Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco o Pancho Villa, tomó de otro bandolero este segundo nombre. El zacatecano, nacido en Sombrerete es el auténtico, el original Francisco Villa del que Doroteo adoptaría su nombre.
El 2023 se declaró el año de Francisco Villa. Este fue un buen pretexto que me llevó a leer dos libros que tenía en la lista de espera: El de “Pancho Villa. Una biografía narrativa” de Paco Ignacio Taibo II y el ya clásico “Pancho Villa” de Frederich Katz, El primero todo un ladrillo que se aproxima a las 900 páginas y el otro no menos grueso dividido en dos volúmenes. Los contenidos en cuanto al contexto, situaciones y personajes son muy similares. Lo que los diferencia es el estilo. Juguetón, se diría que por momentos medio mamón según suele imprimirles a sus narraciones el de Taibo; en cambio el del alemán, investigador e historiador de fuste y altos vuelos es más serio, riguroso según caracteriza al estilo académico.
Las historias de los famosos bandidos previos al estallido revolucionario de 1910 están impregnadas por la bruma de la leyenda y los claroscuros del mito. Nutridos sobre todo por la historia oral y el imaginario de las gentes que las reprodujeron y que al cambiarlas o introducirles diferencias, difieren unas de otras. Aclaro que esta colaboración no es un trabajo de investigación. A lo más que se puede acercar o parecer es a un texto de divulgación
Pues bien, los autores citados en sus respectivas obras mencionan como es que Doroteo Arango, el futuro Francisco Villa heredaría el nombre de otro homónimo. No abundan mucho en documentar sobre el origen y correrías del Villa zacatecano, al que llamaremos el “auténtico” u original. Resulta más esclarecedor el texto del historiador juarense, Rediezel Mendoza Soriano titulado “Andanzas del auténtico Francisco Villa”, mismo que divide en dos partes: “De Doroteo Arango a Francisco Villa” y “La leyenda del ´auténtico´ Fráncico Villa. El bandolero que azoló Zacatecas, Durango y Coahuila”, (publicado en la revista Relatos e historias en México, año XVI, número 190, México, agosto, 2024, pp. 38-50).
Refiere Mendoza Soriano que según menciona en sus Memorias Celia Herrera, el bandido de Zacatecas había liderado varias gavillas y que después de una intensa persecución a cargo de rurales de la Acordada y soldados federales “lograron darle muerte”. Es en ese momento cuando Doroteo Arango asumió su identidad. Dado que el tema está salpicado de leyendas, una muy famosa que circula en Canatlán y San Juan del Río (Digo.) cuenta que el joven Doroteo fue descubierto por el zacatecano en un escondite en la Sierra de la Silla, al verlo le dijo, “se ve que tienes hambre, acércate”. Doroteo le advirtió que la Acordada lo estaba persiguiendo, pero el curtido bandido ignoro la recomendación y al correr de los días caería abatido en un tiroteo. El joven ladrón en el poco tiempo que lo trato llegó a tenerle aprecio al grado que cuando alguien mencionaba que Villa había muerto, Doroteo respondía furioso “¡No ha muerto Villa! Villa soy yo”.
Por su parte, el veterano villista, Emeterio Martínez, maneja la versión que Doroteo le contó que, siendo muy joven, andando a “salto de mata” se encontró con unos cuatreros encabezados por Francisco Villa a los que se les unió. Transcurrido algún tiempo, en un tiroteo el jefe de la banda terminó herido, siendo Doroteo el único que se acercó para auxiliarlo, cargándolo hasta una cueva donde a pesar de los auxilios que le presto no logro salvarle la vida. Antes de morir el jefe le dijo: “eres el más valiente de todos los que me han acompañado y por eso te voy a dejar mi nombre: de hoy en adelante te llamarás Francisco Villa”. Siguiendo con la versión de Emeterio Martínez. Doroteo tendría algunos 14 años cuando se juntó con la banda del feroz bandido zacatecano. A la muerte de este, quienes habían sido sus subordinados se sumaron junto con Doroteo transformado en el nuevo Francisco Villa al grupo de otro famoso bandido como lo fue Ignacio Parra. Cabe hacer mención que, aunque el verdadero Francisco Villa no alcanzó la fama y celebridad de Heraclio Bernal quien además de asaltar y robar a los ricos repartía el botín entre los pobres que lo protegían y logro tener un programa político-social de signo insurgente en contra de la dictadura porfirista, las hazañas, persecuciones y burlas de la justicia de Parra como del famoso bandido zacatecano fueron tan célebres y famosas como las de Bernal. El célebre bandido sombreretense ganó fama por sus asaltos a trenes de carros que transportaban el dinero de los sueldos de los trabajadores de minas, el robo a las haciendas y asaltos a ferrocarriles. Tubo como centro de operaciones el extenso lunar geográfico que forman los municipios de la región de los Llanos en Durango y Zacatecas, pasando por Torreón y hasta llegar a Parral, Chih. (Esta historia continuara…).