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jueves, 18 abril, 2024
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Conciencia ciudadana

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Por: HÉCTOR SAUCEDO GUERRERO •

Partiendo de que la conciencia es la “ Propiedad del espíritu humano de formular juicios normativos espontáneos e inmediatos sobre bondad o maldad de ciertos actos individuales determinados”. Se trata del acto psíquico que permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia es el conocimiento reflexivo de las cosas. La psicología señala que la conciencia es el estado cognitivo a través del cual un sujeto puede interactuar con los estímulos externos que forman la realidad y, a partir de esa interacción, interpretarlos o construirlos.

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La conciencia ciudadana, por su parte, es el conocimiento que una persona tiene sobre el estado de los demás integrantes de su entorno. El individuo con conciencia ciudadana es, justamente, consiente de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las personas. Por lo que un ciudadano consciente, sensible y responsable, hace a un lado la indiferencia y se incorpora solidariamente a las tareas que impactan su entorno.

De ahí que la participación de los ciudadanos en la vida pública  coadyuve a lograr el bienestar integral que incluye el desarrollo económico en general. Los valores que deberán tenerse como mínimos son el respeto a la dignidad humana; y contar con libertades de expresión, tránsito, libre asociación, entre otras. Pero también existe una corresponsabilidad en la participación de mantener vigente un sistema representativo, republicano y federal que garantice el equilibrio de los poderes del estado, elecciones libres y periódicas y una justicia independiente.

Es así, que para lograr el funcionamiento del Estado se requiere que como mínimo respetemos las leyes que rigen la vida de la sociedad, cumplamos con las obligaciones de contribución, pagar en tiempo los impuestos vigentes sin que estos sean vistos como algo negativo; debemos cumplir las normas de Tráfico, tales como respetar los límites de velocidad, usar cinturón de seguridad, el no conducir bajo influjo de alcohol, drogas, etc.; Ayudar en la conservación de la Naturaleza, cuidar el medio ambiente por él, los demás y las generaciones venideras, ceñirse a una cultura desde la que podamos ayudar a contribuir de manera importante y fundamental en el cuidado del medio ambiente reciclando la basura, por lo que habrá que recopilarla por tipo de basura, vidrio, cartón, plástico, desechos orgánicos, o sea, adoptar actitudes y conductas en defensa y protección de la naturaleza; Debemos acudir a las urnas responsablemente, participar con responsabilidad en las elecciones convocadas por las instituciones, las y los ciudadanos debemos informarnos de los programas de los candidatos propuestos por los partidos políticos y emitir un voto razonadamente, y además participar con responsabilidad y conciencia ciudadana en las Consultas Populares; debemos mostrar sensibilidad con los más necesitados y hacia las necesidades de las personas de la sociedad ordinariamente más indefensas: niñas y niños, personas de la tercera edad y con discapacidad; debemos actuar con sentido de solidaridad, un ciudadano con conciencia ciudadana se interesa por conocer los problemas y necesidades más urgentes de las personas y grupos que viven dentro del propio entorno; desarrollar un verdadero compromiso social en el campo de la política, en el de su trabajo, escuela y en su entorno inmediato. Reconocer la igualdad y la paridad de género, las, y sobre todo los ciudadanos, debemos tener plena conciencia de que las personas del sexo opuesto, con todas sus diferencias, son iguales como personas y que cuentan con los mismos derechos para tener acceso a empleos y remuneraciones en igualdad de circunstancias. Como paso importante a lo anterior y como marco a la conciencia ciudadana, en el ejercicio de la política, está garantizada la paridad entre los géneros en busca de candidaturas a legisladores federales y locales.

Esta es la etapa de la preocupación y conciencia sociales. En ella se toma en consideración la voluntad de la sociedad reflejada en la ley: lo correcto es la obediencia a la norma, no por temor al castigo sino por la creencia de que la ley mantiene el orden social, por lo que no debe transgredirse a menos que haya un motivo que lo exija.

Asumirnos como ciudadanos que valoran la voluntad de la mayoría y el bien común; que consideren la obediencia a la norma, más allá de la preocupación a recibir una condena o una sanción, es mantener una conducta con la firme creencia de que actuar con responsabilidad, sentido común y conciencia ciudadana, es la mejor alternativa para la convivencia social.

 

*Jefe de Monitoreo a Módulos

Junta Local Ejecutiva, INE Zacatecas

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