En política es muy peligroso dejar heridos en el camino, porqué tarde o temprano esas heridas van a sanar y el herido será un enemigo a muerte dispuestos a destruirte. Les voy a dar un ejemplo: La Quina era un líder petrolero que se enfrentó Carlos Salinas de Gortari y la respuesta de aquel presidente fue demoledora, la Quina fue encarcelado, sus bienes confiscados y sus redes de poder fueron desmanteladas. Cuando la Quina intentó cobrarse los agravios, no tenía fuerza para hacerle ningún daño a Salinas.
Peña Nieto quiso hacer lo mismo con Elba Esther Gordillo para implementar la Reforma Educativa y quedarse con los espacios de la poderosísima maestra en el PRI y en el Sindicato de Maestros, pero nunca pudo desmantelar las redes financieras y políticas de la lideresa magisterial, por eso antes de firmar el convenio de Coalición entre el PRI y Nueva Alianza, La PGR se desistió de los recursos que había interpuesto contra un amparo promovido por Elba Esther Gordillo, es decir, antes de firmar la alianza electoral, Peña Nieto le garantizó la libertad a la Maestra.
Esa alianza de papel no implica una alianza electoral real, la Maestra ya ha demostrado que puede mover sus piezas a media elección y el problema es que ella no es la única herida que los priistas han dejado en el camino, para imponer a José Antonio Meade atropellaron a Osorio Chong y también a Beltrones, dos poderosos operadores políticos con la fuerza suficiente para cobrarse los agravios en cualquier momento.
En el Frente panista también quedaron algunos atropellados que todavía respiran y conservan las fuerzas para cobrarse las heridas. Miguel Ángel Mancera, los Calderonistas, Gustavo Madero y Moreno Valle siguen siendo los principales enemigos de la candidatura de Ricardo Anaya.
La pregunta que realmente importa es: ¿Cómo se van a cobrar esas facturas? Elba Esther Gordillo, Osorio Chong y Beltrones nunca van a lanzar un ataque frontal contra Peña Nieto y José Antonio Meade, pero pueden descarrilarlo operando a favor de Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Anaya.
En el caso de Calderón, es claro que mantiene una guerra frontal contra Ricardo Anaya y la candidatura independiente de su esposa es la mejor herramienta para dividir el voto del PAN y apuntalar al candidato del PRI.
Moreno Valle, Gustavo Madero y Miguel Ángel Mancera se mantienen a la espera de los primeros meses de campaña para definir su estrategia pero al primer tropiezo del joven candidato, le van a cobrar todos los agravios.
Por eso Andrés Manuel se ha dedicado a sobar todos los chipotes que ha repartido en 12 años de campaña. El candidato de morena ha limado asperezas con la Iglesia, con los empresarios, con los grupos más conservadores del país, y rápidamente se reconcilió con Ricardo Monreal. Andrés Manuel quiere ganar y para eso necesita desarmar a sus potenciales enemigos.
El tabasqueño tiene ahora un voto duro del 30%, es un voto leal más grande que el de cualquier otro candidato y le puede alcanzar para ganar, pero necesita que sus adversarios no se unan en su contra como lo hicieron en 2006.
El destino juega a favor de López Obrador, tiene 15 puntos de ventaja en las encuestas, sus adversarios no han podido crecer porque están arrastrando a los heridos que dejaron en el camino, los ciudadanos siguen molestos por la corrupción, la inseguridad, el estancamiento económico y están dispuestos a perdonarle todos los errores al tabasqueño con tal de castigar al sistema y a diferencia de 2006 y 2012, los medios de comunicación están anulados por el poder de las redes sociales. Todos los astros están alineados, Andrés Manuel será Presidente. ■
