Jarkov. La crisis ucraniana dejó dos nuevos muertos durante la noche en Jarkov, un bastión rusohablante del este del país, en un tiroteo entre nacionalistas ucranianos y prorrusos, un día antes del referéndum sobre la anexión de Crimea a Rusia.
En Moscú, unas 50 mil personas se manifestaban este sábado contra la «ocupación» rusa de Crimea y la política del presidente ruso, Vladimir Putin, en una marcha convocada por un colectivo opositor.
Sin embargo, cerca de la plaza moscovita de la Revolución, unas 15 mil personas, según la policía, apoyaban la política del Kremlin.
El primer ministro prorruso de la región autónoma de Crimea, Serguei Axionov, echó más leña al fuego el viernes cuando instó a la comunidad rusohablante de Ucrania a seguir su ejemplo y a organizar referendos para solicitar su integración en Rusia.
Las nuevas autoridades de Kiev perdieron la esperanza sobre una posible paralización de la secesión de esta península del sur de Ucrania, tras el fracaso del encuentro entre el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, y su homólogo estadunidense, John Kerry.
Rusia cedió la península de Crimea a Ucrania en 1954, cuando las dos ex repúblicas formaban parte de la URSS. Sin embargo, Moscú mantiene en el puerto crimeo de Sebastopol la base de su flota en el mar Negro.
Tiroteo en Jarkov
En Jarkov, un importante centro industrial del este del país, las miradas se posaron en la muerte de un militante prorruso y de un viandante en un tiroteo durante la noche del viernes entre nacionalistas radicales y militantes prorrusos.
Los militantes prorrusos afirman que abrieron fuego contra ellos cuando se encontraban reunidos en el centro de esta ciudad, capital de la Ucrania soviética entre 1917 y 1934. Según la policía, no hubo víctimas.
Los partidarios de Moscú intentaron entrar después en un edificio, donde se encontraba un grupo de personas que consideraban los autores de los disparos. Los ocupantes del edificio abrieron entonces fuego, indicó la policía, sin especificar si los prorrusos respondieron.
Cinco personas resultaron heridas, entre ellos, un policía, añadió la misma fuente.
Este edificio albergaba los locales de un grupo radical vinculado al movimiento paramilitar de extrema derecha Pravy Sektor, presente en las barricadas de Kiev durante los tres meses de protestas que terminaron con la destitución del presidente prorruso, Viktor Yanukovich.
Tras varias horas de asedio, una treintena de miembros de este grupo se rindieron finalmente a las fuerzas del orden y liberaron a tres rehenes.
En el parlamento ucraniano, el presidente interino, Olexandre Turchinov, acusó a Rusia de organizar y financiar «desde hace tiempo provocaciones que conducen a asesinatos».
El portavoz de este movimiento, Artem Skorovadski, denunció, por su parte, «una provocación planificada».
Moscú reaccionó rápidamente al tiroteo de Jarkov. El ministro ruso de Derechos Humanos, Konstantin Dolgov, instó a Ucrania a declarar ilegales los grupos nacionalistas.
Asimismo, Rusia se anotó un tanto en su disputa con Occidente después de interceptar electrónicamente e incautar el viernes de un avión teleguiado (dron) estadunidense de reconocimiento cuando sobrevolaba Crimea.
Acuerdo Ucrania-UE, 21 de marzo
Por su parte, los países occidentales plantean diferentes iniciativas de apoyo a las autoridades de Kiev, tras su fracaso en intentar cambiar la estrategia de Vladimir Putin.
«Putin no está listo para tomar una decisión sobre Ucrania antes del referéndum», indicó Kerry, quien advirtió de que la posición rusa «tendrá consecuencias».
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, indicó que era el momento de que la Unión Europea adoptara sanciones más duras contra Rusia.
Ucrania firmará el tramo político del acuerdo de asociación con la UE el próximo 21 de marzo en Bruselas, según anunció el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, tras reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. La parte económica se firmará «más tarde».
Hollande: si no hay «desescalada» en Crimea habrá sanciones de UE contra Rusia
En tanto, el presidente francés, François Hollande, aseguró que «Francia al igual que la Unión Europea no reconocerá la validez de esta seudo consulta» organizada el domingo en Crimea y que si no hay una «desescalada» de la tensión, habrá «sanciones» de la UE contra Rusia.
«Hay una seudo consulta de la población en Crimea porque no es conforme al derecho interno ucraniano ni al derecho internacional» y «es por ello que Francia al igual que la Unión Europea no reconocerá la validez de esa seudo consulta» de adhesión a Rusia, explicó Hollande en conferencia de prensa conjunta en El Elíseo con el jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi.
«El Consejo Europea estableció una escala de sanciones», recordó Hollande. «Si no se produce una desescalada se recurrirá por lo tanto a estas sanciones» contra Rusia durante el consejo de ministros de Relaciones Exteriores en Bruselas. Estas se aplicarán a los visados y los haberes financieros.
«Deseo que haya una desescalada, que haya un grupo de contacto que pueda buscar soluciones en el marco de la integridad territorial de Ucrania», añadió.
Preguntado sobre la posible suspensión de venta de buques militares franceses de tipo Mistral a Rusia, Hollande declaró que estas sanciones «vinculadas a la cooperación militar» pertenecían al «tercer nivel de sanciones». «Estamos en el primer nivel», apuntó.
Los ejercicios militares del ejército ruso en las inmediaciones de la frontera con Ucrania provocan el temor de muchos ucranianos sobre una posible intervención de Rusia más allá de Crimea.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, aseguró que su país «no tiene, y no puede tener, planes para invadir la región sudeste de Ucrania».
