- Punto y Aparte
Existen, usted lo sabe, 58 municipios que conforman el territorio zacatecano y de ellos, unos grandes otros no tanto y un buen número de ellos, muy pequeños, reciben sus recursos para el buen desarrollo de sus programas y proyectos, aunque a decir verdad, últimamente se han visto presionados y de alguna manera alejados de la mano de la Federación.
Quienes conforman la estructura del municipio, especialmente los regidores, deben de pasar por rigurosos exámenes de capacidad, conocimientos y responsabilidad, porque de otra forma se convierten en los generadores del atraso y de la adecuada y transparente aplicación de los recursos, tanto de la Federación como del estado y prueba de ello es lo que ha sucedido en un joven municipio del sur del estado, Santa María de la Paz, en donde los que sí saben, se aprovechan de la “inocente inocencia” de aquellos regidores que enseñan al toque de diana, su deseo enorme de conseguir más fierrillos aún a costa del hambre y la necesidad de los habitantes.
El desconocimiento de la ley, de los programas, de la normatividad, del bando de policía y buen gobierno, que rigen a organismos e instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), provoca situaciones engorrosas, que enseñan de pronto la ignorancia, la ineptitud, la irresponsabilidad y el afán desmedido de escalar aun a costa del daño social a las políticas públicas, puestos o posiciones que les reditúen mayores ingresos, aunque sean unos ignorantes y ajenos al equipo de trabajo de los ayuntamientos, caso concreto, el de Santa María de la Paz, en donde sin medir consecuencia de carácter legal, un grupo de regidores destituyen sin consultar y sin conocer , la normatividad del DIF, al director de esa institución en ese municipio.
Tal vez los regidores sólo se preocuparon por llegar al cabildo empujados por una alianza política entre partidos, porque eso de querer quitar sin medir consecuencias a personas o funcionarios, tiene sus consecuencias justamente políticas y ahora que pronto habrá de iniciarse la campaña por el segundo distrito electoral federal, se asoman los esbirros de aquellos que no quieren perder el poder alcanzado y malamente aplicado. Lo que allá sucedió, ya llegó a la Legislatura y si ellos agarran el problema, las autoridades del DIF poco tendrán que hacer, pero eso sí, debe de realizarse una reunión de cabildo en la que se escuche a las partes y a la vez se les informe a aquellos que han acusado a los destituidos de actuar fuera de la normatividad, que deben de presentar pruebas contundentes y no tomar decisiones aceleradas y totalmente fuera de procedimiento. Justo es señalar que en aquel municipio, lo que se ha registrado en el DIF Municipal es reflejo de un conflicto político que por hecho mismo adquiere otras dimensiones, y, mientras tanto, se espera una reunión, como ya se ha señalado, del cabildo en pleno para que las autoridades del DIF Estatal que encabeza Lucía Alonso Reyes, ya escuchadas las partes, analizados los reportes de quien representa al DIF a nivel regional, se habrán de arrojar los resultados de cómo y de qué manera ha estado trabajando este organismo de beneficencia social y con seguridad que habrán de aflorar los fines perversos de los regidores de marras.
Mire usted, tal vez los regidores no conocen tampoco la ley orgánica del municipio, la cual dice en alguna de sus partes que “puede haber remoción de cualquiera de los integrantes del cabildo” y en este caso, la presidenta del DIF no forma parte del cabildo y para destituirla, quienes así lo han hecho, deben de presentar elementos contundentes y esos, habrá que verlos dentro de la normatividad. El conflicto podría agravarse y derivar en demandas en los tribunales.
Y hablando de mujeres y traiciones, le decía de las altas y bajas en el termómetro político; que si se van a tal o cual partido, que si son respetuosos de las ideologías, doctrinas y convicciones, unos se van, otros y otras llegan ya se muestran mediáticamente con el afán de llamar la atención y de decir: Acá estoy yo señores presidentes de partidos. Bien lo ha dicho el colega y amigo Jorge Acuña de la Trinidad, “a donde vamos a parar”.
El frío intenso que han generado los últimos frentes, han provocado el incremento de zacatecanas y zacatecanos, niños y niñas, adultos y adultas, en los nosocomios de la ciudad capital, principalmente en el Hospital General, Seguro Social y el ISSSTE y también en las instalaciones de los DIF municipales. Dicen que hay capacidad para atender y salir adelante y estos tiempos de fríos intensos, son también alentadores para los agricultores y ganaderos zacatecanos, porque ven en el comportamiento del clima, condiciones que auguran un buen año, un año llovedor y mientras tanto, aquellos que les fue bien con la siembra y cosecha de frijol en el ciclo primavera verano 2014, pues a esperar que se les pague lo que hasta ahora se ha podido comercializar. Dicen que todo va bien aunque haya adeudos del ciclo anterior.
Si los frijoleros tuvieran esa gran oportunidad de aplicar en conjunto esos millonarios recursos que dicen vale la cosecha, bien pudieran tener desde hace décadas, plantas integradoras y procesadoras de este grano, al que se le estaría, en los hechos, dando valor agregado y en consecuencia utilidades mayores a quienes lo producen.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega. ■
