Amén la pérdida de centralidad, una constante desde décadas atrás son las crisis financieras de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Se trata de un fenómeno complejo, y si bien algunas aristas resisten la mirada profana rayan otras en la obviedad, verbigracia los casos de escuelas con igual número de maestros y alumnos, o casi, o bien las que en medio siglo de existencia no han producido un solo profesional de la disciplina a que dedican sus empeños, etcétera; empero hay circunstancias aún más delicadas.
Una que requiere urgentemente de un análisis riguroso es el procedimiento mediante el cual se accede a los puestos de mando; de los requerimientos realmente existentes para ser maestro de tiempo completo, director de escuela o bien acceder al despacho principal.
¿Son los conocimientos fielmente acreditados por grados, posgrados y publicaciones en páginas de muy alto nivel, o bien un prestigioso desempeño profesional, los instrumentos que abren las puertas de las oficinas correspondientes? Si bien azas injusto sería meter a todos en el mismo saco personajes hay que han recorrido el escalafón de punta a punta, y los grados que ostentan no obstante, con sólo abrir la boca evidencian que las claves de acceso a las cabinas de mando son clientelares.
Y ese es un modelo costoso. ■