México, DF. El abrupto rock de Banda Bostik y Charly Montana llegaron a la celebración de la quinceañera Vive Latino para enseñarle lo escandaloso de arribar a la edad de ser considerada cancha oficial por la sociedad.
Banda Bostik tuvo una enorme presentación donde sus fieles fanáticos brincaron hasta la saciedad y corearon todas sus rolas en 50 minutos, tiempo suficiente para demostrar/mostrar su vigencia e importancia en el rock nacional de mantener su perpetua declaración de odio y mantenerse inmaculados.
Por su parte Charly Montana, reforzó la certeza de ser considerado un neólogo del rock al elevar los ánimos de unos cuantos miles de su seguidores que se reunieron para festejar con su ídolo, objeto de culto para algunos y fuerza de resistencia para otros.
Mientras la cantante Ely Guerra se situó en un punto intermedio entre lo exquisito y lo tedioso durante su presentación, por momentos atisbó con su guitarra la sique de sus seguidores y por otro menguó el ánimo hasta desplomarlo a un nivel debajo del cero.
También estuvieron Los Tres, quienes sin ninguna dificultad se echaron a la bolsa al respetable desde que pisaron el escenario, con sus clásicos tatuados en la memoria colectiva.
Los encargados de cerrar las hostilidades de la segunda jornada del Vive Latino fueron los canadienses de Arcade Fire, que presentaron un interminable concierto lleno de abruptos y resplandecientes sonidos.
Ellos iniciaron con Reflektor que puso en un nivel alto del cual nunca descendería de nivel, además se salieron del guión y se rifaron con unas cuantas rolas más cuando el público les pidió que salieran a cantar otra.
La banda comandada por Win Butler además tocó Flashbulb eyes, Rebellion y The Suburbs que llevó al público al nivel de la locura.
Reforzados con un excelente juego de luces y haciendo gala de su manejo instrumental e interpretativo se rifaron con Ready to start, No cars go, Afterlife y It’s never over.
