Buenos Aires. La Armada argentina reiteró hoy que no busca sobrevivientes de la tragedia del submarino ARA San Juan, que desapareció en el Atlántico Sur hace 17 días con 44 tripulantes a bordo tras reportar una avería.
«El ambiente extremo, el tiempo transcurrido y la falta de cualquier evidencia impiden sostener un escenario compatible con la vida humana», aseguró el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, en una conferencia de prensa realizada en Buenos Aires.
Balbi reconoció que los familiares de los 44 tripulantes que viajaban en el submarino viven «horas de intenso dolor, angustia y desazón ante la pérdida de sus seres queridos».
«Hasta agotar todos los medios disponibles» la Armada intentará hallar al submarino en la profundidad del Atlántico Sur, dijo Balbi, aunque insistió en que el operativo estará solo dedicado a dar con la nave y no al rescate de sobrevivientes, tal como pidieron los familias de los tripulantes.
La Armada y el Ministerio de Defensa argentino resolvieron el jueves poner fin a la fase de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) de personas, una decisión que generó dolor y enojo en los familiares de los marinos.
El operativo internacional, en el que participan Estados Unidos, Rusia y Reino Unido, entre otros países, continúa ahora sólo con la búsqueda del submarino en el lecho del océano Atlántico.
El viernes la Armada informó que analiza cuatro indicios en el fondo del mar que podrían corresponder al ARA San Juan, desaparecido hace 17 días mientras cubría un recorrido desde Ushuaia, en el extremo sur argentino, y la Base Naval de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires.
«Uno de los contactos se encuentra aproximadamente a 477 metros de profundidad. Ahora se está realizando toda la calibración del equipo en el agua, para durante el día acceder a esa profundidad y visualizar», expresó Balbi este sábado.
El portavoz explicó que la Armada intentará descender en el mar para «constatar si es el submarino», aunque por el momento la imagen detectada solo muestra «una deformación en el fondo del mar, muy imprecisa y difícil de interpretar». El ARA (Armada República Argentina) San Juan se comunicó por última vez el 15 de noviembre con la base. Ese día, el capitán reportó que había ingresado agua de mar y que eso había generado una avería en el sistema de baterías de proa.
En la nave se registró un principio de incendio que, según informó poco después, pudo ser subsanado y siguió navegando sólo con propulsión de las baterías de popa.
Según informes de un organismo internacional, pocas horas después de esa última comunicación, se registró una explosión a pocas millas de la última posición conocida del submarino, frente al golfo San Jorge, a 430 kilómetros de la costa argentina y unos mil 300 kilómetros al sur de Buenos Aires.
