■ La finalidad, cooperar en sus procesos de desarrollo económico y social
■ También se busca el intercambio cultural y artístico, y de manera principal, la promoción y fomento turístico
Los ayuntamientos de Vetagrande y Real de Catorce se hermanaron este 17 de junio en el contexto de una sesión solemne de cabildo, con fines de cooperación en sus procesos de desarrollo económico, social, de intercambio cultural y artístico, y de manera principal, en la promoción y fomento turístico.
El eslabón de unión de los municipios zacatecano y potosino, fue la figura de Vicente Irizar Arostegui, quien fuera administrador de los bienes de la familia De la Maza, propietaria de ambos fundos mineros durante los siglos 19 y 20. En honor del personaje se develó una placa conmemorativa.
En el evento de hermanamiento, realizado en el Sala Cultural J. Refugio Reyes, se hizo presentación del proyecto de intervención urbana para Vetagrande realizado por José Chiw Wong (miembro fundador del Colegio de Arquitectos de Zacatecas).
El proyecto busca reactivar por medio del turismo a la localidad ubicada apenas a 6 kilómetros de la capital del estado, y que no obstante padece la falta de desarrollo económico, y por tanto, un proceso de despoblamiento, cuando en algún momento de su historia llegó a tener entre 16 mil a 25 mil pobladores, según la exposición del profesionista.
En representación del Gobierno del Estado de Zacatecas acudió Catarino Martínez Díaz, subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno, quien conjuntamente con María Elena Yrizar, bisnieta de Vicente Yrizar Arostegui, fungieron como testigos de honor del hermanamiento entre los dos pueblos mineros.
El primero manifestó el respaldo de Gobierno del Estado al hermanamiento intermunicipal que propuso como un “paso hacia la historia”.
Francisco Daniel Calderón Coronado, presidente municipal de Real de Catorce, San Luis Potosí, destacó la época del auge minero de aquella localidad que tuvo manifestaciones vivas en las artes, la moda, la cultura y la arquitectura.
Dijo que la ocasión es un momento para “volver a estrechar las manos que la historia unió algún día”, en referencia al vínculo que significó, entre otros aspectos, el trabajo como administrador de ambos fundos mineros propiedad de Gregorio de la Maza, de Vicente Irizar Arostegui.
Subrayó asimismo, el potencial del intercambio en materia de desarrollo económico, cultural y turístico de ambas localidades “minerales que dieron riqueza a nuestra patria”.
“Este hermanamiento que hoy nuestros cabildos avalan (…) es un hecho que debemos proclamarlo en oriente, occidente, septentrión y medio día para que todo mundo lo sepa y nuestro poder superior lo bendiga”, manifestó.
Por su parte Juan Antonio Herrera Morúa, alcalde de Vetagrande, en su lectura al acuerdo firmado por ambos municipios, expuso que las demarcaciones tienen una historia similar y que “trascendieron a nivel nacional desde su fundación en distintas épocas a través de su gran aportación la economía de sus estados y del país”.
Esta historia hermana a ambos pueblos mineros que se manifiestan ricos en cultura y tradiciones como municipios singulares que los diferencia y los hace mágicos por su gran riqueza natural y aportación cultural en diferentes ámbitos, dijo.
Destacó del segundo auge minero de Real de 14 (1806-1905), a la figura de Vicente Irizar Arostegui, de quien dijo, “contribuyó al bienestar de la comarca y fue un hombre honrado y trabajador que dejo su huella para siempre” en aquella demarcación y Vetagrande; “un ejemplo de sacrificio, rectitud y esfuerzo de voluntad que representó plenamente el verdadero espíritu minero de aquellos tiempos”.
El personaje, expuso, fue el principal modernizador de los procesos mineros en ambos minerales por un lapso de 36 años (1874-1906) en su función de apoderado de Gregorio de la Maza, éste último que fuera dueño de la Hacienda de Sauceda de la Borda y del Socavón de la Purísima, lugares históricos del municipio de Vetagrande.
Precisó que ambos pueblos se comprometen a que con el hermanamiento “podamos enfrentar e impulsar alternativas que permitan coadyuvar en el desarrollo económico, social, cultural y como una prioridad el turismo”.
En su intervención la bisnieta de Irizar Arostegui, la historiadora y escritora María Elena Irizar, quien fungió como representante de la familia, se refirió a su ascendente como un hombre “honrado, audaz, valiente y justo” y a “los señores De la Maza”, de quienes fue el administrador de sus bienes, como “la familia más rica de todo San Luis Potosí”.
Subrayó entre otros aspectos, la intervención de Vicente Irizar Arostegui en la construcción de diferentes obras en los desarrollos mineros, entre otras, el túnel de acceso a Real de Catorce, denominado Túnel de Ogarrio, del que dijo, “es la entrada a un pueblo, más impresionante del mundo”.
Detrás del hermanamiento de los municipios de Vetagrande y Real de Catorce, también se precisó estuvo la iniciativa inicial de acercamiento por parte de miembros de las logias masónicas, Logia Simbólica Luz de Matehuala 12 AC y La Gran Logia del Estado de Zacatecas “Jesús González Ortega”, cuyos integrantes respectivamente Cirilo Quintana Alvarado y José Chiw Wong, se entrevistaron con María Elena Yrizar el pasado 30 de mayo, para dialogar sobre el tema.
Vetagrande, que actualmente ostenta el lema “Una ventana al cielo zacatecano”, fue fundada en 1548 a raíz del descubrimiento de las minas de plata, la primera de importancia, denominada Albarrada de San Benito. Mientras que Real de Catorce tuvo su fundación a raíz del auge minero, el 23 de julio de 1772, la localidad llegó a ocupar el tercer lugar mundial en extracción del plata durante el siglo 18, no obstante, hoy la define su lema “El pueblo que se negó a morir”, y que refiere justo las altas y bajas de las que dependen los fundos mineros.
Ambos lugares dieron al país prestigio y riqueza desde los siglos 17 al 20, según se refirió en el evento, y aun podría observarse en el caso de Vetagrande, cuya mina continua en actividad, que prosigue obteniéndose riqueza actualmente mediante un contrato de explotación que tiene como beneficiaria a la empresa Santacruz de capital canadiense.
Los cronistas de sendos municipios, respectivamente, de Vetagrande y Real de Catorce, Raymundo de Lira Quiroz y Jorge Quijano Leyva, expusieron fragmentos de su historia, entre otros aspectos, sus orígenes, en el caso de Real de Catorce que deja en la bruma de la leyenda las razones de su nombre y origen preciso, y de Vetagrande, los procesos de extracción y beneficio de los minerales por el que transitaron vidas humanas de mineros “de pies descalzos y cuerpos vestidos de manta” y procesos técnicos diversos.
