Río de Janeiro. Un nuevo episodio de violencia en una favela en Río de Janeiro dejó un policía muerto, un día después de que el gobierno federal diera su apoyo al gobernador del estado para controlar las favelas, de cara al Mundial de futbol, que comienza en junio.
La Policía informó de que el oficial murió después de ser atacado a primera hora en el distrito occidental de Magalhaes Bastos.
El sargento, de 44 años, fue trasladado a un hospital tras recibir un tiro en la garganta pero murió.
Autoridades indicaron que el oficial murió en un intercambio de disparos con dos jóvenes a los que confrontó y que huyeron en una motocicleta.
El viernes, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, pidió ayuda a la presidenta Dilma Rousseff, después de varios ataques a unidades de la policía en las favelas durante las últimas semanas.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, aseguró después de la reunión que el gobierno federal de Brasilia ha acordado dar apoyo a la policía de Río de Janeiro.
«El gobierno dará su apoyo al estado de Río», dijo Cardozo el viernes.
A escasas 10 semanas de la Copa del Mundo (12 de junio – 13 de julio), Cardozo insistió que el gobierno confía en el plan de seguridad diseñado para el torneo.
«Tenemos un excelente plan de seguridad para la Copa», insistió.
El gobierno concretará el lunes la cantidad de ayuda que dará a Río, donde las autoridades han combatido la violencia de las bandas durante décadas.
Este sábado, la policía informó que recuperó un alijo de drogas y armas, incluidos rifles automáticos AK-47, en incursiones en tres favelas de Río de Janeiro.
Durante los últimos seis años, las autoridades en la antigua capital, que acogerá los Juegos Olímpicos en dos años, han intentado «pacificar» las favelas.
Hasta la fecha 38 de las Unidades Policiales de Pacificación (UPP), que cuentan con más de 9 mil agentes, se han establecido en las favelas que albergan unas 600 mil personas.
Sin embargo, en las últimas semanas ha habido una serie de ataques contra las UPP, que han aumentando la preocupación dado que Río será la sede de siete partidos de la Copa del Mundo, incluida la final.
«Esta claro que los criminales quieren debilitar a nuestra policía de pacificación y recuperar territorios que durante décadas han estado en manos de los criminales», dijo Sergio Cabral el viernes.
Pero prometió: «el estado no retrocederá».
