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martes, 23 abril, 2024
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Educación Holista

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Por: RAMIRO ESPINO DE LARA • Admin •

(Tercera de tres partes)

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Tanto en la introducción como en los antecedentes se expusieron los motivos que pueden poner en tela de discusión la conveniencia de considerar a la educación holista como promotora de la formación integral de los educandos y la profesionalización de la práctica de los docentes. En esta última parte del tema en cuestión, se justifica del porque dicha conveniencia, se explicitan la visión, la educación propiamente dicha y los principios bajo los cuales se pueden fortalecer las instituciones educativas.

 

La ciencia mecanicista y sus consecuencias

Se puede aseverar que la visión del mundo que predomina actualmente en nuestra cultura, nació en el siglo XVII con Francis Bacon. Los postulados teóricos han cambiado de nombre-empirismo, racionalismo, positivismo, etc.- sin embargo la esencia es la misma, tener una visión mecanicista del mundo.

Bacon, Descartes y Newton influyeron enormemente en el desarrollo de la ciencia mecanicista, a tal grado que aún forman parte importante de los discursos científicos actuales. “La influencia de estos tres pensadores produjo una visión del mundo fragmentada, mecánica, reduccionista, positivista, materialista, unilateral, etcétera, que se extendió de la ciencia al conjunto de la sociedad, influyendo en la educación, la economía, la política y la cultura” (Gallegos, 1999:10-11).

 

Hacia una nueva visión del mundo, -la visión holista-

Surge la imperiosa necesidad de buscar alternativas que ayuden a producir conocimientos, estos indudablemente deben tener la característica de científicos, comprobado está que la visión racionalista y su método no es el camino más adecuado para la producción científica, ello se debe a que deja fuera el estudio de la conciencia en el proceso mismo de producción de ciencia. “La ciencia es posible por la existencia de la conciencia, si no existiera la conciencia no se podría producir ciencia. Desde la visión holista, la nueva ciencia construye nuevos conceptos para estudiar las experiencias de los organismos con conciencia. Esto incluye, de manera central, la experiencia espiritual humana. La nueva ciencia con conciencia percibe el universo no como un conjunto de objetos, sino como una comunidad de sujetos” (Idem: 11). Indiscutiblemente, debemos abordar en el ámbito educativo el asunto de la visión holista, ya que debe ser vista como una alternativa para superar los paradigmas dogmáticos y cientificistas.

Reitero, la visión holista rompe con el paradigma científico mecanicista al basarse en nuevos principios de comprensión de la realidad:

Unidad.

Totalidad.

Desarrollo cualitativo.

Transdisciplinariedad.

Espiritualidad. Aprendizaje (Idem: 17-18).

Cabe aclarar que la visión holista u holística, no conduce a crear teorías explícitas intelectuales y/o intelectualoides, es algo que se crea en nosotros mismos, que ayuda a ver con toda claridad la raíz del problema humano. No podemos ser prisioneros de ideas que nos quiten la libertad de percibir el mundo de manera total.

El sociólogo alemán Jurgen Habermas habla acerca de cómo la racionalidad instrumental impide al individuo tener una visión holística de la realidad, en consecuencia se encuentra condicionado e impedido para contar con dicha visión. En este sentido, “considera insuficiente interpretar a la modernidad como un proceso de racionalización, cuando ésta última se remite exclusivamente a la razón funcional y deja de lado todas las formas de acción social-acción comunicativa-“ (Yurén, 1995:61).

 

Principios de la educación holista

En primer lugar, nos encontramos ante una gran necesidad: promover un nuevo tipo de educación, misma que debería dar pauta para a que se favorezca el desarrollo integral y global del educando, donde se dejen de lado las actitudes autoritarias y violentas de parte de los actores educativos-maestros, padres de familia, directivos, etc.-, en sí, donde se conciba al alumno como un sujeto que en ciertas ocasiones refleja malas acciones que no puedan ser vistas como malas intenciones.

La práctica pedagógica vista desde esta perspectiva holista, no permite la comparación entre los sujetos ya que dicha comparación entorpece el aprendizaje, fomenta el desinterés por el estudio y destruye la autoestima del individuo. Si evitamos este tipo de acciones, entonces crearemos en nuestros alumnos una cultura de ganadores-ganadores.

En la educación holista, aprender es un concepto que adquiere una connotación especial, difiere mucho del concepto que se tiene en la educación mecanicista, desde la educación holista,”aprender es un proceso que implica muchos niveles de la conciencia humana como el afectivo, físico, social y espiritual, rebasando por completo lo puramente cognitivo y memorístico. Aprender se convierte en proceso creativo y artístico; aprender a aprender es el propósito de la educación para el siglo XXI” (Gallegos, 1999:39).

Como antecedente a la intención de abordar el estudio de este tipo de educación, un grupo de educadores holísticos internacionales se reunió en la ciudad de Chicago Illinois en 1990 donde; “el objetivo de este planteamiento es proclamar una visión alternativa de la educación, una educación que construya una respuesta vivificante y democrática a los retos de la actualidad”  (Global Alliance For Transforming  Education).

Sin más preámbulo al respecto, relaciono lo que dichos educadores señalaron como los diez principios básicos de la educación holista:

Principio I. Educación para el desarrollo humano.

Principio II. Honrando a los estudiantes como individuos.

Principio III. El papel central de la experiencia.

Principio IV. Educación holista.

Principio V. Nuevo papel para los educadores.

Principio VI. Libertad de escoger.

Principio VII. Educar para participar en la democracia.

Principio VIII. Educar para ser ciudadanos globales.

Principio IX. Educar para una cultura planetaria.

Principio X. Espiritualidad y educación (Idem:17-24)

Estos principios, aunque tienen una explicación clara, la esencia de los mismos estará determinada por las instituciones sociales que los adopten, no son dogmas sino propuestas a considerar con el único fin de favorecer el crecimiento educativo.

Con esto, pretendo dar por terminado el presente trabajo, obviando las conclusiones puesto que los elementos básicos indispensables se encuentran implícitos, su finalidad; evitar la redundancia. ■

 

BIBLIOGRAFÍA

GALLEGOS, Ramón. Educación Holista, Pedagogía del amor universal. Editorial PAX MÉXICO. México, 1999.

SAVATER, Fernando. El valor de educar. Editorial Ariel. Barcelona, España. 1997.

BACHELARD, Gaston. La formación del espíritu científico. Editorial Siglo XXI. México, 1991.

FREIRE, Carmen. “Prólogo”, en: Novelas ejemplares, Cervantes. Editores Mexicanos Unidos. México, 1999.

MILLER, David (compilador). Popper Escritos Selectos. Fondo de Cultura Económica. México, 1997.

OLIVÉ, Leon. “Racionalidad y autenticidad: desafíos para la educación”, en: IBARRA, Manuel (Coordinador),  La educación ante los retos del cambio. Secretaría de Educación y Cultura, Zacatecas, Zac., 1996.

Global Alliance For Transforming Education, en: Cuadernos de formación de investigadores, Universidad Autónoma Chapingo. México, 1995.

YURÉN, María Teresa. Eticidad, valores sociales y educación. Colección Textos. Universidad Pedagógica Nacional. México, 1995.

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