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jueves, 28 marzo, 2024
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María Hanneman Vera realizó su primer concierto en Zacatecas, junto con la OSJ

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Por: ALMA RÍOS •

■ Interpretó los tres movimientos del concierto para piano número 23, de Mozart

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■ Con 12 años de edad, la pianista ha sido calificada como una “niña prodigio”

 

María Hanneman Vera (Ciudad de México, 27 de marzo de 2006) tuvo su primer concierto en Zacatecas. Acompañada por la Orquesta Sinfónica Juvenil (OSJ) de la Unidad Académica de Artes de la UAZ, que dirige Cristina Pestana Alpízar, interpretó ayer por primera vez al público los tres movimientos del Concierto para piano número 23 en La mayor (K 488), de Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791), en el contexto de celebración del 5 Festival de Jóvenes Músicos que se desarrolla del 11 al 15 de febrero de 2019 en el Teatro Fernando Calderón.

Con 12 años de edad, la pianista ha sido calificada como una “niña prodigio”, sin embargo, para ella esta descripción suena un poco “rara” y prefiere ser percibida como una niña normal que va a la escuela como otros, que gusta de compartir el tiempo con sus amigas “y que toca el piano”.

Sin antecedentes familiares que incidieran directamente en su vocación, Hanneman Vera inició su formación musical a los cuatro años y medio de edad; en este momento está por cumplir los 13 y cursa el primer grado de educación media básica.

La música le gusta, dijo en entrevista con este medio, porque puede transmitir emociones y sentimientos como la alegría o la felicidad, la tristeza o el enojo.

Este arte también le ha obsequiado la posibilidad de viajar a festivales y concursos en los Estados Unidos, Canadá, Italia, Suiza, Perú y Costa Rica en el entorno internacional, y en las ciudades de Morelia, Guadalajara, Guanajuato, Monterrey y Zacatecas en su propio país.

Recientemente María tuvo la oportunidad de tocar en una de las salas del Carnegie Hall, y apenas la semana anterior, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

“Fue muy padre, estaba muy nerviosa pero fue una gran experiencia haber tocado allí, porque allí ha tocado mucha gente importante”.
En esta capital ofreció ayer por primera ocasión los tres movimientos del Concierto para piano número 23 en La mayor (K 488) de Mozart, “es mi primera vez tocando todo el concierto”.

Dijo que la música del austriaco le gusta mucho porque al escuchar sus piezas puede imaginar historias.

“Tiene una ópera que me gusta mucho que es la Flauta mágica, donde puede transmitir muchas emociones, a veces mucho dolor, y que yo me puedo imaginar una historia”.

María comparte amistad con otro adolescente ahora, que también incursionó desde sus años infantiles en la música, el pianista zacatecano Elías Manzo.

En sus conversaciones hablan de cómo se sienten al subir al escenario o tocar el piano ante el público. Ambos experimentan los nervios y la sed que hay que saciar tomando mucha agua previamente a la presentación, compartió.

“También me dice que le gusta mucho el piano, no le gusta tanto cantar, tampoco a mí (…) se pone muy nervioso igual que yo, se cansa mucho igual que yo. Y que tenemos que estudiar mucho los dos para poder llegar tan lejos como ahorita”.

Al fin jóvenes músicos, también platican mucho y “echamos mucho relajo, a veces tanto relajo hacemos, que nos han tenido que correr de los lugares”.

La vida de María Hanneman Vera le exige cumplir con sus clases en el Conservatorio Nacional de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, pero también con sus clases regulares.

De este último complemento en su formación, sintetiza: “No me gusta ninguna materia más que matemáticas, música y arte”. Así quedan muy atrás en sus intereses, por ahora, la biología, la historia y la geografía.

“Antes, en la primaria, no me gustaban nada las matemáticas y ahorita sí me gustan porque ya les estoy entendiendo”.

Sobre la disciplina a la que tiene que apegarse comentó, “yo tengo que trabajar mucho. Aparte de ir a la escuela, tengo que concentrarme en la escuela y en la música también (…) Yo me esfuerzo mucho y yo creo que mis papás ven todo el esfuerzo, no estoy segura si lo ven, pero sí es mucho trabajo, a veces es muy pesado, pero me gusta hacerlo”.

En contraposición la joven habló de su gusto por ir al cine o fiestas con sus amigas o ver la tele, y del tiempo de juego que disfruta con sus sobrinos, y claro, para alguien que se empeña tanto…”y dormir, me gusta”.

Otra cosa que hace con gusto es participar todos los viernes como colaboradora en el programa que Julio Hernández López (Astillero), columnista del periódico La Jornada, tiene en Grupo Radio Centro, donde la pianista ofrece información de la cartelera musical.

Sobre el término que se le ha aplicado, observó, “a mí me gustaría que me vieran como una niña normal, así, que va a la escuela, que tiene amigas, pero que también toca el piano. Es como raro que me digan niña prodigio porque me falta mucho, necesito estudiar mucho y seguir haciendo todo lo que hago para llegar más lejos. Y no sé, yo no me califico como una niña prodigio”.

Finalmente quiso compartir con otros jóvenes su convicción de que si quieren ser “lo que sea”, bailarines o cocineros, ejemplificó, “nadie los puede detener” y pueden encontrar opciones de respaldo para su realización con sus familias, comunidades, vecinos y amigos. “Ellos pueden ser lo que quieran ser, y si tienen un sueño no se detengan”.

María Hanneman Vera ha obtenido, entre otras distinciones, dos veces el premio del Concurso Internacional de Laredo, respectivamente en los años 2013 y 2014. Y en sendas ocasiones, un primer lugar en el Concurso Nacional Parnassos en Monterrey, Nuevo León, en 2014 y 2016.

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