En la UAZ se educa, se investiga y reflexiona en múltiples campos sin excluir la existencia, el presente y el futuro de la institución. Al respecto, Rafael Herrera, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, docente investigador de la Unidad Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), en breve entrevista manifestó a La Jornada Zacatecas, la necesidad de crear una estrategia al interior de esa institución mediante la cual “se escape de este fenómeno tan terrible que ocurre a nivel nacional, estatal y municipal, donde todo se resuelve sobre las rodillas, de una forma muy improvisada”. De ahí se puede inferir, que resolver in promptus los problemas impide pensar cómo éstos se generan. Hasta que se presenta una situación crítica, ritual y actuación se van a repetir.
¿Cuándo ocurrirá esto? Si la nómina y la revisión salarial fluyen, será hasta la renovación sindical, cuando distintos contingentes abanderen en su propuesta problemas administrativos o educativos, con distinto énfasis político. Lo importante, no se aborda: impulsar cada vez más, el dejar de trabajar sobre las rodillas o el hacerlo por inercia.
Por fortuna, eso no es algo generalizado, tal vez sea una tendencia en que parece dominar la cotidianidad sobre la prospectiva. Cotidianidad atrapada por una institucionalidad nacional más proclive a la reproducción que al cambio, imposible de ser ya alternativa y posible de imponerse eventualmente como reproducción del neoliberalismo: forma de controlar el futuro desde el presente para evitar surja una novedad y rompa las trabas impuestas a las sociedades a través de mantener a raya sus aspiraciones mediante la austeridad y de hundirla en un eterno tan presente como imposible modo de evitar el disentir y el hacer emerger la novedad.
¿Cómo ocurre esa reproducción? Aunque parezca un relevo, del mismo neoliberalismo deriva su reproducción. En tanto “todo se resuelve sobre las rodillas, de una forma muy improvisada”, sin ir más allá de lo usual para mantener, disputar y hacerse de la gestión universitaria o reproducirla como forma de cultura interna y política universitaria. Al contrario de la máxima de Fidel Velázquez, quien se mueva en la foto del escenario de la UAZ aparecerá en ella y estará en ella, sin el riesgo de desaparecer del acto o de la obra en representación, según su nivel y el papel académico adscrito, en la organización o representación universitarias.
Con todo, lo importante y decisivo en la UAZ es, como bien señala Rafael Herrera, desplegar la imaginación, la fantasía, el descubrimiento, sin cuyas maravillas no se rompe la cotidianidad, ni se retroalimenta. Un problema, ¿cómo conciliar esa necesidad con la escasa posibilidad que se muestra para hacerlo, con potencia y efectividad?
Se agradece la ayuda para describir la paradoja UAZ, a la que con la calidad académica de su trabajo ayuda a disolver, ejemplo que desde lo académico puede y debe ser generalizado desde la singular la adscripción de cada uno, en pos de incrementar como resultado global, la armonía y la complejidad, universitaria y estatal, al concurrir en ello. Algo sencillo de hacer desde su propuesta, aún vigente y certera: ser humildes para aprender y formar equipos eficientes.
Rafael Herrera Esparza, acierta: “Nuestra universidad ha sido una institución muy abierta, crítica, formadora de estudiantes críticos que pueden tener la libertad de pensamiento y de expresión que son cosas muy importantes.”
- Las noticias se agolpan y disipan en una sociedad movilizada en torno al “Buen Fin”. ¿Qué tan bueno fue el “Buen Fin” para Usted? El millonario monto movilizado por comercios y bancos, dejó una cifra de personas atadas por créditos y abonos que gravitarán sobre sus percepciones de fin de año y durante el siguiente. Coincidente con la quincena, ese viernes los diarios daban la noticia: la Rectoría de la UAZ inició el pago de salarios y prestaciones de fin de año. En otros ámbitos laborales, hubo cautela y con mentalidad estratégica prospectiva, empleados y trabajadores rechazaron los anticipos ofrecidos para tomar parte en el “Buen Fin”. Mujeres con acceso a medios recomendaron incluso, no gastar en el “Buen Fin”, sino ahorrar.
Como sea, a todos involucra el feriado del 20 de noviembre, cuyo desfile para recordar el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en 1910 fue suprimido por Peña Nieto. Motivos debe tener. ¿Será que él y los ricos managers del Pacto por México no quieran saber nada que les recuerde el inicio de una revolución? Tan bien les va en ésta, institucionalizada por el PRI y un “Buen Fin” que distrae mientras vuelve al revés los bolsillos o vacía las tarjetas de muchos mexicanos, hasta con irregularidades y trucos a confrontar por las autoridades correspondientes que montaron guardia con empleados, dedicados a esperar y atender a los quejosos, y procurar la conciliación o reparación como primer recurso, se les agradece su tiempo sustraído al descanso.