■ Dicha tradición recibió el Premio Nacional de las Ciencias y Artes 2012, informa cronista
En el marco del segundo Congreso Internacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, Manuel González Ramírez, cronista del estado de Zacatecas, dictó la conferencia magistral La morisma de Bracho: una tradición monumental de Zacatecas para el Mundo.
Manuel González dijo que las Morismas de Bracho son una festividad de gran contenido cultural, el cual tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo 16 y constituye una de las más importantes celebraciones religiosas de los zacatecanos.
Explicó que el nombre de Morisma de Bracho se debe a dos razones, la primera porque se trata de la batalla histórica que libraron los moros y cristianos en occidente, y la segunda porque su escenario ha sido desde el siglo 19 un paraje edificado al norte de la ciudad que lleva la denominación de Lomas de Bracho.
El argumento mezcla dos historias: la primera basada en la historia del emperador Carlomagno y de los doce pares de Francia que data del siglo 12 y la otra donde se habla de Felipe II y su hermano Juan de Austria personajes de mediados del siglo 16.
Son en realidad –dijo el cronista de Zacatecas- una fracción del conjunto de fiestas monumentales que se viven durante varios días en la capital, en honor a San Juan Bautista degollado.
En éstas se combinan diferentes recreaciones alegóricas de tres acontecimientos de la historia bíblica y medieval: La muerte de Juan el Bautista bajo la orden de Herodes Antipas, la muerte del pagano Almirante Balán de manos del Emperador Carlomagno, y la Batalla de Lepanto.
Expuso que las Morismas de Bracho son una de las tradiciones zacatecanas más antiguas y una de las representaciones más grandes de este tipo de festejos en toda América Latina.
Mencionó que este año, una delegación de la cofradía de Juan Bautista representó a Zacatecas y a México en el Congreso Internacional de embajadores y embajadas de las fiestas de moros y cristianos, organizada por la sociedad de festeros del Santo Cristo de la Agonía de Ontinyent, España.
Además que en los últimos años han sido de gran relevancia para la tradición zacatecana debido a que la festividad recibió el Premio Nacional de las Ciencias y Artes 2012.
