Durante 11 años López Obrador ha recorrido un largo camino para convertirse en Presidente de México y en ese trayecto ha cometido muchos errores, pero poco a poco esos errores le han dado la experiencia para enfrentar a sus rivales con astucia y la elección del Estado de México es el mejor ejemplo.
En su primera elección en el Edomex, Morena logró poner al PRI contra las cuerdas, a pesar de competir en la cuna del grupo político más corrupto de México y llevando como candidata a una humilde maestra que únicamente era conocida en Texcoco.
¿Cómo fue que morena pasó del cuarto lugar al primer lugar? (El PRI tiene menos votos que morena, Del Mazo gana por los votos del Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social).
Morena no tenía recursos para competirle al PRI, partiendo de esa realidad, morena se concentró en las áreas urbanas del Estado de México, sobretodo en el corredor metropolitano que colinda con la ciudad de México.
En el 2018 podemos hacer lo mismo, concentrar los esfuerzos de promoción del voto en las áreas urbanas del país y mejorar la defensa del voto en las áreas rurales, debemos tomar en cuenta en México las 100 ciudades más pobladas albergan a más de 50 millones de personas y únicamente hacen falta 20 millones de votos para sacar al PRI de los Pinos, por eso ganar en las grandes áreas urbanas debe ser una de nuestras prioridades.
Andrés Manuel es un candidato con un voto duro muy importante, sin embargo después de alcanzar los 15 millones de votos tiene muchas dificultades para seguir creciendo, ese problema se puede solucionar con liderazgos locales frescos que le sumen simpatías como lo hizo la maestra Delfina, si hacemos alianzas con liderazgos locales nos irá “Súper requetebién” en la elección presidencial, un ejemplo claro es Enrique Alfaro, una alianza de morena con Movimiento Ciudadano en Jalisco, nos puede aportar casi 2 millones de votos frescos.
El PRI siempre busca dividir el voto de la oposición, por eso morena dedicó los primeros días de la campaña en el Estado de México a denunciar públicamente que Josefina Vásquez Mota había recibido más de mil millones de pesos del Gobierno de Peña Nieto y eso bastó para mandar al PAN al cuarto lugar, sin embargo, el tiempo no fue suficiente para demostrar que el candidato del PRD tenía un acuerdo electoral con los pinos.
En el 2018 debemos hacer lo mismo, tenemos que demostrar con claridad que el PAN y el PRI han sido aliados en el ejercicio del poder y tenemos que asegurarnos de que el PRD no vaya solo en la contienda, está claro que si van en alianza con el PAN los Perredistas votarán por Andrés Manuel, pero si el PRD va en solitario, sus militantes más duros se morirán en la raya con el Sol Azteca.
A diferencia de años pasados, Andrés Manuel ha manejado muy bien el conflicto post electoral, salir a reconocer la derrota en Coahuila y Nayarit demostró que hemos madurado y ayudar al PAN a buscar la justicia electoral en Coahuila fue un gesto de nobleza pero rumbo a la Presidencia de Republica debemos mantener esa actitud serena, cualquier error nos puede costar muy caro.
En el PRI saben que la victoria en el Estado de México y en Coahuila será igual de amarga que su triunfo en Zacatecas, porque los nuevos Gobernadores llegarán al Gobierno para encontrar las arcas vacías frente a miles de compromisos de campaña que no cumplirán, mientras que los cadáveres que están guardados en el closet seguirán saliendo poco a poco, en los próximos meses el PRI tendrá que cargar con el proceso judicial en contra de sus ex gobernadores Javier Duarte, Roberto Borge y Tomás Yarrington, también tendrán que enfrentar las filtraciones del caso Odebrecht donde Felipe Calderón y Peña Nieto serán los protagonistas de esa historia de corrupción y en una de esas también deberán que enfrentar los procesos en contra de los ex gobernadores de Chihuahua, Durango, Aguascalientes y Nayarit.
Con el PRI desfalcado económica y políticamente se configura un escenario ideal para que morena llegue a la Presidencia de la Republica, pero es importante que Andrés Manuel siga pensando antes de actuar.
