■ Argumentos y discurso de la SCJN igualan los conceptos de Mexicanos Primero: analistas
■ En los cambios no se contempla la parte pedagógica; nos ven como objetos de producción, dijo
El discurso utilizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para avalar la evaluación docente y desechar los amparos promovidos en su contra, prácticamente fue el mismo que días antes había dado a conocer Mexicanos Primero, organismo que preside el empresario Claudio X. González, afirmaron especialistas invitados al programa Synergia, de La Jornada Zacatecas TV, conducido por Raymundo Cárdenas Vargas.
Marcelino Rodarte Hernández, dirigente de la disidencia magisterial en la sección 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), reviró que desde hace dos años los maestros sabían que habría que ampararse contra la Reforma Educativa, pues desde ese momento se consideró lesiva contra los derechos de los trabajadores de la educación al poner en riesgo la permanencia de los maestros y la plaza de base.
Sin embargo, “sabíamos que estamos en México y que hay un poder absoluto, y que esas instancias, a las que les dábamos el derecho de duda, no confiábamos. Desde entonces se dijo que con un ejercicio de autoritarismo podría determinarse constitucional”.
Calificó como mezquina la manera en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación administró el conflicto, midió los tiempos de acuerdo al proceso electoral, y después emitir un resolutivo avalando la Reforma Educativa y una evaluación punitiva que podría generar despidos masivos de maestros.
En ese contexto, expuso la necesidad de acudir a instancias internacionales, para lo cual consultarán a especialistas y abogados, aunque a nivel nacional el conflicto no ha terminado con el resolutivo de la SCJN, puesto que los recursos legales no han concluido.
Rodarte Hernández manifestó además que en la Reforma Educativa no se contempla la parte pedagógica y solamente se enfoca en lo laboral, al grado que ahora nos ven como objetos de producción, no como sujetos de cambio”.
“Es una consigna que siguen estos títeres del sistema, dígase a nivel local Marco Vinicio Flores y a nivel federal Emilio Chuayffet, sin atender el fondo de una reforma que debería transformar la pedagogía. Eso no está presente y es en donde se niegan a dialogar con los actores principales que son los maestros”, dijo.
Reiteró que la Reforma Educativa es en realidad una reforma de carácter laboral y administrativa con el propósito de “eficientar los recursos económicos”, ello de acuerdo a declaraciones de los secretarios de Educación.
Por el contrario, han dejado de lado elementos prioritarios como la formación docente en ambientes propicios, con infraestructura adecuada, lo cual permitiría el mejoramiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Entonces, la reforma y sus evaluaciones tienen la intención de controlar al magisterio y evidencia que al Estado no le interesa la calidad ni el desarrollo de los alumnos y acabar con la organización sindical.
Respecto a las evaluaciones de permanencia de los maestros, Rodarte Hernández señaló que el magisterio exige una evaluación distinta en la que se contemplen todos los elementos y condiciones que rodean al docente.
Marco Torres Inguanzo, profesor de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), calificó como preocupante el dictamen que emitió la SCJN para validar la evaluación, y después de escuchar los argumentos presentados durante la sesión, fue evidente que se trató de una “resolución calculada”.
El aspecto más lamentable, sin embargo, fue el argumento que utilizaron para desechar los amparos, ya que “es exactamente el argumento de Mexicanos Primero. Yo lo escuché días antes y luego lo vi repetido casi textualmente en la Corte”.
Por ejemplo, mencionó uno de esos argumentos en que decía: “la prioridad de los derechos de la niñez de recibir educación de calidad, está por encima del derecho a la permanencia en el empleo de los profesores”.
Al de construir ese argumento, significa que suponen que el derecho al empleo de los profesores es necesario vulnerarlo para hacer posible la calidad educativa, y supone también una noción de calidad que esta depende del docente.
Cuestionó entonces si es necesario vulnerar los derechos de los maestros para tener calidad en la educación, pues la explicación para desechar los amparos “supone una respuesta afirmativa”.
“Es muy claro que fue una resolución calculada. Está el argumento prestado y luego la votación absolutamente unánime de la Corte, sin gran discusión. Yo esperaba un debate y no lo hubo”, agregó Torres Inguanzo.
Asimismo, explicó que el problema con la Reforma Educativa es que “es altamente mediocre” porque parte de un concepto “absolutamente reducido de calidad”, detrás del cual está el concepto de la competitividad, implementado en todas las reformas.
Comentó que el sistema educativo tiene un problema fuerte en comprensión lectora y en procesos matemáticos, pero la respuesta del Estado ha sido focalizar al docente como responsable de la calidad, a pesar que la educación es tan compleja que tiene múltiples causas que genera su disfuncionalidad. “Por eso esta reforma no va a fracasar, sino que va a continuar fracasando”.
Desde su punto de vista, es necesario generar un proyecto educativo serio que considere los planteamientos de los investigadores y especialistas que hay en instituciones prestigiadas, debido a que esa reforma no es producto de una investigación educativa, sino la adopción del acuerdo de cooperación con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Torres Inguanzo concluyó que “esta reforma no va a funcionar y va a continuar fracasando porque es un proceso que ya tiene 25 años. No va a mejorar la educación del país con eso y menos generando resistencias en ese actor que ellos mismos reconocen como fundamental como es el magisterio, en lugar de darles todos los apoyos”.
