Según los datos del Foro Económico Mundial, el 1% de la población más rica del mundo, posee el 80% de la riqueza mundial. La economía mundial se ha arrodillado al libre mercado; las economías nacionales se postran ante los dictados de los plutócratas, arrasando con poblaciones enteras, muchos de ellos niños, que mueren de enfermedades curables y de hambre.
La pobreza se presenta entonces como el resultado de la desigual distribución de la riqueza, lo que genera problemas sociales graves, como la violencia. El capitalismo saca ganancia de todo y este fenómeno ha creado un mercado propicio para la demagogia y el narcotráfico. Más de 100,000 personas mueren de hambre diariamente en el mundo, 1,800 millones no tienen agua potable, 840 millones están malnutridas y 880 millones no tienen acceso a servicios de salud.
En América Latina la situación no es muy alentadora. Según el Banco Mundial el 38% de la población se encuentra en la escala, que eufemísticamente, llaman “vulnerable”, es decir, con el riesgo de caer en la pobreza, la informalidad laboral, el estancamiento educativo y una escasa cobertura social. También experimenta la violencia como forma de contención social, el aumento alarmante de las familias monoparentales y de los embarazos en adolescentes, el 25% de los jóvenes son ninis. La reforma educativa actual no tiene ni la más mínima respuesta a estos problemas estructurales, porque no hay reforma educativa, sólo laboral-punitiva.
A pesar de los peligros que viven los migrantes en su intento de coronar el sueño americano, sigue el flujo de centroamericanos y de mexicanos. La situación para América Latina se torna compleja. ¿Se puede sostener la tesis de que el mercado es la solución a todos los males?, ¿Seguiremos soportando a estos gobiernos entreguistas? Muchos padres de familia que envían a sus hijos a la escuela, con nosotros, viven esta realidad a flor de piel y la reforma educativa no les ofrece ni un paliativo.
En México el 0.18 % de la población posee el 48% de la riqueza del país. Nuestro país es uno de los más entregados a los estadunidenses. La muestra es la aplicación de las contrarreformas estructurales, que sirven ante todo a los intereses de ese 0.18 % más rico. Por eso el PRI, con la reforma política, se postula para gobernar el país un siglo más. El escenario está preparado y por eso se promueve una cultura del terror con el ejército en las calles. Los ciudadanos ya tienen miedo, ponen bardas en escuelas para parar las balas y viven en colonias privadas/amuralladas, como en la época de las cruzadas en Europa.
El movimiento popular/magisterial ha dado grandes muestras de resistencia, sin embargo no se ha concretado la unidad en la acción. Cada sector está luchando por separado: los maestros contra la Reforma Educativa, los mineros contra las empresas canadienses, Morena contra la privatización de Pemex. Cada lucha se ubica en lo sectorial-gremial y eso debemos cambiarlo. No obstante, ha sido una lucha ejemplar. Todas estas gestas heroicas merecen la inmortalidad de sus protagonistas.
En Zacatecas, un estado semiárido, con la mitad de su población en EU y con 800 mil pobres, también ha sido protagonista de grandes acontecimientos históricos como la Batalla de Zacatecas. El movimiento magisterial zacatecano, los universitarios, los subsistemas de educación media superior, los frijoleros, los mineros, los normalistas de San Marcos, se han unido y deben sostenerse para ganar la segunda Batalla de Zacatecas que está por venir. Qué ha pasado con todos estos movimientos. Particularmente el movimiento magisterial mostró que los diputados y el gobierno del estado rompen los acuerdos; se encierran resguardados por policías estatales y cobardemente armonizan leyes; emiten decretos y roban el presupuesto. Queda claro que ni los charros del SNTE, ni los gobiernos neoliberales atenderán las demandas de la población, ya que su compromiso es con los monopolios mundiales y con sus amos, los gringos.
En el terreno gremial propongo crear la Central de Trabajadores de la Educación de Zacatecas, que aglutine todos los niveles educativos, desde el preescolar hasta la universidad. Necesitamos pasar de la lucha de resistencia eterna a una lucha por la disputa real del poder político a los actuales gobernantes, mediante una gran alianza del pueblo con consignas claras como: Derribar todas las contrarreformas, construir un Estado que garantice la derrota total de la pobreza, la falta de salud y que ofrezca la felicidad para los mexicanos.
La lucha apenas comienza, por lo pronto el magisterio está listo para marchar el primero de mayo. ■
