegados. Utah: 29 delegados. Vermont: 16 delegados. Virginia: 99 delegados. Los demócratas en el extranjero también votan en esa fecha y designarán 13 delegados más.
El promedio de los reportes de las encuestas indican que senador por Vermont, Bernie Sanders, llega como puntero al Supermartes y en pleno ‘momentum’, tras su contudente triunfo en Nevada y primeros lugares en Iowa y New Hampshire. Además es el favorito en la mayoría de las encuestas nacionales y particularmente en Texas y California. Esta fecha podría catapultarlo como líder indiscutible y volverlo inalcanzable en la contienda.
El ex vicepresidente Joe Biden logró el sábado anterior un triunfo muy valioso en Carolina del Sur que fue oxigeno puro para su alicaída campaña. Tras meses siendo el favorito, ahora le sigue a Sanders en los sondeos. Biden había resultado en primer lugar en prácticamente todas las encuestas nacionales de intención de voto hasta principios de febrero, pero poco a poco su liderazgo se fue diluyendo tras sus decepcionantes resultados en Iowa y New Hampshire. En Nevada quedó en un distante segundo lugar. El súper martes puede colocarlo frente a frente al senador y volverse la opción progresista moderada para la candidatura presidencial demócrata. Esa parece ser la intención subyacente en el retiro de Buttigieg.
Esta será la primera elección del multimillonario exalcalde de Nueva York Mike Bloomberg. Está en tercer lugar en los sondeos nacionales sin haber participado aún en ninguna primaria, en buena parte por su agresiva campaña mediática, que cuenta con un presupuesto de 450 millones de dólares de su propia fortuna. Por su enorme riqueza y sus inteligentes evasivas a los insultos del presidente Trump, muchos ven el él una ‘receta’ para vencer al republicano en noviembre. Sin embargo, el sector más progresista del partido desconfía de su condición de billonario y afirman que no es realmente un demócrata convencido (recuerdan sus cambios de afiliación de demócrata a republicano a independente y de nuevo a demócrata) y que de nóminarlo los electores tendrían que elegir entre dos candidatos con intereses muy parecidos.
La senadora Elizabeth Warren está en cuarto lugar en las encuestas y llega al súper martes necesitando victorias que matemáticamente la coloquen en la pelea contra Sanders y Biden. El estado que representa la senadora, Massachusetts, vota en esta jornada pero ella no es la líder indiscutida en las encuestas allí, sino que está casi igual que Sanders. El sector más progresista del partido creé que si no ocurre un milagro que la catapulte, la senadora analizará la posibilidad de retirar su candidatura y expresar su apoyo a Bernie por su afinidad ideológica. ■
