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sábado, 20 abril, 2024
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2018: Oportunidad y peligro

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Por: Carlos Eduardo Torres Muñoz •

Carlos Fuentes se refirió al año de 1994, como “el año que estuvimos en peligro”. Su descripción estaba originada por la serie de acontecimientos que marcaron a ese año como un referente de la resistencia que nuestro país tiene ante las adversidades, pues en aquel calendario parecieron acumularse una tras otra: violencia social y política, crisis de gobernabilidad, desestabilización financiera y rompimiento en la clase gobernante.
El 2018 no ha comenzado mejor: la incesante inseguridad, la crispación entre los líderes de las distintas facciones políticas, así como los retos que en materia internacional se acumulan, hacen del 2018 un año clave, que puede convertirse en otro año de peligro, a menos de que nos encontremos a la altura de volverlo oportunidad.
El escenario lo describe con claridad Antonio Navalón de El País: “México celebrará el próximo julio elecciones presidenciales y también se elegirá a 128 senadores, 500 diputados y 2,818 autoridades locales, entre ellas ocho gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Es la gran elección de un país que lleva sobre sus espaldas, como pocos, la profunda crisis de Estados Unidos y el hecho de que Donald Trump ocupe la Casa Blanca. Debería ser la gran fiesta de la democracia. Sin embargo, el Estado mexicano está desbordado por la violencia, rebasado por la pérdida de autoridad moral que representa la incapacidad para domar el caballo de la corrupción y la impunidad y ahogado por aquellos políticos que viven en un micromundo en el que solo importan ellos mismos y el botín del presupuesto nacional”. (México, año cero. Tribuna. El País, enero 2018).
Las causas de la descripción no pueden ser atribuidas a una expresión partidista en particular. La hemos construido entre todos durante décadas. Nuestra transición a la democracia no trajo una clase política menos viciada, sino apenas menos profesional; novatos, cuando no ingenuos, ocuparon las posiciones de una satanizada élite que terminamos por extrañar para luego volvernos a decepcionar. Luego de veinte años de pluralidad, caemos en la cuenta de que no bastaba la democracia en nuestras leyes, discursos y noticias, nos hacían falta demócratas. Como bien lo dice Aguilar Camín: es ésta una democracia sin demócratas.
México requiere más que la competida batalla electoral en 2018, de ética pública, sustancial, seria y responsable, para conciliar la realidad que se vive día con día en las calles, con la de las oficinas del Estado mexicano; ocupamos salir de la repartición de culpas para entrar a la corresponsabilidad, identificar los nichos de impunidad y unirnos en plena alianza para socavarlos. Ocupamos conciliar el diagnóstico, pero sobre todo, abordar la solución, no hay (parece en el pragmatismo de las alianzas partidistas) pretexto ideológico válido, pues hoy nos encontramos en el origen de la historia: para qué el Estado, la respuesta no va más allá de las más básicas y elementales respuestas de una clase introductoria a la materia.
Si bien es cierto que tenemos anclajes, ha llegado el momento de soltarnos un rato de ellos. Hacer un esfuerzo por dejar atrás la prisión histórica de la que también habla Aguilar Camín: “México es en muchos sentidos preso de su historia. Lo atan ideas, instituciones, intereses y sentimientos públicos heredados. Tiene demasiada historia acumulada, fosilizada, en sus leyes, en sus hábitos, en sus grupos de interés, en sus prácticas públicas y en esa región etérea pero resistente que son los usos y costumbres de los pueblos. “
El México por el que soñamos, esta lejos, quizá más de lo que estaba cuando empezamos. Pero a la vez está cerca, a un paso: el de recuperar la ética pública, el de ser una democracia sustancial y no conformarnos con la electoral, el paso de la solidaridad y la fuerza de un pueblo que apenas hace unos meses demostró ser más que los estereotipos, con asumir con todo el peso que tiene el saber que nos llamamos (nosotros, todos) México, podría bastar.

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@CarlosETorres_
www.deliberemos.blogspot.mx

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