#DiálogoEnRedes: Cultura / La Gualdra 243
Las propuestas para gobernar Zacatecas, en cualquiera de sus ámbitos, no deben de ser ocurrencias disgregadas, debieran estar insertas en un proyecto más amplio, en donde cada eje se conectara de manera transversal y ello se viera reflejado en una ejecución de proyectos interinstitucionales e interdisciplinares, caracterizados por la transparencia en el ejercicio de los recursos y la rendición de cuentas efectiva y auditada.
Y lo más importante, con un conocimiento de la realidad que debiera partir de un profundo análisis para establecer las áreas de oportunidad y los aciertos; desafortunadamente como mexicanos estamos acostumbrados a que con cada cambio de gobierno se hace un “borrón y cuenta nueva”, con su consecuente desperdicio de los recursos invertidos; pareciera que dar continuidad a los proyectos fuera legitimar las acciones del gobernante anterior. Siendo que lo que se necesita es construir un proyecto a largo plazo sin color o afinidad partidista, trascendiendo la inmediatez o las preferencias de un gabinete, donde las políticas públicas no obedezcan a los parámetros que un gobierno establece, sino a las necesidades del pueblo que gobierna.
Al hacer un análisis de la administración de lo cultural del presente gobierno se puede apuntar que se deja el rubro en crisis. Es evidente que el ámbito cultural no fue prioridad, sino un accesorio decorativo, con una serie de inercias y ocurrencias sustentadas en el gusto personal de los que están al frente, con realidades como foros vacíos o abarrotados más allá de las capacidades de carga de los espacios.
Hablamos de un detrimento de la gestión de lo cultural, que deja grandes retos para la siguiente administración: un Festival Cultural ferializado con una caída estrepitosa y estancamiento en cuanto a consumo cultural, pues al parecer se convirtió en un escenario secundario del Sábado de Gloria de Jerez, como se aprecia en la infografía anexa.
El descuido del Patrimonio Monumental fue reflejo de la falta de proyecto, dejándonos como legado un centro histórico que se derrumba; remodelaciones cuestionables en muchos sentidos y que al parecer sólo persiguieron la creación de escenarios más grandes en detrimento de su integridad; falsas restauraciones como la de los cimientos de la casa del ex gobernador Aréchiga, que hoy sirve de basurero y bodega de escobas. El intento de crear productos culturales con fines meramente mercantilistas como tratar de posicionar la capital como “capital mundial de la cerveza”; o la manera de ofertar el Mercado González Ortega al Grupo Modelo atropellando los intereses ciudadanos y causando temor sobre la integridad y preservación del edificio.
En cuanto a la administración como destino turístico fue evidente la ponderación de las necesidades del visitante sacrificando las del habitante, como si atender ambas no fuera posible. Se perdió el camino hacia la consolidación de Zacatecas como destino cultural; en vez de ofertar lo que caracteriza a la entidad, se “copia y pega” de otros destinos sin atender la preservación y promoción de la identidad.
Pero el sexenio está por terminar dando paso a otra gestión, y presenciamos un proceso en el que hay siete candidatos postulándose para ocupar la gubernatura, y es el momento de conocer sus propuestas. Una característica de nuestro tiempo es el imperio de las redes sociales, y a través de ellas es que se ha hecho un ejercicio de diálogo con los candidatos ¿díganme si no mantienen la esperanza de que, por estar grabadas sus declaraciones, esta vez sí cumplan?
Se les cuestionó a los candidatos sobre la actividad artístico-cultural de Zacatecas, se les pidió que plantearan el objetivo a conseguir durante su administración, mencionando dos estrategias para lograrlo. Asimismo, se les pidió que plantearan el perfil del próximo director del Instituto Zacatecano de Cultura.
Analizando las respuestas de los aspirantes es que se puede aseverar que otra vez se carece de un análisis de la realidad en cuanto a las necesidades de la gestión de lo cultural en Zacatecas. Volviéndose sus “propuestas” un listado de buenas intenciones por no llamar “ocurrencias”, sin aclarar las acciones concretas y cuantificables para lograrlas. La mayoría de los interrogados se pierde en el discurso, dejando ver la falta de comprensión de los cuestionamientos planteados por Jánea Estrada.
Respecto al perfil idóneo para el próximo director del Instituto Zacatecano de Cultura, no todos respondieron y los que lo hicieron enumeraron características que pudiéramos llamar políticamente correctas: una persona con el perfil adecuado, que no sea elegido por compadrazgos y además entendido respecto al ámbito artístico-cultural. El problema es que en teoría todos los funcionarios debieran tener el perfil adecuado para el área de gobierno en la que se desempeñan y ninguno debería estar por compadrazgo. Pero en concreto no nos dicen cuáles características serán tomadas en cuenta para responder a las necesidades actuales de la gestión de la cultura en Zacatecas y acorde a las políticas públicas en materia de cultura a nivel nacional. ¿Sabrán los candidatos que ya existen gestores con perfiles especializados?, ¿entenderán acaso la diferencia entre elegir a alguien que “le guste” lo artístico-cultural y alguien que haya estudiado y ejercido en la materia?
A la candidata Alma Rosa Ollervides, habría que preguntarle nuevamente por las estrategias, pues sus planteamientos se quedan en las buenas intenciones y en lo políticamente correcto, ya que propone integrar al ciudadano al proyecto de gobierno en materia de cultura, me pregunto ¿hay otra manera? Respecto a las propuestas de la candidata Magda Núñez, quien propone una materia de educación artística, habría que aclararle que ésta ya existe, además ¿qué pasa con las personas que no están cursando algún grado de educación? También hay que aclararle que ya existen las Casas de Cultura en los municipios, además de preguntarle si conoce artistas o creadores contemporáneos, pues sólo recuerda a los del siglo pasado y antepasado. El candidato Rogelio Soto propone la presencia de la inversión privada en la cultura, ¿acaso no está al tanto de los recientes debates sobre el riesgo de la mercantilización cultural? ¿No sabe que el proyecto del Mercado González Ortega se detuvo debido al desencuentro entre la inversión privada y las necesidades sociales y el respeto del Patrimonio?
Alejandro Tello propone la creación de nuevas instituciones, habrá que aclararle que la creación de más burocracia o la superposición de funciones de las instituciones no resuelven los problemas, y sugerirle que revise las atribuciones de las actuales instancias inmersas en el ámbito cultural antes de proponer la creación de nuevos organismos. Seguimos en espera de su propuesta de perfil para el director del IZC. Rafael Flores promete lograr que la cultura tenga injerencia en el combate contra la delincuencia, pero no señala ni por asomo las estrategias concretas para llevar a cabo esta promesa. ¿Cómo volverá la cultura algo cotidiano? Es preocupante además su declaración cuando dice: “la cultura también es negocio”, un candidato a un cargo público no debiera de pensar en hacer negocio sino en promover que artistas, creadores y gestores reciban un pago justo por su trabajo. Nuevamente preocupa el tema ahora tan sensible de la mercantilización de la cultura. En cuanto a lo que menciona David Monreal, la pregunta nuevamente es ¿cómo?, ¿cómo fortalecer al Instituto Zacatecano de Cultura?; además, si no existe un conocimiento profundo de la realidad de la gestión artístico-cultural del Estado, ¿cómo emprender acciones con “audacia y atrevimiento”?, ¿cómo logrará que Zacatecas compita a nivel nacional e internacional? Se trata de una lista de buenos deseos, pero sin idea de cómo llevarlos a buen puerto. Seguimos también en espera de su propuesta del perfil adecuado para el director del IZC.
De quien se notó un completo desconocimiento del rubro, así como su incapacidad para responder fue del candidato independiente Marco Flores, pues su “respuesta” consistió en enumerar atributos naturales y actividades culturales sin establecer conexiones, proyecto, estrategia o realidades. Además afirma que Zacatecas tiene más recursos naturales que casi ningún otro Estado. ¿Sabrá que dentro de las problemáticas de Zacatecas está la escasez de recursos naturales?, ni qué decir de la confirmación errónea, pues ya lo había dicho el actual director del IZC, de que Zacatecas el segundo Estado con mayor número de museos a nivel nacional, siendo que según el Sistema de Información Cultural el primer lugar lo ocupa la Ciudad de México con 156 y le sigue Jalisco con 98, Zacatecas sólo tiene 38. Y aunque Flores sostiene que habrá convocatoria abierta para elegir el perfil más adecuado para estar al frente del IZC, la pregunta es ¿cuáles serán los criterios a considerar a la luz de sus declaraciones?
Este breve análisis busca hacer un llamado a los candidatos y futuros funcionarios para que no se falte al respeto a la inteligencia del pueblo que gobernarán, que dejen de lado el discurso al que nos tienen acostumbrados y en el que encuentran amparo para las fallas de su administración: 1º no cumplen porque acaban de llegar, 2º siguen sin cumplir pues se dan cuenta que no es fácil y 3º ya no cumplirán porque ya se van. Discurso que se ha vuelto una constante en cada gestión. Les pregunto a los candidatos: ¿tienen ya un proyecto de gobierno sustentado en la realidad zacatecana o piensan ir improvisando el asunto día a día? Y si no lo tienen ¿por qué se han promovido como candidatos?
*Licenciada y Maestra en Historia por la UAZ, con Máster en Turismo Cultural por la Universitat de Girona, España. Socio Fundador y Activo de la Asociación de Historiadores Elías Amador A. C., Consultora/Analista Cultural en Finestra Gestoría Cultural.
https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-243
