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El Mirador de Heródoto La crónica y la identidad institucional en la BUAZ. Síntesis 2019 1/2

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* •

“El cronista es un investigador, un historiador, un literato, un poeta, un músico, un artista, un escritor y más. En la mayoría de la ocasiones más por voluntad y amor a su entorno, el cronista se dedica con pasión desmedida al rescate, manutención y difusión de la Memoria Histórica.

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El Mirador de Heródoto, 17 de julio 2014

El final de un año siempre es una buena oportunidad para hacer una revisión de lo logrado y lo que no fue posible alcanzar, cómo nos sentimos con respecto a eso y cómo podemos mejorar, en mi caso personal, del ejercicio de la crónica en la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).

En términos generales al cronista se le considera el guardián de la memoria de un grupo humano, ya que en calidad de testigo narra, describe y registra sucesos desde una perspectiva individual y contextualizadora. Y a propósito de los registros que elabora el cronista, vale recordar una cita latina atribuida al senador romano Cayo Tito: “Verba volant, scrīpta mānent”, que significa “las palabras vuelan, lo escrito permanece”; esto es, la palabra es fugaz, efímera, carente de entidad si solo se le pronuncia, en tanto que si se le escribe, adquiere valor documental y con el tiempo se convierte en fuente primaria para los historiadores.

Y es bien sabido que el conocimiento del pasado permite comprender el presente. No es posible planear el desarrollo de las instituciones ni de las ciudades sin el conocimiento previo de su historia. Y algo muy importante, los saberes del acontecer del pasado abonan la conformación de la identidad de una comunidad al nivel que sea.

Ahora viene este auto-cuestionamiento: ¿el cronista de la BUAZ ha dejado registro integral de las múltiples e importantes actividades que se realizan al interior de nuestra “alma mater”? Obviamente, no. Deplorablemente, no. La causa es simple, el universo de acción institucional es enorme y el registro de lo que sucede es inabarcable por una sola persona.

En el ciclo escolar 2017-2018 estaba conformada así: 1 plantel de educación secundaria; 13 preparatorias; 28 unidades académicas de licenciatura y posgrado y 4 centros de investigación, a través de los cuales imparte 40 carreras; 44 posgrados y 9 especialidades.

Fiel a su misión “genera, difunde y transmite el conocimiento científico, tecnológico y humanístico, en la perspectiva de inclusión con responsabilidad social; forma profesionistas con perfil integral, crítico y propositivo; genera investigación permanente y propuestas de solución a los problemas sociales; ejerce liderazgo y es salvaguarda del patrimonio cultural y natural a través de proyectos emergentes de cara a las demandas del contexto próximo y global, así como la internacionalización de la oferta educativa en el marco de los valores universales de autonomía, justicia, libertad, tolerancia y compromiso social”, a través de innumerables actividades, mismas que a un solo cronista no le es factible registrar y difundir.

Una solución al respecto consiste en que cada área de actividades, cada unidad académica tenga un cronista que se ocupe de registrar por escrito los eventos significativos que se realicen en esa franja institucional, además de reconstruir el proceso histórico de la misma, y lo más importante, difundir tal información como una vía para fortalecer la identidad institucional y el orgullo de pertenencia de los universitarios de ese sector.

La identidad entendida como la plena conciencia de ser miembro de una comunidad, esto es, sentir, participar y estar vinculado permanente y activamente a las acciones y valores que son comunes a los universitarios, es un sentimiento de lealtad, respeto, agradecimiento, orgullo y responsabilidad para contribuir al engrandecimiento institucional.

Subrayaré la importancia de fomentar en la universidad el sentido de identidad del estudiantado con su respectiva carrera, plantel educativo, y su complemento, el sentido de pertenencia, arraigo y afiliación.

Maslow (1954) coloca al sentido de pertenencia en el segundo nivel de la pirámide de las necesidades humanas. Para sentirse pertenecer se precisa de una vinculación afectiva, un sentimiento identitario como medio de apropiación de símbolos y significados de dicha colectividad. De ahí deriva la importancia de que los estudiantes conozcan la historia tanto de su carrera, como de su unidad académica, de la BUAZ, y del patrimonio cultural material e inmaterial de la misma.

Teniendo claro que el sentido de pertenencia es un motor del comportamiento humano, su fortalecimiento conviene establecerlo como objetivo institucional. Al cronista le compete propiciar actividades atractivas para alcanzar tal propósito. Según los estudiosos del tema (Thomas 2012), la carencia de sentido de pertenencia en los estudiantes impide el logro y el bienestar, mientras que su existencia se convierte en un potenciador de éxito académico.  Saludo con admiración a los docentes de la BUAZ que de manera apasionada se ocupan de rescatar la historia de alguna unidad académica. En esta ocasión a Juan Manuel Rivera Juárez quien esclarece la historia de la Escuela de Ciencias Químicas.

Ser universitario es un privilegio; es deseable que para este 2020 empecemos de manera conjunta a luchar por fortalecer la identidad institucional y el orgullo de pertenencia. Recordemos que cada uno de nosotros y todos juntos somos la BUAZ.

En las siguientes publicaciones haré un recuento de lo más sobresaliente en nuestra benemérita institución en este agónico 2019. ¡Felices fiestas!

Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto.

*Cronista de la UAZ

[email protected]

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