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jueves, 25 abril, 2024
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Cada diciembre pignorantes usan aguinaldo para recuperar artículos empeñados: Díaz

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Por: ALMA RÍOS •

Como cada ciclo se reitera el comportamiento de fin de año e inicio del siguiente, un diciembre en que los pignorantes aprovechan su aguinaldo para recuperar las prendas empeñadas y un primer mes del año en el que vuelven a empeñarlas o llegan nuevos clientes a las instituciones de préstamo para enfrentar la famosa “cuesta de enero”, dijo Jairo Díaz de León, encargado de la sucursal en la capital de Zacatecas de la Fundación Dondé.

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Esta institución tiene más de 100 años en el mercado de la pignoración y en este momento supera las 400 sucursales en el país.
En la conversación con Díaz de León se habla del incremento de este tipo de empresas en México, que deriva de una demanda de liquidez para un mercado de personas que por alguna razón no pueden acceder a los servicios de la banca para obtener financiamiento, sea porque no son sujetos de crédito, por encontrarse en la informalidad laboral, estar boletinados en el buró de crédito u otras, o simplemente insiste él, porque tienen un bien que puede servir de garantía para obtener recursos.

En el caso de Fundación Dondé esta demanda le ha implicado abrir nuevas variantes de préstamos con garantías desde hace tres años, este 2018 sería el cuarto en que los ofrecen bajo el valor de electrónicos, herramientas de trabajo, autos y casas.
Esto ha redundado en un aumento de su cartera de clientes, dijo, sin precisar el porcentaje en que ésta se ha incrementado.
Las joyas en prenda corresponden a un sector de personas adultas y adultas mayores que son quienes las poseen o han acumulado durante su vida, pero al abrirse el mercado de los electrónicos, la clientela de Fundación Dondé se amplió al sector juvenil, estudiantes o matrimonios.
En el caso de las casas-habitación, la mayoría de quienes acuden a hipotecarlas son empresarios que requieren liquidez para oxigenar sus negocios.

Jairo Díaz de León dijo que hay dos momentos a lo largo del año en que se hace evidente el incremento en la demanda de préstamos dejando en prenda joyas, electrónicos, autos o bienes inmuebles, la “cuesta de enero” y a mediados del año, este último caso, detonado por la necesidad de pagar servicios educativos: inscripciones, colegiaturas, útiles escolares y uniformes.
En el caso del sector joven al que se ha ampliado su clientela, comentó que estos servicios les permiten empeñar la computadora, el teléfono celular o la tablet para comprar libros, por ejemplo.
Aseveró que entre 80 a 85 por ciento de las personas que acuden a empeñar sus bienes los recuperan, “si no los recuperaran la mayoría, una casa de empeño no sería sustentable”, sostuvo.
Dijo que como institución no sondean en las motivaciones de las personas para acudir a empeñar sus objetos de valor, por lo que no pudo ofrecer una correlación causa-efecto respecto del incremento en los energéticos, gas, gasolinas, electricidad, que detonaran una mayor demanda de estos servicios.

Lo cierto que es Fundación Dondé como se ha expuesto, ha abierto más posibilidades para los pignorantes, y que él mismo admite que han cundido las casas de préstamo, lo que implica que se ha generado un mercado derivado de una necesidad.
“Efectivamente, han surgido casas de empeño que manejan intereses muy altos porque son negocios muy pequeños y con lo poco que tienen deben solventar mucho, por eso ofrecen intereses muy altos en comparación a nosotros”.
“Más que compañías o empresas son franquicias, las montas con algo, y tiende a ser malo porque de repente hoy están, mañana quién sabe, o no hay un área central que pueda ayudar al cliente en cuestión de su atención. La gente que te atiende es la que allí administra, ¡aguas con ese tipo de casas de empeño!”,
advirtió.

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