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martes, 16 abril, 2024
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México Lindo y Podrido… y Zacatecas otro tanto El pan y su iniciativa pro vida (segunda y última parte)

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Por: JOSE DE JESUS REYES RUIZ •

Hace una semana, nos permitimos compartir con nuestros lectores el proyecto de iniciativa que el PAN y su dirigencia anuncio que presentaría en el corto plazo – pero que aún no lo ha hecho según entiendo – y que tiene que ver con lanzar toda una propuesta EN CONTRA DEL ABORTO.

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Comentamos – porque es de gran importancia – que las personas que nos consideramos de izquierda no estamos a favor del aborto, e insisto de nueva cuenta en ello para que quede bien claro, la posición de la agenda progresista está a favor – no del aborto – sino de la despenalización del mismo que son dos cosas diametralmente opuestas y distintas. Sentimos que las creencias de una persona no necesariamente son las de otras personas, y que nosotros los católicos – me asumo como tal – tenemos que inculcar en nuestra familia primero y tal vez en aquellos que están cercanos a que existen muchas formas de evitar el embarazo pero que si de alguna forma por un descuido nuestras hijas o conocidas quedan embarazadas, siempre existen formas de seguir adelante con el mismo porque esto es lo que nos inculca nuestra religión – salvo en el caso de una violación donde las cosas cambian – y que al finalizar de no querer formar al hijo de la gestación, siempre existen familias que están deseando tener un hijo adoptivo.

Comentamos que la discusión científica actual no define con precisión el inicio de la vida como un ser humano con todos sus derechos, aparentemente la actividad cerebral es la que define la vida y esa no se presenta antes del tercer mes, y pusimos el ejemplo de las primeras semanas de embarazo donde en la etapa de la mórula no existe un embrión insipiente sino solamente celulas – llamadas madre – idénticas las unas y las otras que en etapas posteriores se estratifican – es decir se dividen en capas – pero que aún no constituyen un ser humano, por lo que aun como católico me cuesta trabajo aceptar que el ser humano deba ser considerado como tal desde el momento de la gestación.

Después hablamos un poco de lo que se considera como vida y como atentamos aparentemente contra la vida aun cuando por ejemplo nos cortamos el cabello o nos rasuramos dañando células superficiales de la piel de la cara, por poner solo un par de ejemplos.

Es decir el debate podría darse y debiera darse en forma seria y profunda aceptando todos los argumentos que presenten los que tengan una posición diferente a la nuestra con respecto al tema.

Lo que no se vale es improvisar sin conocimientos, y mucho menos MENTIR, por que yo le escuche afirmar a la dirigente del PAN que en el país no había más de 5 casos de mujeres en prisión por delitos relacionados con el aborto, y esta es una mentira imposible de aceptar, ¿A quien quieren engañar? Vean el último censo que el gobierno federal realiza con el objetivo de la nueva ley de AMNISTIA a las personas que se encuentran en prisión por delitos menores, y se darán cuenta que el último dato nos da una cifra de más de 4 mil mujeres que se encuentran en prisión por delitos relacionados al haberse practicado un aborto y que ahora con el nuevo gobierno pueden salir de prisión gracias a la propuesta de ANMISTIA de López Obrador.

Así es que para aquellas mentes piadosas que sienten que tienen que bloquear con todo al aborto y que pretenden inventarnos que su pretensión no es la de penalizar a quienes se ven en la necesidad de realizarlo vean a las miles de mujeres que han tenido que entrar a prisión y sufrir dentro de prisión todo lo que puedan ustedes imaginarse solo porque fueron en un descuido embarazadas, en un embarazo no deseado y tomaron la decisión de interrumpirlo pero que con reglas anacrónicas a nuestros tiempos, donde una persona intenta que todos los demás piensen como ella y bajo el agua piden castigo ejemplar para quienes se encuentran en una circunstancia difícil como la de un embarazo no deseado.

Y en el colmo de las mentiras nos hablan de que su propuesta es PROVIDA, es decir a favor de la vida, y solo, tan solo permítanme darles algunos datos registrados por investigadores conocedores del tema, en los últimos 10 años desde que se despenalizo el aborto en la ciudad de México, se han practicado alrededor de 300 mil abortos en los hospitales de la CD de México dentro del sistema público hospitalario, y por increíble que parezca, los índices de complicaciones están cercanos al 0 y la mortalidad es de 0 por que son procedimientos bien cuidados y no clandestinos como tienen que hacerse fuera de la ciudad capital.

Mientras esto sucede en la ciudad de México, se calcula que en el país se han practicado alrededor de 3 millones de abortos en forma clandestina, y los índices de complicación de estos abortos practicados en pésimas condiciones de higiene médica es de casi de un 50%, y de este 50 % es decir de este millón y medio de mujeres que se complican por tener que practicarse un aborto bajo estas condiciones, la mortalidad es de hasta un 40% es decir cerca de 600 mil mujeres mueren por tener que ocultarse para realizarse un procedimiento de este tipo, y se ocultan por que personas como las que se dicen pro vida impulsan iniciativas que al final de cuentas, digan lo que digan lo único que buscan es la penalización del acto al que se ven obligadas por las circunstancias las mujeres – jóvenes en su mayoría – que no tienen la posibilidad – o el conocimiento – de que pudieran viajar a la ciudad de México para ser debidamente atendidas.

Lo más reprobable de iniciativas de este tipo es que podemos estar frente a personas que piensen diferente a nosotros los católicos, o los miembros de otras denominaciones religiosas, y ya dijo Voltaire “puedo estar en desacuerdo con tu pensamiento, pero mi obligación es defenderlo por mas diferente que sea al mío” es decir no podemos ni remotamente influir en la Ley que depende solamente del Estado para influirla con ideas religiosas que los demás no tienen por qué tener o profesar, y ellos – o más bien ellas – tienen todo el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Si esta es su forma de pensar y su ideología, no solo tenemos que respetarla sino sobre todo tenemos que defender su derecho a pensar diferente.

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