Cuando en septiembre de 2015 fue aprobada la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible por países miembros de la Organización de Naciones Unidas, se aprobaron 17 objetivos, orientados a generar una transformación global que integrara las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo, bajo una premisa que al paso de los años se convirtió en emblema: “No dejar a nadie atrás”. El enunciado exige que sociedad civil y sector privado sumen sus voces y acciones a las de los gobiernos.
Como complemento, la Agenda 2030 requiere otros mecanismos para fortalecerse, entre ellos el de Gobierno Abierto y de Resultados –que hoy llama nuestra atención–, concepto que se concibe como esquema de gestión y generación de políticas públicas enfocadas a atender y solucionar los problemas, mediante participación de ciudadanos y agrupaciones civiles de toda índole y el sector empresarial.
En el Plan Estatal de Desarrollo 2017-2021 (PED), el gobernador, Alejandro Tello Cristerna, recoge el espíritu de la Agenda 2030 y lo complementa con todas las necesidades locales expresadas por la sociedad zacatecana.
Debe señalarse que al elaborarlo, el Gobernador permeó en el PED cuatro principios individuales: austeridad, honestidad, sencillez y compromiso con el trabajo, enriquecidos con una dotación de empatía hacia las necesidades y aspiraciones de las y los zacatecanos. Todo esto, implementado en un contexto de mayor apertura, máxima transparencia y fácil acceso público a la información.
El Gobierno Abierto y de Resultados esencialmente procura construir una institución pública honesta y corresponsable con los principios éticos que exige la función pública, con las metas de recobrar la confianza, erradicar la corrupción, darle total transparencia y máxima publicidad a sus acciones y someterla a una evaluación constante y accesible a toda la sociedad.
Estos conceptos tienen plena vigencia en Zacatecas, donde se han fortalecido las instituciones y las prácticas de la administración pública, a través de una innovada participación ciudadana, incluso reforzada con un papel más actuante de la juventud y de sectores que estaban excluidos de la interactividad social.
En armonía con objetivos de la Agenda 2030 y de nuestro PED 2017-2021, hoy zacatecanas y zacatecanos de todos los sectores se han empoderado y la respuesta a sus exigencias de transparencia y rendición de cuentas son escuchadas y atendidas.
En este avance contribuyen las innovaciones en la comunicación y las nuevas tecnologías de la información, con las cuales todo ciudadano tiene acceso a datos para saber qué y cómo realiza el gobierno sus funciones, desde acciones sociales y obras públicas, hasta cómo gasta el último peso.
En una nación que avanza aceleradamente por nuevos derroteros, impuestos por cambios políticos, económicos, tecnológicos y de comunicación, es imprescindible que las entidades federativas aceleren sus transformaciones, tal como sucede en Zacatecas, donde los conceptos de Gobierno Abierto y de Resultados encuentran respuesta positiva.
Aquí el gobierno abierto no es una quimera, sino una realidad, porque los datos están abiertos, hay leyes de acceso a la información, plataformas digitales para la transparencia, eficiente combate a la corrupción, se escucha la voz ciudadana y las agrupaciones civiles tienen espacios para maniobrar y darse presencia en la vida pública. Todo esto da por resultado que la sociedad civil incida directamente en los planes de desarrollo y en sus modificaciones.
No obstante, para que los compromisos gubernamentales con la transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, tecnología e innovación no pierdan vigencia, conviene recordar sus características.
En transparencia, quienes gobiernan debe recordar que la información sobre actividades y decisiones debe estar abierta y actualizada, ser exhaustiva y fácilmente estar al alcance del público.
Para la rendición de cuentas hay reglas, normas y rutas para que el gobierno justifique sus acciones, responda a críticas o requerimientos y acepte responsabilidades por omisiones o errores.
La participación ciudadana debe ser promovida por el gobierno y la sociedad civil, instando a los ciudadanos a participar en debates públicos y aprovechar la buena disposición para recibir quejas y propuestas.
En cuanto a tecnología e innovación, la administración pública debe reconocer la importancia de proveer a los ciudadanos acceso abierto a las tecnologías de la información, para convertirlas en eficaz herramienta para impulsar el empoderamiento de los ciudadanos.
Puede decirse que la mesa está puesta para que la sociedad dialogue e interactúe más con las autoridades estatales y así su voz incida en todas las decisiones que le conciernan, “para no dejar a nadie atrás”. Que unos pocos decidan no abona a la democracia. ■
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
